Julio 2006
Desde que tenía uso de razón jamás vi a mis padres felices y enamorados, siempre que se acercaba la navidad había una discusión por donde íbamos a pasar las fiestas, lo que importaba demasiado porque papá por alguna razón terminaba en las urgencias de su trabajo haciendo una operación de último momento, él siempre se comportaba como si fuese el único y el último neurocirujano del mundo, cada vez que era posible, mi hermano y yo escuchábamos una discurso sobre la importancia que tenía el apellido en la medicina.
—Eso no es algo que tienes que decidir tu, porque estamos hablando sobre el futuro de mi hijo también, yo he tenido muchas conversaciones con él al respecto de lo que piensa hacer y está de acuerdo conmigo —se escuchaba enojado como siempre, mientras que yo estaba en el pasillo escuchando los detalles de la pelea, solo para que no se le pasara la mano con mamá
—No entiendo porque buscas convencerlo que irse es la mejor opción. ¿Para que lo quieres alejar de casa si tienes un montón de proyectos y trabajos? ¿Quieres que se vaya contigo para que se la pase solo en tu casa con tus mil mujeres y tus empleadas? Él perfectamente puede alcanzar sus metas acá en casa, al lado de su madre —decía mamá molesta— Eres mala persona, siempre lo he sabido, pero ahora estás siendo cruel, lo quieres alejar de mí
—Quiero que se haga hombre de una vez, va a cumplir 16 años, dentro de dos años irá a la universidad y con sus calificaciones está capacitado para ir a la mejor universidad del país. Peter puede estudiar en Harvard si lo desea y tú estás limitando su sueño, tiene la capacidad de ser incluso mejor que yo, he hablado con diferentes directores de los mejores colegios, puedo ponerlo donde quiera, ¿para que quieres que se quede acá contigo? ¿Para que siga esa loca idea que le estas metiendo en la cabeza de dedicarse al arte? —preguntaba
—A él le encanta el arte, ama pintar, si tan solo le pusieras un segundo de atención y dejaras de pensar en ti te darías cuenta. Tu ya cumpliste todos tus sueños como profesional, estás trabajando para los mejores, anda y sigue con tus inventos, con tus premios y déjanos en paz, nosotros nunca te necesitamos, Peter está bien acá, te pido que por favor lo dejes tranquilo —decía mamá sonando algo desesperada— Quiero que dejes de meterle esas ideas en la cabeza
—Tu en tu mundo feliz estás cegada y no lo escuchas, él si quiere ir a Harvard, de ninguna manera mi hijo se va a dedicar a pintar estupideces y morir de hambre —agregó papá
—Nunca se va a morir de hambre mientras yo esté presente —dijo mamá
—Yo ahora me tengo que ir, pero que te quede claro, todo lo que te dije siempre lo hablé con él, nada ha salido de mi cabeza como tu crees —agregó molesto, escuché que se puso de pie entonces salí corriendo hacía mi habitación para que no se dieran cuenta que los estaba escuchando
Mientras tanto sentía rabia de no poder alzar la voz y decir lo que verdaderamente pensaba, podía decirle que no quería ir con él y quedarme en la ciudad con mamá, pero siempre en mi cabeza estaba su voz hablando de mi futuro, estaban mis profesores diciendo que tenía un gran futuro por delante, entonces mi mente se nublaba nuevamente, de pronto la puerta se abrió y mamá entró, se sentó en mi cama y me miró con una sonrisa.
—Acabo de tener la discusión de siempre con tu papá —me miró con atención— El dice que quieres ir a Estados Unidos para ser neurocirujano —yo jamás le dije algo así, me quedé en silencio y la miré con una sonrisa— ¿Eso es cierto? —preguntó y suspiré— Mi amor —me tomó la mano— Si no quieres ir a ese lugar no pasa nada, nadie te va a obligar, no te dejes llevar por todas esas estupideces que dice sin parar, él ya no vive acá, no te puede hacer nada, yo no voy a permitir que opine más de la cuenta sobre tu futuro, yo quiero que tu decidas hacer lo que se te dé la gana, pero quiero seas feliz siempre mi amor —me acarició con una sonrisa— Por otro lado, con el dolor de mi alma... si quieres ir hasta allá y vivir con él, seguir su camino también te apoyaré, porque sé que eres un chiquito brillante —la miré con una sonrisa— Pero quiero que tu lo decidas, no que él lo imponga
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Donde estás
FanfictionUn neurocirujano cruza su camino con una reconocida agente, cambia el rumbo de su vida y descubren que a pesar de sus evidentes diferencias, tienen mucho en común.