Me desperté de nuevo con algo de dificultad, puesto a que sentía un dolor bastante fuerte en la pierna. La miré así como pude y la vi hinchada. Luego me volví a poner como estaba y miré hacia la derecha, encontrando con un bisturí clavado en el cojín, a muy poca distancia de mi cara.
Intenté cogerlo con la boca y cuando lo conseguí, intenté cortar la cuerda que me agarraba la mano derecha. De repente pude sentir mi mano libre. Cogí el bisturí y corté el resto de cuerdas. Me levanté con cuidado de la cama sin apoyar la pierna y, al estar incorporada del todo, vi un cuerpo en el suelo. Corrí cojeando hacia allí y, al ver que era Sam, le tumbé en la cama cómo pude y le até sus manos y piernas para que no volviese a hacer eso conmigo.
Fui hacia la puerta y casi me caí patinando con un líquido que estaba esparcido por el suelo. Lo miré bien y pude distinguir un color rojizo de sangre, creando un rastro desde ahí hasta una esquina de la habitación. Miré instintivamente a Sam, pero el tenía solamente una pequeña herida en el labio.
- Matt... - dije hablando para mí.
Seguí el rastro y vi a Matt apoyado en una esquina con unas tijeras clavadas en un costado... Inconsciente. Rápidamente le tomé el pulso y noté como el corazón le latía, pero débilmente.
Bajé corriendo, olvidando que tenía una herida en la pierna, unas escaleras que había y busqué la cocina. La revolví entera y no encontré nada. Busqué el baño e hice lo mismo, con la diferencia de que ahí encontré gasas, alcohol y vendas. Volví a subir y llegué a la habitación.
- Matthew, aguanta por favor... - fue lo que dije antes de echar alcohol mientras le quitaba las tijeras.
La sangre corría y cada vez salía más. No había cogido ningún trapo, así que me quité la camisa e hice presión en la herida para evitar que perdiera más sangre. Seguí echando alcohol y noté como la sangre iba disminuyendo, no sabía si estaba consiguiendo parar la hemorragia o si se estaba quedando sin sangre. Con cuidado, quité mi camisa ensangrentada de la herida y le puse una serie de gasas, para luego poder rodearle la cintura con la venda. Eché un poco de alcohol encima de la venda e intenté moverlo.
Le cogí en brazos, arrastraba los pies ya que pesaba bastante, y le subí a una cama de otra habitación para que descansara.
Volví a la otra habitación y cogí las cosas que usé para intentar curar a Matt y volví con él. Me mojé la herida de la pierna en alcohol mientras agarraba un trozo de mi camisa que no había quedado manchada con los dientes. Ardía muchísimo. Luego me puse una gasa y la venda.
Entonces me puse a llorar. Casi perdía a Matthew, y sí, era muy posible que me estuviera empezando a gustar. Pero sabía que él nunca se fijaría en una chica como yo... ¿Con todas las chicas que están, literalmente, enamoradas de él? Era algo que dudaba muchísimo.
Andaba por toda la casa en busca de mi móvil para llamar a James para que viniera a buscarnos alguien, cuando escuché un ruido proviniente de un sótano. Cogí un jarrón para que me sirviera de arma y bajé.
Encendí la luz, y no supe como reaccionar. En dos sillas había atados dos niños de unos diez años con la boca tapada con cinta americana. Ellos se asustaron al verme, suponía que por ir cubierta de sangre de arriba a abajo. Me acerqué poco a poco y saqué mi cartera para enseñarles la placa y que dejaran de estar asustados.
- Hola chicos - sonreí - tranquilos. Me llamo Alice y soy agente del FBI. Os sacaré de aquí - les desaté y les quité la cinta de la boca - ¿Quién os ha hecho esto?
- Un... - dijo la niña aún un poco asustado - era un hombre... Moreno, de pelo corto... Y ojos verdes, creo.
- Vale, tranquilos. ¿Dónde están vuestros padres?
