Lancelot x ginebra

Capitulo 29

Una hermosa brisa de primavera, hadas y gigantes de un lado, demonios y diosas por el otro, y los humanos reunidos en otra parte, todos mientras miraban a Percival y a Nasiens mirándose fijamente, con una sonrisa en sus rostros y los ojos llenos de emoción.

No escuchaban casi nada, solo estaban pendientes uno del otro, eran su destino, su vida y su mundo entero. Poco les importaba que el resto de personas los estubieran mirando, y lo único que alcanzaron a escuchar fue :

- Percival, ¿ Aceptas amar y cuidar a Nasiens por el resto de la eternidad ?

Los votos habían comenzado. Percival asintió sin mirar hacia otra dirección que no fuera su Nasiens. Le hicieron la misma pregunta a la novia, quién imitó a Percival.

- Ahora los declaro, marido y mujer.

Se besaron en ese momento, cerrando los ojos y abrazándose mientras las razas gritaban y festejaban. Los padres de los novios estaban llorando, en especial Zeldris, quien estaba siendo molestado por Meliodas quien decidió hacerse el payaso.

Lancelot, Tristán y Diodora también se dejaron derramar algunas lágrimas de felicidad, siendo imitados por el resto de amigos y familiares de los novios.

Percival y Nasiens se separaron y se sonrieron mientras se les formaban unas pequeñas lagrimitas en los ojos.

Las razas aún coreban sus nombres, a pesar de que demonios y diosas se veían entre ellos bastante desafiantes, al parecer, si rivalidad no acababa a pesar de ya varios años.

Las personas comenzaron a dirigirse a un pequeño prado en el cual se encontraban varias mesas de comida y un banquete organizado por King para que pudieran relajarse. Las familias comenzaron a sentarse en las mesas y las hadas se jugaron el papel de meseras. Percival agarro a Nasiens de la cintura y ambos comenzaron a caminar hacia la gran mesa, donde se iban a sentar junto a sus seres queridos.

La fiesta fue muy animada, las personas bebían, comían y reían. Los novios se sentaron en una mesa con el resto de jinetes y amigos, donde se dedicaron a contar anécdotas sobre su viaje, y de como extrañaban esos días.

- Fuaaa - dijo Donny estirándose - fueron lindos momentos, extrañaré salir de aventura.

- ¿ Que vas a hacer ahora, Donny ? - pregunto Percival.

Donny y Chion sonrieron con malicia.

- Chion y yo vamos a volver a Lioness y a salir de aventuras un tiempo para conseguir varios tesoros.

- ¡ Que increíble ! ¡ Ojalá la pasen genial ! - dijo Nasiens.

- ¡ Espero que encuentren.... Este.... Que al menos encuentren calcetines o algo así - dijo Isolda.

- ¡ Oye ! ¡ No nos tienes fé, lo sé ! - dijo Chion molesto.

- ¿ Y yo que ? ¿ Me vas a dejar ? - pregunto Anne lanzando su instinto asesino.

- ..... Pero claro que no, quería preguntarte si quieres venir con nosotros - dijo Donny nervioso.

- ¿ Es en serio ?

- Si, obvio que es en serio.

Anne los miro a ambos bastante sería y luego sonrió.

- En ese caso voy.

- ¿ Y tú, Tri tri ? ¿ Que harás ? - pregunto Tioreh.

- No lo sé, supongo que vivir, respirar, comer, y esas cosas que hago todo los días - dijo el principe de Lioness soltando un bostezo.

- De eso no te preocupes - dijo Gawain alzando el pulgar - ya le pregunté a mi tío, y decidió que ambos seremos caballeros sacros en Camelot.

Tristán quien estaba tomando un vaso de vino escupió en ese momento y comenzó a toser por la impresión siendo ayudado por Isolda y Lancelot quien tenía el codo apoyado en la mesa y la mano en el mentón mientras le daba palmaditas a Tristán en la espalda con aburrimiento.