Donde estás

20.

La visita de Lali en el hospital fue increíble, no solo porque nuevamente abrió un poco de su corazón conmigo, sino porque también me sentí bien junto a ella, pensábamos diferente, veíamos la vida de forma muy distinta pero en el fondo había algo que nos unía y estaba seguro que había una gran atracción por el otro, no podía estar imaginando esa química. Desperté y me fui a dar una ducha, después de eso fui a la sala de los médicos, estaba Bella sentada en el sillón mirando su teléfono

—¿Mucho trabajo? —preguntó con una sonrisa— Tienes buena cara, ¿la pasas bien?

—¿Qué tuviste que ver con la visita de la agente, policía y detective Mariana Esposito? —me senté a su lado

—No mucho, simplemente le dije que necesitabas un poco de compañía, ¿te hizo algo? —preguntó con una sonrisa y negué— Perfecto, porque le dije que si te lastimaba, íbamos a ir a la guerra —era una ridícula

—No me trates como un niño, me estas dejando en vergüenza frente a una chica que me interesa —Bella hizo una cara de ternura y luego me dio un golpe

—Es muy difícil contigo, yo por lo general, odio a los hombres porque me parecen estúpidos y porque no confío en ellos, siempre mienten. Pero contigo es diferente, porque sé que eres un chico bueno de corazón, te falta un poquito de maldad y lo digo solo porque no quiero que ella te pase por encima con esa personalidad, que te pase por encima pero para otra cosa —levantó las cejas y le di un leve empujón

—¿Cómo van las cosas con Euge? —pregunté, se tapó la cara y comenzó a reírse

—¿Podemos no hablar de Eugenia? —dijo con una sonrisa

—Claro que no, ¿porque me obligas a contarte mis cosas y tu no me cuentas nada tuyo? —pregunté, entonces soltó una sonrisa y me abrazó

—Pasé la noche con ella, por segunda vez. En su casa, la pasamos muy bien, además de tierna es... hermosa, debe ser la mujer más hermosa que conocí y la verdad es que siempre tuve buena suerte —suspiró y luego me miró— Pero estoy en problemas Lanzani, yo casi nunca paso la noche con nadie porque no me gusta, pero ella me dice "quédate un rato" y me duermo, bajo la guardia y eso está mal

—¿Mal? —dije sorprendido

—Sí, porque no quiero que piense que soy una mujer romántica o algo así —Dios era tan parecida a Lali que me daba risa, tenían el mismo discurso aburrido

—Que cagona que eres —dije enojado— Te la pasas hablando y dando lecciones y ahora que conoces a una persona que te mueve el piso, quieres salir corriendo, ¿cómo es eso? Como vas a querer salir corriendo cuando tienes chances de conocer a alguien que te puede enseñar del amor

—Deja de hablar de amor, me duermo —respondió y se puso de pie— Ocúpate de Lali, deja de ser tan bueno, invitala a salir y quítale la ropa, eso es lo que quiere, ya sabes de esas citas aburridas para hablar de arte, no creo que la esté pasando bien

—Basta —dije riendo, se abrió la puerta y entró Brenda

—No necesito que me vuelvas a llevar a casa, de hecho, no me interesa que lo hagas, perfectamente pude subir sola a un taxi, además era obvio que me lo ibas a sacar en cara todo lo que pierdas porque nunca has sido un buen compañero —dijo Brenda enojada

—A mí tampoco me interesa volver a llevarte a casa, porque no vives en un lugar cerca de mi casa, págame los 40 dólares que tuve que gastar porque eres una irresponsable que toma más de la cuenta y luego se quiere hacer la cool volviendo sola, eres una irresponsable —dijo Tincho molesto— ¿Y tu? Deja de trabajar y hazte cargo de tus amigas insoportables

—¿Van a coger pronto ustedes? —preguntó Bella cambiándose de ropa

—Prefiero morirme antes de eso —dijo Brenda— No me hables, dame tu cuenta y te voy a depositar cada dolar, miserable, un día cuando necesites un favor, me ocuparé de sacártelo en cara siempre —Bella me miraba riendo, creo que tenía razón, algo se gustaban ellos dos o ahora que yo gustaba de alguien estaba mirando amor en todos lados