- De viaje... Volvían a las seis - me contestó el hermano.
Miré por la estancia y vi un móvil que, curiosamente, era el mío. Lo desbloqueé y llamé a James sin pensarmelo dos veces. Sonó tres veces hasta que su voz sonó por la otra línea.
- James.
- James... Soy Alice...
- ¡Alice! - me interrumpió - llevamos buscándote desde hace horas. ¿Qué ha pasado?
- Me han secuestrado... O al menos lo han intentado. Escúchame, envía una ambulancia a la casa de la familia de Albert Smith. Hay un herido grave.
Colgó y estuve con los niños de mientras. Los pobres estaban hambrientos. Les preparé un bocadillo junto con un vaso de agua y escuché un grito proveniente de arriba.
- ¿Chicos, sabéis si vuestro padre guarda algún arma por algún sitio?
El niño asintió y me la traje en menos de lo que canta un gallo. Subí con cuidado y entré en la habitación donde gritaban.
- ¡Deja lo que estés haciendo! - grité a punto de disparar.
Matt levantó las manos y se fue para atrás, gritando del dolor. Miré la venda y vi que la sangre la traspasaba débilmente.
- Deberías dejar de darme... - se incorporó un poco para ponerse cómodo -... esos sustos.
- Lo siento.
Me fui a su lado y le cambié las gasas y la venda para que las tuviera limpias. A pesar de que volvía a estar consciente y que no se encontraba mal, tenía que ir al médico a que le miraran esa herida.
- ¿Qué ha pasado? - preguntó nervioso - ¿Qué te ha pasado en la pierna? ¿Porqué vas sin camisa?
- Eh - reí - ponte tranquilo fiera. Ayer gritaba para que vienieras pero Sam me clavó un bisturí en la pierna. Yo luego desperté después de haberme desmayado y vi a San tumbado en el suelo, lo até y tu tenías unas tijeras clavadas en costado. La camisa fue por tu bien.
- ¿Entonces me has salvado la vida?
- Algo así - sonreí.
- ¡GARCÍA! - gritó James desde abajo.
Le llamé diciendo que estaba arriba.
- ¿Has llamado al FBI? - dijo asustado - por favor no le digas lo del...
- No, tranquilo - le dije. Sabía que se refería a lo del secuestro - no te pongas nervioso, será peor.
La ambulancia tardó un poco, pero se llevaron a Matt y a Sam, que seguía inconsciente. Pero a éste último le habían enviado con un regalo. Unos seis guardias iban a estar allí para cuando despertase y estuviera estable. Ese hombre no merecía volver a la calle.
Los médicos me miraron la pierna y me agradecieron admirados por el pequeño trabajo que había hecho. Le había salvado la vida un hombre, y mi pierna, ya que me dijeron que si me hubiese despertado hubiese perdido las dos cosas. Yo estaba feliz, pero no por mi heroicidad, si no por qué sabía que Matthew estaba bien y no debía preocuparme por él.
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Hey, nuevo capítulo wiii :3
He estado toda la mañana viendo Mentes Criminales y cuando había escenas con Spency... Dios que guapo *w*
Beeeno, pues hasta aquí por hoy, un abrazo mis genias!! :3
P.D.: No sé por qué, pero me ha pegado el venazo de que Sam sea John Cusack (es cierto que es un actor que también me gusta, y como le queda guay ser el malo...).
P.D.2.: Estoy pensando en poner a algún otro actor para que 'interprete' a James... ¿Alguna sugerencia?
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Sorpresas en Virgina (Matthew Gray Gubler fanfiction) [Wattys 2017]
Fanfiction"Mi sueño siempre fue entrar en el FBI para trabajar en la Unidad de Análisis de Conducta. Para eso debía nacionalizarme en Estados Unidos después de vivir una serie de años allí. Conseguí hacer mi sueño realidad gracias a Mentes Criminales y a Spen...