32.

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Harvard era un desafío muy complejo y me di cuenta en cuanto puse un pie en la primera clase que estaba rodeado de cerebrito. Todas estas personas eran los primeros en su clases, ellos no sabían que yo era el segundo, con una mínima diferencia pero al final del día, el segundo. Noté que tenía que esforzarme el triple si quería buenos resultados y siempre fui muy exigente conmigo, entonces estaba dispuesto a hacer grandes sacrificios. Los primeros meses fueron horribles, quería salir corriendo del lugar, no porque me estaba costando estudiar, era porque la extrañaba demasiado, pensaba en ella gran parte del día y tenía muy claro que no había chances que me respondiera un mensaje, porque a pesar de que prometió reportarse, ella era una mujer muy testaruda. Pensaba mucho en cómo la estaba pasando, seguro era infeliz porque nunca quiso ir ahí, pero también estaba seguro que era la mejor de su clase, porque eso era algo que ella no transaba jamás.

Cuando recibí el primer mensaje de reporte me puse tan feliz como un quinceañero, sabía perfectamente lo que significaba, durante este tiempo también estuvo pensando en mí. Nos estuvimos escribiendo por algunos meses, pero me tocaba esperar cuando ella tenía ganas de hacerlo, durante este tiempo salí a un par de fiestas, conocí a algunas chicas pero ninguna me parecía tan linda o divertida como ella, a pesar de que todas las veces me convencía en que tenía que trabajar en superarla. Todo eso hasta que apareció en la biblioteca de la universidad, más hermosa que nunca, no tenía competencia, era la más linda de todas.

—Lanzani —me dijo Josh y lo miré— ¿Te pasa algo? —preguntó cerrando su cuaderno— Estuviste muy distraído en esta clase, generalmente en la clase de neuro eres el tipo que más habla

—Estoy dejando participar al resto —respondí con una leve sonrisa— Después van a decir que soy insoportable por culpa de mi papá, además no me gusta opinar en la clases donde lo mencionan como ejemplo —soltó una carcajada y guardó sus cuadernos en la mochila

—¿Vas a ir a la fiesta de la fraternidad? —preguntó

—Depende —respondí— Tengo planes que aún no son confirmados —salimos de la sala y me miró sorprendido

—¿Donde? —preguntó sorprendido

—En la ciudad, pero estoy a la espera de un mensaje —se quedó en silencio y comenzó a reírse— Si el amor de tu vida llama a tu puerta, no puedes renunciar a aquello —no había tipo más intenso que yo, estaba seguro que Lali no me soportaba pero se había enamorado de todas formas

—¿De qué estás hablando? —dijo riendo— ¿Apareció una de tu ex? —no tenía muchas ex, ella fue mi única novia oficial, pero no quería entregar demasiada información en este momento

—Algo así, pero no hemos podido conversar bien, está de paso por la ciudad, me muero por verla pero tengo que esperar a que me confirme, me tiene comiendo de la palma de su mano por años, creo que debería trabajar un poco en mi dignidad —dije con tristeza y el soltó una carcajada— En realidad no, está perfecto, ella se lo merece

—Estás hablando literalmente solo, porque no entiendo nada de lo que dices y además, preguntas cosas y luego te respondes tu mismo, si en algún momento quieres conversar y ser más claro con tu historia, estoy acá para escucharte amigo —dijo riendo

—Gracias —sonreí. 

—Por cierto, ahora que mencionaste a tu papá, ¿crees que cuando venga a la ciudad alguno de nosotros pueda verlo para escuchar su opinión con respecto a algunos procedimientos que salieron de su cabeza? —preguntó, malditos cerebritos, lo miré con una sonrisa

—No creo que existan problemas, el tema es que siempre está muy ocupado, pero si viene en algún momento te lo cuento —suspiré y miré mi reloj— Bueno, aprovecharé esta tarde libre para descansar un poco, estoy muerto, anoche me quedé toda la noche estudiando, espero que haya sido para bien

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