Deconstructed

18.

(Pendiente de edición)

Parpadeo sin saber cómo digerir la información que acabo de recibir. Desconozco con exactitud cuánto se traduce esa cifra en años, pero no hace falta ser muy listo para entender que es más tiempo del que uno puede soportar. La joven frente a mi, frágil como una amapola, ha sobrevivido a innumerables horrores sin siquiera tener el privilegio de sentir la luz del sol. Debo de tener una mueca de consternación no muy discreta, pues carraspea y retoma la palabra antes de que pueda comentar nada.

—Pero nada de eso importa ahora —exclama, rozando la euforia—. ¡Estoy fuera! ¡Soy libre! Podré ver cómo son las puestas de sol... ¿Podré ir a una fiesta? El Doctor siempre me dijo que le encantaban las fiestas y que algún día me llevaría a una.

Le lanzo una mirada a Five en busca de ayuda. La excitación de la chica es peligrosa y contraproducente; si alguien la ve, podría reconocerla y ponernos en problemas. Sin embargo, él solo la observa como quien admira un diamante en bruto, o eso me parece a mí. Siento una punzada en el pecho al recordar las miradas de desprecio que me dedicaba cuando nos conocimos. Nada que ver con las que le regala a ella ahora. Sacudo la cabeza, tratando de despejarla de esos pensamientos inútiles. Me da igual lo que haga, no tengo tiempo para sus juegos retorcidos.

—No nos adelantemos— Repongo, cruzándome de brazos algo molesta— Para empezar ¿Tienes un nombre?

Ella asiente.

—Siempre me dijeron "Génesis", así que lo adopté como nombre propio— Se encoge de hombros y, volviendo a plasmar una sonrisa infantiloide en su rostro, encara a Five— ¿Y tú cómo te llamas? Me encantaría saber el nombre de mi héroe.

No me esmero en ocultar el sonoro bufido que proclamo tras escuchar semejante conjunto de estupideces. ¿Five y héroe en la misma frase? ¿Siendo sinónimos? Venga ya.

—Génesis, me temo que ese chico de ahí es de todo menos tu salvador— Ruedo los ojos mientras suelto carcajadas ácidas. Ella frunce el ceño y aunque luce algo contrariada por mi actitud burlesca, no se atreve a replicar. Quien si lo hace es Five.

—Quizás el de ella no— Utiliza un tono fríamente calculado para contestarme— Pero el tuyo sí... ¿O te has olvidado de que te he salvado la vida múltiples veces?

No sé muy bien cómo rebatir los hechos. Es cierto que me ha ayudado a escapar de los brazos de la muerte en varias ocasiones, pero eso no quita que sea un asesino y que me amargue la existencia la mayor parte del tiempo. Génesis, apoyada en sus rodillas sobre el colchón, ahora lo mira con un destello que brilla más que antes.

—¡Realmente eres un héroe!— Expulsa un chillido de exaltación que me saca de mis casillas.

—No puedo soportar esto mucho más tiempo— Siseo, más para mi misma qué para adornar la conversación— Dime, Génesis ¿Sabes por qué te han mantenido en el laboratorio por tanto tiempo?

La chica de cabellos dorados parece vacilar antes de darme una respuesta clara. Abre y cierra la boca pero de ella no sale ningún sonido.

—No, no lo sé— Dice al fin, frotándose la nariz con la palma de la mano— Llevan experimentando conmigo desde que tengo uso de razón, pero desconozco el motivo.

—Suficiente interrogatorio por hoy— Interrumpe Five, por fin siendo participe en la conversación. Se levanta de un salto y rodea la cama bajo la atenta mirada de su admiradora— Hablaremos mejor por la mañana, Génesis necesita descansar.

Pasa por mi lado sin apenas reconocer mi presencia. Aunque cuando está casi a mi altura, creo escuchar que dice:

—Y tú también.