Capítulo II

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La reina Eleonor se sentó frente al sabio hechicero. En la modesta choza que estaba levantada en un lugar apartado y solitario del bosque, pero cercana a la aldea, el fuego danzaba en unas discretas lámparas que iluminaban lo suficiente para no tropezarse. Distintos olores exóticos e intensos bailaban en el aire al son del tibio calor, con gracia y encanto embriagador.

A medida que avanzaba la noche el frío intenso se colaba como un filoso cuchillo invisible. Tanto el hechicero como la reina Eleonor estaban resguardados por gruesas pieles de animales. Afuera de la tienda, dos guardias que acompañaban a la reina había buscado hacer una pequeña fogata mientras aguardaban a su líder bajo una ligera nevada.

—Hay luna llena mi señora. Es momento adecuado para consultar las runas. —Eleonor miró al hechicero con intensa seriedad. Sus cristalinos ojos eran como dos lagunas en miniatura, limpios, fríos, impenetrables.

El rostro del hechicero estaba prácticamente oculto por las sombras que le creaba su gruesa capucha a contraluz. Los presagios que las runas sobre la mesa le empezaban a revelar, lo ensombrecieron aún más, aunque la reina no lo notase. Aun así, buscó que el tono de su voz pudiese de algún modo sonar consolador.

—El espíritu del rey Aydan está preso en el reino de Hela, diosa de la muerte. Odín se ha enterado de su desgracia y me ha revelado la única forma que usted desde acá podría ayudarlo.

—Pero, ¿cómo?... ¡Por los dioses habla ya!

—Enviándome usted misma al Helheim como sacrificio. Odín está dispuesto a interceder. Ha acordado con la diosa Hela poder intercambiarme a cambio de liberar el alma del rey Aydan de su actual prisión.

—¿Aydan lograría entrar al Valhalla?... ¡Es maravilloso! —Un brillo instantáneo de felicidad iluminó los ojos y el terso rostro de la reina Eleonor de manera repentina, haciéndole recuperar su legendaria belleza y encanto.

—Sí. Es maravilloso y liberador... —Murmuró para sí mismo el hechicero, pero la reina en su euforia no lo alcanzó a oír.

Valkirias y SirenasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora