Temporada 4 Capitulo 1

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Filippo se fue esa misma noche. Dijo que dormiría en un hotel y que mañana por la mañana cogería el avión. Isabella estaba tan triste que ni siquiera le apetecía tener sexo. Se preparó ella misma la cena con lo que encontró en la cocina, y, deprimiéndose aún más porque esa casa era demasiado grande para una sola persona, se fue a la cama llorando. Solo podía pensar en Filippo hasta que finalmente logró dormir.

A la mañana siguiente, pensó qué hacer para recuperar a Filippo. No sabía por dónde empezar, pero tenía muy claro que, ahora que la Isabella original la dejaría tranquila por una temporada, recuperaría a Filippo. Se quedó desnuda en la cama pensando qué podía hacer. Era cierto que había traicionado la confianza de Filippo, pero también era cierto que, si ahora quería estar a su lado, él tendría que aceptar que antes había sido un hombre, y, peor aún, un hombre de 50 años. Por eso, decidió que empezaría por aprender a maquillarse como toda una mujer. Hasta ahora, solo lo había hecho de forma superficial, y quería aprender a hacerlo bien. Desayunó un poco más animada por tener algo que hacer, y buscó entre sus cosas, pero parecía que la Isabella original se maquillaba poco. Por eso, fue a la ciudad a una tienda de belleza, y con la ayuda de la dependienta, se compró todo lo necesario. Cuando regresó a la mansión, empezó a buscar tutoriales en YouTube sobre cómo maquillarse y comenzó a practicar

Vio que quedaba poca comida en la casa y volvió a salir a comprar alimentos. Estaba más alegre, pensando que lo mínimo que podía hacer si Filippo la dejaba quedarse en su casa era asegurarse de que tuvieran suficiente comida. Sería una pérdida de tiempo tener que ir cada día a comprar, por eso compró comida para varios días. Filippo, antes de irse, le había dejado una tarjeta de crédito a su nombre y una nota diciendo que no se preocupara por el dinero. El problema que ahora tenía Isabella era que había notado cómo la miraban algunos hombres. Era increíble cómo, incluso en el supermercado, algunos hombres la observaban admirando su belleza. Eso la puso caliente y le planteó otro problema: aunque podía controlarse mucho mejor que la Isabella original, seguía teniendo demasiado apetito sexual. Y ahora que Filippo estaría unos días fuera de casa, en algún momento tendría que tener relaciones con otro hombre. Por eso, decidió usar los contactos de 'hombres de confianza' que tenía gracias a Filippo.

Comió en casa de Filippo y después revisó los contactos. De repente, se le ocurrió una idea: podía investigar los contactos e intentar descubrir qué relación tenían con Filippo. Estuvo un buen rato buscando hasta que encontró un contacto que había ido al mismo instituto que Filippo. Fue complicado de encontrar, pero Isabella, desde pequeña, había tenido facilidad para buscar información por internet, y sabía que con un poco de paciencia se podría hallar la información. El hombre era guapo y actualmente trabajaba en un banco de prestigio internacional. Isabella le mandó un WhatsApp, y el hombre, después de unos pocos minutos, respondió. Quedaron para las 8 de la tarde en casa de Filippo. El chico se llamaba Alberto y, en las fotos, parecía bastante simpático. Además, se había ofrecido a ir a la mansión de Filippo.

Por la tarde, Isabella siguió aprendiendo a maquillarse. Le costaba un poco, pero ya estaba empezando a aprender y descubrió que, incluso eso, le gustaba. Tenía un cuerpo muy hermoso y quería aprender a estar aún más guapa para Filippo. Después, ya no pudo controlarse y empezó a imaginar cómo sería el sexo con ese hombre. Pensó que quizá podría aprovechar para aprender más sobre Filippo: qué clase de chico había sido de joven, qué amigos había tenido y cosas así.

Cuando quedaban pocos minutos para las 8, Isabella estaba tan caliente que se quedó en ropa interior para recibir al hombre. A las 8 en punto, llamaron a la puerta y, después de comprobar que era él, Isabella abrió. Rápidamente, comenzaron a besarse apasionadamente. El hombre la llevó a la cama de matrimonio, se sentó y, poniéndola encima de él, empezaron a tener sexo. Mientras Isabella estaba siendo penetrada, de repente notó un placer muy intenso en sus pezones: el hombre le estaba chupando los pezones. Cuando el hombre, con gran habilidad, acarició uno de los pezones de Isabella con su lengua, ella se estremeció de placer. Su cuerpo era tan sensible que, cuando él le volvió a hacer lo mismo, una oleada de placer recorrió todo su cuerpo y Isabella experimentó el orgasmo más placentero que jamás había tenido.

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