Donde estás

15.

Me animé a aceptar la invitación del doctor, sabiendo perfectamente que estaba aceptando una cita con él, obviamente fingí demencia y con la única persona que compartí detalles sobre esta situación fue con mi mejor amiga. Me quedé pensando mucho en si era realmente buena idea o no, por primera vez en mucho tiempo me sentía perdida, generalmente yo era mucho más práctica y tomaba decisiones al instante. Mientras trabajábamos en un nuevo operativo antidroga para la ciudad, agendé una hora con mi terapeuta, necesitaba liberar un poco.

—Ella finalmente está de regreso —dijo con una sonrisa, le di un beso en la mejilla y me senté en el sillón de la muerte, así lo llamaba, porque abrir mi corazón o mis pensamientos siempre había sido complicado para mí, este lugar me hacía hablar demasiado— Supongo que deben estar pasando muchas cosas como para que te hayas animado a regresar —bromeó

—Digamos que sí —suspiré— La última vez que vine, ¿de qué hablamos? —pregunté

—Hablamos sobre lo preocupaba que estabas con respecto a una operación que se iba a someter tu mejor amiga —dijo mirando su cuaderno— Y después de eso me dijiste que te sentías lista para un alta y no volviste, te diste el alta y no regresaste —solté una carcajada— Pero como ya te conozco hace un tiempo, estaba lista para tu regreso, ¿cómo fueron las cosas con Euge?

—Bueno... ha pasado mucho después de eso, Eugenia está bien, regresando poco a poco a la oficina, aún no puede hacer muchas cosas que tengan que ver con esfuerzo físico, pero está con nosotros, con vida, siendo la persona de siempre —sonreí— Pero si tengo que volver a ese tiempo, fue realmente difícil, porque hubo un momento en el que teníamos que prepararnos para todo... eso significa que había una opción de perderla y fue duro para mí —sonreí y ella me miró con atención— Sobre todo por el pánico que tengo a la pérdida de las personas que quiero —lo entendió perfecto, no hacía falta que se lo explicara

—Imagino que fue duro Lali —asentí con un nudo en la garganta pensando en ese momento— Pero lo bueno es que lograste superarlo nuevamente, eres una mujer fuerte como ninguna, estoy muy orgullosa de como sigues dando esos pasos tan grandes. La pérdida es parte de la vida y tu lo tuviste que sortear desde muy pequeña —asentí con una sonrisa— Ese dolor es algo que te acompañará siempre y ahora nos toca aprender a vivir con él

—A mí me cuesta mucho trabajo eso —sonreí— Euge es muy importante en mi vida y perderla, ni siquiera quiero imaginar como hubiese sido. Durante los dos meses de hospitalización de Euge conocimos a gente muy buena y paciente, todos sus doctores se comportaron genial con nosotros y yo hice un esfuerzo muy grande para no tratarlos mal —la hice reír— Aunque fallé un par de veces, terminamos formando un vínculo divertido, ahora nos seguimos viendo

—¿Se hicieron amigos de los doctores de Euge? —dijo sorprendida— Interesante, edades

—Treinta y algo —respondí

—Más interesante aún, ¿hay uno lindo? —preguntó sonriendo, como se daban cuenta de todo tan rápido? Pensé— lo pregunto porque como me estás dando detalles de la nada con una sonrisa, me imagino que hay varias cosas por contar

—Digamos que sí —tomé un poco de agua y suspiré— El doctor principal tiene más o menos mi edad, es con el que más me pelee todo el tiempo por razones obvias, pasaba mucho tiempo en el hospital jodiendo y entre tantas discusiones comenzamos a charlar un poco más de la cuenta, hicimos La Paz y nos fuimos dando cuenta que no éramos tan diferentes. Hace poco me invitó a una expo de arte —sonreí y ella me miró con atención

—¿Quieres contarme que tienes una cita? —preguntó

—No sé si es una cita la verdad, no sé si le gusto o simplemente está jodiendo conmigo, es una persona fácil y complicada a la vez, yo nunca he tenido problemas con descifrar a las personas pero con el me pasa algo completamente distinto, siento que ya sé por donde va su personalidad y luego me sorprende con algo nuevo, por mi trabajo, jamás confío tan fácil en las personas y con el me pasa todo lo contrario, hasta le conté algo de mi mamá. Yo no creo en el amor, no creo ser una persona que pueda disfrutar de ese sentimiento, porque nunca lo he experimentado, creo que los hombres no me ven de esa forma —dije un poco triste