6.

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Cuando el británico nos informó que Eugenia había despertado me volvió el alma al cuerpo, siempre confié en su fortaleza, pensaba mucho en las charlas que tuvimos antes de la operación, en que no le permití que se despidiera de mi. Después de un tiempo nos vinieron a buscar para poder verla, todo el departamento estaba muy feliz, éramos un grupo cerrado, todos teníamos personalidades muy particulares así que ver caer a uno de nosotros era duro.

—Hola bonita —dije aguantándome las ganas de llorar, soltó una sonrisa con los ojos chinos, se veía cansada como dijo el doctor, estaba rapada al costado derecho, a ella cualquier cosa le quedaba bien— bienvenida de regreso

—¿Me extrañaste? —preguntó hablando bajito— yo si te extrañé, me costó mas trabajo de lo que pensé despertar —suspiró— acércate por favor —le tomé ambas manos— cumplí con mi palabra, estoy acá —dijo susurrando— ¿Como te portaste? Por favor dime que no tienes este edificio lleno de personas —cerró los ojos y solté una sonrisa mientras aguantaba las ganas de llorar— Cuéntame como van todas las cosas, siguen con el caso de...

—Euge —la interrumpí— el doctor dijo que no tenemos que estresarte y que ahora solo podemos verte y hablar sobre lo emocionados y felices que estamos por tu regreso, luego vamos a tener todo el tiempo del mundo para hablar de trabajo, yo sé que es algo importante para ti, pero ahora no es el momento —soltó una sonrisa y asintió, se veía tan cansada y se estaba esforzando mucho para que la viéramos

—Tengo un recuerdo de haber visto a papá —me dijo con los ojos llenos de lágrimas— no sé si lo soñé o lo imaginé, pero estábamos en un lugar donde se sentía una paz que jamás tuve, hasta sentía deseos de quedarme amiga —dijo hablando bajito— probablemente lo imaginé mientras me estaba muriendo, no sé como explicarte lo que se siente —me dio piel de gallina— pero en un momento yo sentía que me estaba alejando mucho, escuchaba unos ruidos de máquinas, todo como si fuese una película, muy loco amiga. Pero es como dices, habrá tiempo de hablar sobre mi casi muerte, lo importante es que estoy acá

—Ha sido una pesadilla, pero ya pasó. Ahora comienza la recuperación y todos estamos para ti —sonreí, no quería hablar mucho porque iba a romper en llanto y no quería que Euge me viera mal— las cosas en la oficina están bien, los chicos no han dejado de trabajar, así que no te preocupes por eso

—Genial, ahora mi preocupación será que me crezca el pelo pronto —bromeó y se trató de acomodar pero no pudo, entonces me acerqué rápidamente y soltó una sonrisa— estoy adolorida del cuerpo, el doctor dice que es normal, por cierto, te comportaste durante este tiempo? —en ese momento una enfermera entró y me salvó justo

—Es momento que la señorita Suarez descanse —agregó con una señora con una dulce sonrisa— le voy a pedir por favor, que se despida y se retire del lugar

—Ok —me acerqué a ella y le di un delicado beso en la mano— te veo en cuanto los doctores nos den un momento, descansa, no pienses nada mal, todo está bien acá y estamos esperando por ti amiga, te amamos. Nos vemos pronto, eres una lucha admirable

—Te amo, portate bien —dijo sonriendo

En cuanto salí de esa habitación se me apretó el pecho, me costaba mucho trabajo respirar, los chicos de seguridad encubierta me estaban mirando con atención, entonces me sentí muy avergonzada, quería salir corriendo pero no encontraba ninguna salida, sentía que las paredes se cerraban y no había lugar de escape, entonces abrí una de las puertas de las escaleras de emergencia y salí corriendo, esperando que nadie me viera llorar de esa forma, pero no fue un escape pulcro, porque mientras lloraba desconsoladamente comencé a escuchar una voz que me trajo de regreso, se trataba del doctor británico, probablemente por su experiencia con la medicina, entendió que en ese momento necesitaba compañía, luego me obligó a que su novia me examinara.

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