Temporada 4 Capitulo 2

2 0 0
                                    


Isabella se quedó sorprendida por el extremo placer que había sentido. Cuando tenía relaciones con Filippo o con otros hombres, era habitual que le acariciaran los pezones, pero nunca había experimentado tanto placer a través de ellos. Alberto había sido el primer hombre que le había chupado los pezones con tanta habilidad. Isabella siguió disfrutando del mejor sexo que había tenido nunca; era la vez que más había disfrutado como mujer. Alberto sabía hacer disfrutar al máximo a las mujeres; era muy hábil estimulando las partes del cuerpo de Isabella más sensibles, y su técnica era impresionante. Alberto la había acariciado y estimulado de una forma que ningún otro hombre lo había hecho.

Cuando acabaron de tener relaciones, Isabella se quedó pensando que, hasta ahora, pensaba que Filippo no había encontrado novia porque era un poco tímido. Pero ahora se daba cuenta de que, en la cama, el sexo con él era menos placentero que con Alberto. Estaba satisfecha porque, mientras Filippo estuviese fuera del país, podría gozar de su cuerpo de mujer con Alberto. Parecía que conocía tantas formas diferentes de darle placer a una mujer que Isabella estaba segura de que disfrutaría mucho teniendo relaciones con él

Finalmente, Isabella le preguntó a Alberto por Filippo. Pensaba que quizá se lo tomaría mal, pero él fue muy amable y se ofreció a llevarla a cenar para explicarle todo lo que ella quisiera saber sobre Filippo. Incluso la llevó a una tienda de ropa cara para que ella pudiera estrenar un precioso vestido recién comprado. Era como un cuento de hadas, siendo ella la princesa, y descubrió que le gustaba. No solo había disfrutado del mejor sexo, sino que parecía que la única preocupación de Alberto era hacer realidad todos los deseos de Isabella.

Mientras cenaban, Alberto le explicó que él y Filippo habían ido a la universidad de Oxford. Isabella se quedó muy sorprendida; era una de las más prestigiosas del mundo. Él y Filippo se conocían desde que empezaron el instituto, y le dijo que Filippo había demostrado ser un excelente físico en Europa. Se especializó en física cuántica porque estaba seguro de que, en poco tiempo, los descubrimientos en este campo revolucionarían al mundo. Sin embargo, en el fondo, estaba muy unido a sus padres y sabía que algún día tendría que sucederles al frente de los 'negocios familiares', dijo Alberto. A él siempre le hacía gracia que utilizaran esta expresión cuando estaban entre las 10 familias más ricas del país.

Parecía que a Alberto no le importaba hablar de otro hombre con una mujer, y Isabella aprovechó para sacarle toda la información que pudo. Filippo había tenido algunas novias; la mayoría le duraban poco tiempo, pero era muy reservado con este tema. Alberto no estaba seguro de por qué aún no se había decidido a buscar novia, porque sabía con seguridad que había varias mujeres que estaban deseando que Filippo se fijara en ellas.

Pero parecía que Alberto estaba deseando complacer a Isabella, porque le preguntó cuál era su sueño, qué quería hacer, qué estaba buscando. Aunque Isabella se puso nerviosa porque realmente no había pensado qué quería hacer, agradeció las preguntas. Alberto tenía razón: había pasado de ser un hombre de 50 años a una mujer de 23, hermosa y con un novio millonario, y un amante que también tenía dinero y parecía que solo quería complacerla. Aún no estaba segura de qué quería hacer, pero le dijo a Alberto que, de momento, solo quería conocer gente interesante. Él prometió que, al día siguiente, la llevaría a una cena de gala donde se reuniría toda la alta sociedad. Aunque Isabella no estaba segura de que la alta sociedad se pudiera calificar como 'gente interesante', estaba convencida de que, con Alberto a su lado, no se aburriría.

FisicaCuanticaTGDonde viven las historias. Descúbrelo ahora