Temporada 3 Capitulo 14

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Después del sexo, Isabella le hubiera gustado decirle a Filippo que antes había sido un hombre, pero el solo pensaba en seguir avanzando con la investigación, le explico que había consultado algunas bases de datos empresariales, y tenía una teoría:

- ¿Recuerdas lo que te expliqué sobre los terribles experimentos que soportó la Isabella original, no? –le preguntó Filippo

- Sí, me dijiste que los chinos habían descubierto que la conciencia humana podría acceder a otras dimensiones –le respondió Isabella.

- Correcto. Pues llevo todo el tiempo desde que hemos salido del apartamento de mi amigo pensando que no puede ser una casualidad que el primer medicamento que provocó resultados incoherentes fuera precisamente una cura para la esquizofrenia –le explicó Filippo.

- ¿Por qué lo dices? –le preguntó Isabella.

- Porque Stuart Hameroff y Roger Penrose propusieron que en el cerebro humano podrían desarrollarse ciertos estados cuánticos que explicarían cómo funciona la conciencia humana. Más concretamente, dijeron que los microtúbulos tendrían la capacidad de permitir ciertos procesos cuánticos.

- Ya entiendo. ¿Estás sugiriendo que la relación entre la conciencia y la física cuántica podría ser mucho más directa de lo que pensamos? –dijo Isabella.

- Exacto. Es increíble que en pleno siglo XXI aún sepamos tan poco sobre cómo funciona la conciencia humana, ¿y si estuviese relacionada con la física cuántica? –le dijo Filippo, claramente emocionado. Se notaba que era investigador científico, pensó Isabella, estaba tan lindo cuando hablaba de la ciencia.

- El problema es que, si tú tienes razón, eso quiere decir que esa empresa farmacéutica sería la mala, ¿no? –preguntó Isabella.

- No necesariamente. Es cierto que alguien tenía que saber con cierta antelación que estaba investigando esa empresa, pero piensa que los grandes descubrimientos de la ciencia se han hecho muchas veces por casualidad. Es posible que solo haya elementos corruptos en esa empresa –le dijo Filippo.

- Entonces, ¿cuál sería el siguiente paso? –le preguntó Isabella.

- Mi teoría es que esa empresa encontró por casualidad algo que conecta la conciencia humana con la física cuántica. Eso sería un gran avance científico y sin duda podría perjudicar a China. Mi teoría es que hay elementos corruptos en el laboratorio cuántico, pero no tantos en la empresa farmacéutica. Si hubiera habido más, podrían haber avisado con más tiempo y haber hecho mucho mejor el sabotaje –le explicó Filippo.

- El problema es que será imposible encontrar al corrupto de la empresa farmacéutica –le dijo Isabella.

- No necesariamente. Esta empresa no cotiza en bolsa, y eso quiere decir que sus proyectos los puede llevar con más discreción. Quizá el primer paso sería hablar con el jefe de proyecto; en la documentación figura su nombre –le sugirió Filippo.

De esta forma, Isabella y Filippo se fueron a buscar al jefe de proyecto. Les sorprendió ver que vivía en un barrio no demasiado lujoso; estaba claro que no ganaba tanto dinero como ellos dos pensaban. El plan era sencillo: Filippo se haría pasar por un investigador del laboratorio cuántico que estaba recabando información sobre los errores que habían sufrido. Sin embargo, se encontraron con una gran sorpresa cuando llegaron: la policía había precintado el apartamento del director de proyecto. No sabían qué hacer. Cuando Isabella vio a un policía que estaba tomando declaración a los vecinos, se dio cuenta de que los otros policías estaban todos un poco alejados de él. De forma impulsiva, se quitó la camiseta delante de Filippo, se quitó el sujetador, se volvió a poner la camiseta y salió a hablar con el policía. Con voz sensual, le dijo que era una "amiga" que había venido a visitar al hombre que vivía en ese apartamento. El policía le dijo que había fallecido ese mediodía. Isabella ya tenía la hora de la muerte y, aun mejor, coincidía aproximadamente con el momento en que se habían registrado en el hotel. Y del hotel al lugar de los hechos había casi una hora en coche; seguro que esta vez la policía no tendría ninguna grabación de ella que la incriminara. El policía quería tomar la información personal, pero ella se restregó contra él y, de forma sensual, le dijo que se había dejado los papeles en el coche. El policía dijo que no pasaba nada y le pidió los datos a Isabella, que lógicamente se los inventó y se fue a reunirse con Filippo. A Isabella le agradó descubrir que, aunque Filippo sabía que solo lo había hecho para avanzar en la investigación, intentaba ocultar que estaba un poco molesto, sin mucho éxito. Eso puso muy caliente a Isabella, pensando que esa noche le haría una buena mamada para demostrarle que él era su hombre.

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