Capítulo Final: Una Eternidad de Amor

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El tiempo pasó en un suspiro para Lyra, ahora compartiendo una vida inmortal junto a los tres reyes Vulturi que la adoraban incondicionalmente

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El tiempo pasó en un suspiro para Lyra, ahora compartiendo una vida inmortal junto a los tres reyes Vulturi que la adoraban incondicionalmente. Aro, Marcus y Caius no solo la amaban, sino que la protegían y la honraban como su igual, su compañera destinada. Los recuerdos de Forks y los Cullen se desvanecieron, reemplazados por una nueva existencia llena de felicidad y paz.

  Un Año Después

Había pasado un año desde la boda en Volterra, y Lyra se había adaptado completamente a su nueva vida en el castillo. Las cicatrices emocionales que había cargado durante tanto tiempo comenzaban a sanar, gracias al apoyo constante de Marcus, Aro y Caius.

—¿Cómo te sientes hoy, amor? —le preguntó Aro una tarde, mientras estaban sentados en el amplio salón del castillo, rodeados de libros y pergaminos.

—Me siento bien —respondió Lyra con una sonrisa sincera, algo que cada vez era más común en su rostro—. Mejor que nunca, de hecho.

Marcus, que siempre mantenía su calma serena, se acercó y le tomó la mano, mirándola con ternura—. Te ves radiante. Es como si nunca hubieras tenido que cargar ese dolor.

Caius, siempre directo, se unió a la conversación—. Eso es porque ya no está sola. Aquí, con nosotros, siempre estarás protegida y amada.

Esa noche, bajo la luz de la luna que bañaba el castillo, Lyra sintió una profunda tranquilidad, algo que había creído imposible de sentir. Su pasado ya no la atormentaba, y en cambio, disfrutaba del presente y del futuro con sus compañeros.

### Segundo Salto en el Tiempo: Tres Años Después - Su Transformación

Lyra había llegado a la encrucijada de toda su vida inmortal. Después de años de convivir con la idea, **había decidido finalmente convertirse en vampiro**, sabiendo que con ello podría compartir la eternidad con los hombres que amaba.

—¿Estás segura, Lyra? —preguntó Marcus, con una mezcla de respeto y preocupación—. Esto es algo irreversible.

—Estoy lista —dijo ella con convicción, mirando a sus tres compañeros—. Quiero estar con ustedes para siempre. Quiero vivir nuestra eternidad juntos, sin limitaciones.

Aro, siempre calculador pero lleno de amor por ella, asintió lentamente—. Si este es tu deseo, mi amor, lo cumpliremos. Pero quiero que sepas que, pase lo que pase, siempre estarás a salvo con nosotros.

Caius fue quien, con su naturaleza protectora, insistió en ser el encargado de su transformación. **Fue un proceso cuidadoso, lleno de amor y devoción.** Marcus y Aro estuvieron a su lado mientras su cuerpo mortal cedía a la inmortalidad.

Cuando Lyra abrió los ojos tras la transformación, el mundo había cambiado. Todo era más vívido, más claro. Sentía cada fibra de su cuerpo rebosante de energía, y los lazos con sus compañeros, Marcus, Aro y Caius, parecían más fuertes que nunca.

—Bienvenida a nuestra eternidad, amor —dijo Aro, sonriendo mientras le acariciaba el rostro.

—Siempre estarás con nosotros —susurró Marcus, tomando su mano.

Caius la observó con orgullo—. Ahora nada podrá apartarnos jamás.

**Lyra se sintió completa por primera vez en su vida inmortal.**

Un Siglo Después

Los años pasaron como un suspiro, pero para Lyra, cada día junto a Aro, Marcus y Caius era un regalo. Su relación había florecido, y cada uno de los reyes Vulturi le brindaba un amor diferente pero igual de intenso.

Aro y ella pasaban horas inmersos en discusiones filosóficas y literarias, siempre desafiándose mutuamente con nuevos pensamientos. Era su confidente intelectual y su alma gemela en cuanto a la sed de conocimiento.

Con Marcus, Lyra había encontrado una paz y un amor sereno, profundo y constante. A menudo se sentaban juntos en los jardines, observando el paso del tiempo en silencio, disfrutando de la tranquilidad que les brindaba estar juntos.

Caius, siempre más apasionado, la había enseñado a luchar, a pintar y a explorar los rincones más oscuros del castillo. Su amor era fuego puro, lleno de aventuras y descubrimientos.

Con el paso de las décadas, Volterra se convirtió en su verdadero hogar. Lyra ya no pensaba en Forks o en los Cullen. Había superado ese capítulo de su vida. Todo lo que alguna vez había sido doloroso ahora se veía como una lección que la había llevado a este momento de plenitud.

Una noche, mientras contemplaban juntos el atardecer desde las torres del castillo, Lyra se dirigió a sus compañeros, sus eternos amores:

—Nunca pensé que sería tan feliz —dijo suavemente—. Ustedes me salvaron.

—Y tú nos salvaste a nosotros —respondió Aro, tomando su mano.

Marcus, siempre sereno, añadió—. Has traído luz a nuestras vidas de formas que ni siquiera creías posibles.

Caius, con su habitual intensidad, la miró con adoración—. Y nunca dejaremos de amarte, Lyra. Eres nuestra eternidad.

Lyra sonrió, sabiendo que esas palabras eran verdaderas. Juntos, vivirían su amor por siempre.

El futuro les pertenecía, una eternidad llena de amor, comprensión y felicidad. Ya no había más dolor, solo la promesa de una vida compartida en armonía, donde el amor era el centro de todo.

Y así, Lyra, Aro, Marcus y Caius disfrutaron de su inmortalidad juntos, amándose, respetándose y creciendo como pareja en un mundo donde el tiempo ya no significaba nada.














































Y así se termina esta historia, me gustaria leer sus opiniones.

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⏰ Última actualización: 5 days ago ⏰

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