Donde estás

11.

Tuve un día complejo con respecto al pabellón, pasé casi todo el día en una operación eterna. Cuando finalmente logramos salir sentí un alivio muy grande, hicimos un trabajo espectacular como equipo, estaba super orgulloso de todos. Tuve una reunión con la familia de mi paciente donde le di todos los detalles sobre lo que se venía y me recordaron a los policias dementes, todo era muy intenso. Bella me envió un mensaje para que nos viéramos en el bar de siempre, yo había pensado regresar a casa, pero quizás sería buena idea despejar la mente.

—Que día Peter Lanzani —dijo Bella cuando me senté a su lado— Todo el mundo está hablando sobre las horas que pasaste en el pabellón

—Me duele el cuello y la espalda —dije con una sonrisa— Pepe, me das lo mismo de siempre por favor, Gracias. Pero por lo menos valió la pena, hasta el momento está respondiendo bien.

—Eran super intensos los familiares, Brenda estaba harta —dijo Bella con una sonrisa comiendo un poco de maní

—Me recordaron a los policías amigos de Euge —asintió y suspiré— Qué día se me hizo eterno. Hablando de Euge, ya no queda nada para el alta, ¿estás lista para dejarla ir? —comencé a joderla y me dijo un golpe mientras tomaba un poco de cerveza

—¿Desde cuando te dedicas al bullying? —preguntó riendo

—Desde que paso mucho tiempo con ustedes que todo lo hacen una burla —sonreí

—¿No los vas a extrañar un poco? —preguntó y la miré con atención— A todos en general, obviamente a Euge porque es un ser de luz, no hace problema por nada, siempre está de buen humor, tiene un excelente gusto cinematográfico —mientras hablaba de ella se le dibujaba una sonrisa— Pero todos ellos, me parecen divertidos y buena onda, además nos desafiaron a cada momento, sobre todo Mariana Esposito

—Demente directamente, es una mujer con demasiada energía —dije riendo mientras miraba mi cerveza— Pero todas las veces que tuve una charla con ella, más allá de todo lo que pasaba con su amiga, me pareció que tampoco éramos tan distintos. No te burles por favor y tampoco le digas a Brenda porque sino me hará bullying —negó con una leve sonrisa

—¿Enamorabas a todas cuando eras chiquito Lanzani? —preguntó Bella— Porque me pareces adorable

—La verdad es que no lo sé —respondí y me miró sorprendida, nunca teníamos charlas demasiado personales— Porque... —me quedé en silencio— Estaba demasiado ocupado estudiando o recibiendo órdenes de mi papá que siempre controló mucho mi vida. Yo... tenía que ser el número uno siempre, no servía otro lugar, porque eso significaba que era inútil, así que cualquier cosa que significaba distracción estaba prohibida en mi casa

—Me imagino que creciste con mucha presión —dijo Bella mirándome— Ahora que lo pienso tu personalidad es de una persona que creció con muchas reglas. Nunca rompes una regla —me salté la fila en la cafetería una vez y me costó caro pensé— Siempre dejas todos los lugares donde estás muy ordenado, no haces problema por nada, te cuesta alzar la voz cuando algo no te parece, siempre dices que si... tienes que aprender a decir que no

—Creo que todo esto con los policias me sirvió justamente para eso, tuve que poner límites y aunque no me salió demasiado bien, tampoco siento que perdí mucho —Bella soltó una sonrisa

—¿Por qué viniste a Nueva York Peter? —preguntó— No parece ser una ciudad donde tu personalidad se sienta cómoda

—Justamente por eso, quería salir de mi zona de confort y porque me quedaron muchas cosas pendientes en esta ciudad —dije mirando mi cerveza y luego la miré a ella— Cuando mis papás se separaron, papá vino acá y mamá se quedó en Londres, mi papá siempre decía que yo tenía que ir a Harvard, que tenía que ser el mejor y luego las cosas cambiaron un poco, yo la comencé a pasar mal y me volví a casa