Le costó un poco encontrar la información, porque Filippo en realidad se llamaba Felipe Walter Meyer, su familia era de origen alemán, actualmente tenían una gran fortuna, desde hace 50 años se mencionaba muchas empresas relacionadas con los Walter, pero no quedaba claro el origen exacto de la fortuna.
Lo que más sorprendió a Isabella era la biografía de Filippo, un chico superdotado, que en su promoción se graduó con la nota más alta de todo el país en la carrera de física por ese motivo, aunque la familia Walter era un poco reservada y no le gustaba llamar la atención, fue inevitable que se hablara del brillante futuro de Filippo.
Pero lo que convenció a Isabella que algo iba muy mal fue cuando encontró la información del proyecto donde estaba trabajando Filippo, era un laboratorio de física cuántica, que aceptaba encargos de empresas privadas, pero uno de sus principales objetivos era la búsqueda de realidades paralelas, el mismo objetivo que tenía el proyecto en el que ella había trabajado cuando aún era un hombre. Antes de convertirse en Isabella. Ahora entendía porque le parecían un poco familiares los términos que uso Filippo cuando hablaba de su trabajo, aunque el proyecto de Isabella usaba otro planteamiento para buscar las realidades paralelas, había algunos términos que coincidían en los dos proyectos.
Por ultimo, hizo lo que había estado evitando hacer desde que había aparecido como Isabella, no lo había hecho porque quería disfrutar de su nueva vida como mujer, pero ahora que había visto que no todo era tan perfecto como parecía al principio, y que algo más grande que el o ella estaba pasando, no tenía otra opción: Busco en internet el proyecto donde trabajaba y se confirmaron sus peores sospechas: no existía. Busco los miembros más importantes de su proyecto, científicos de fama mundial, y tampoco aparecía ningún resultado, como si nunca hubieran nacido.
Muy asustada llamó a Filippo, y le dijo que tenían que hablar, Filippo le dijo que buscaría un momento para llamarla con tranquilidad, porque ahora no podía hablar, pero antes de colgar le dijo algo que le confirmó sus peores sospechas: antes de despedirse, Filippo le llamo de forma cariñosa "princesa quántica", era evidente que Filippo sabía algo importante, porque era la primera vez que la llamaba así.Isabella nunca había estado tan asustada, parecía que la realidad se había mezclado con una demencial fantasía quántica donde ella estaba atrapada en el cuerpo de una ninfómana, como si su cuerpo le quisiera dar la razón, solo con tocarse los pechos ya se ponía caliente.
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FisicaCuanticaTG
AdventureJavier tenía la fantasía de ser mujer, aunque nunca se cumplió, han pasado los años y ahora trabajada con ordenadores cuánticos, hasta que un misterioso accidente le hace tener un cuerpo de mujer muy sensual, Javier ahora como Isabella vivirá múltip...