Pasaron unos días más cuando Shemar me avisó de que nos íbamos al día siguiente. En parte estaba feliz por que vería a mis compañeros. Quería despedirme de ellos, a pesar de que tarde o temprano volvería a Virginia, era el trabajo de mis sueños, no lo iba a dejar por una 'pelea' con mi supuesto novio.
Estuve pensando tumbada en la cama que tal vez me hubiera pasado con Matthew. ¿Acaso Amber no hubiera sido capaz de hacer de todo solo por separarnos?
[...]
- ¿Por qué suena la alarma? - dije con voz de dormida.
Me froté los ojos perezosa y estiré la mano para - según lo que mi cabeza pedía - tirar el móvil a la pared de enfrente, pero en cambio lo cogí para evitar romperlo. Cuando miré la pantalla descubrí que no era la alarma, sino Shemar llamándome.
- ¿Diga?
- ¿Alice dónde estás? - alzó la voz - son las diez de la mañana, vas a perder el vuelo.
- ¡Oh joder! - dije saltando de la cama - lo siento mucho Shemar. Voy corriendo.
- Date prisa - dijo casi riendo y colgó.
Me metí en el baño y salí diez minutos después, vestida, arreglada y duchada. Me gustaba estar debajo de la ducha una media hora, y me molestaba aquello de hacerlo en cinco minutos.
- Calma Alice - me dije mientras cogía la maleta que gracias a Dios preparé los días anteriores - en cuánto llegues a Virginia te duchas otra vez.
Respiré hondo, cogí las llaves del coche - que al final acabé comprando - y salí camino al aeropuerto.
- Última llamada para los pasajeros del vuelo con destino Virginia. Por favor, embarquen por la puerta número 8 - escuché desde los altavoces del aeropuerto.
Empezaba a ponerme nerviosa, corriendo de un lado para otro buscando mi puerta de embarque. Me sentía fatal por que, con todo lo que había pasado relacionado conmigo, Shemar insistió en comprarme el billete, y ahora iba a perder el avión.
Creo que grité un aleluya cuando al fin la encontré. Por suerte me dejaron pasar y corrí hasta el avión. Al subir, busqué a Shemar y, llegando a la mitad del avión, le vi con la mirada perdida hacia la ventanilla, probablemente pensando donde narices debía estar.
- Disculpe - le llamé como si no le conociera - creo que ese es mi asiento.
- Alice - dijo al verme con una gran sonrisa - empezaba a pensar que no ibas a llegar.
- Ya sabes, no se me escapa ni una - reí.
Shemar me dejó pasar y me senté al lado de la ventanilla. El avión empezó a moverse y despegó casi en seguida. No me puse nerviosa ni nada parecido, tanto tiempo subiéndome en el jet de la unidad hizo que me acostumbrara a algo a lo que le tenía pánico.
Mientras seguíamos subiendo, me vino una imagen a la cabeza. Rebecca. Matt pasó de ella cuando quiso hablar con él. Cuando me perdí estuvo buscándome a saber cuanto tiempo. Lo de Amber fue algo parecido.
- ¿En qué piensas? - me preguntó Shemar.
- En nada - le miré y él arqueó una ceja como diciendo "no te lo crees ni tú" - bueno, pensaba en que... Tal vez debería hablar con Matthew.
- Te lo iba a decir al llegar a Virginia, pero te has adelantado - rió - Matthew te quiere, me lo ha dicho millones de veces.
- Ya, pero no sé qué hacer, Shemar... Sé que me quiere, pero... - intenté decir - me ha hecho daño.
- Mira, cuando rodábamos, mientras tú hablabas con las chicas, él hablaba de ti mientras te miraba con una sonrisa enorme y los ojos brillantes - dijo serio - habla con él.
- Está bien - rodé los ojos divertida al ver que había alzado una ceja.
- Perdonar es de sabios, recuérdalo - sonrió.
- Que sí - reí al mismo tiempo que le pegaba un golpe en el hombro.
El vuelo se nos hizo muy corto y, al llegar fui directa a mi casa para darme una ducha como Dios manda. Cuando salí me vestí y fui a la cocina a prepararme un café. Me reí al recordar a Spencer en un episodio diciendo que si no hubiese café en la unidad, él ya no iría.
Cuando me fui a sentar en el sofá del salón, vi una cadenita asomarse debajo de un montón de periódicos.
Tiré de ella y descubrí el collar que se escondía. Era muy bonito y parecía de plata. El colgante era la silueta de un corazón, y dentro una pistola que se movía girando dentro de éste. Cuando la pistola apuntaba a la izquierda, se podía leer el nombre de "Matthew", y cuando lo hacía hacia la derecha, el nombre de "Spencer".
- Matthew... - susurré - definitivamente, tengo que ir a hablar contigo.
Nada más decir eso, me levanté del sofá, y salí de casa para ir a la de Matthew, recuerdo que me dijo que hacía tiempo que no salía.
Cuando llegué, suspiré hondo y entré por el portal. Llamé al ascensor y al llegar a su puerta volví a suspirar. Golpeé tres veces la puerta con los nudillos, llamando. Después cuatro.
- Matthew, abre - dije alzando un poco la voz - soy yo, Alice. Por favor, ábreme.
No hubo respuesta a pesar de qué insistí por lo menos tres veces más. Me puse de puntillas para intentar llegar al borde de la puerta, pero no llegaba. Matthew guardaba una copia de la llave allí.
- Matthew Gray Gubler - dije entre dientes mientras saltaba - te arrepentirás de no haberme abierto la puerta.
- ¿Qué haces? - dijo alguien detrás de mi.
Al reconocer su voz un montón de mariposas empezaron a revolotear en mi estómago. Me giré poco a poco y al verle, se me cayó la mandíbula al suelo - metafóricamente hablando -. Las ojeras se le notaban más, tenía los ojos algo rojos e hinchados, como si hubiera llorado durante semanas, se había cortado el pelo, a pesar de que lo tenía completamente despeinado, le había crecido algo de barba y estaba más delgado.
- Matt... ¿Qué te ha pasado? - dije con la voz débilmente quebrada.
- Ya sabes... - se encogió de hombros mientras miraba al suelo y se mordía el labio inferior. Yo asentí sabiendo a qué se refería - te ha crecido el pelo y... Llevas el collar que dejé en tu casa.
Volví a asentir y a Matt se le escapó una lágrima. Odiaba verle así, y el enfado se me fue de golpe. Me di cuenta de que llevaba unas bolsas, pero estaban en el suelo. Di un paso, luego otro hacia Matt. Él hizo lo mismo y antes de que nos diéramos cuenta, los dos corrimos dos segundos para abrazarnos fuertemente.
- Lo siento - sollozó Matthew - lo siento mucho Alice...
- No, no sientas nada - le dije también sollozando un poco - la culpa ha sido mía, no tuya.
- Pero si yo no hubiese...
- No - le interrumpí - está olvidado, ¿vale?
Me separé y le miré. Él asintió con la cabeza y se acercó para besarme, pero me adelanté yo.
- ¿Quieres pasar? - me preguntó sonriendo un poco.
- Claro.
Le devolví la sonrisa, abrió y abrí la boca al ver su casa por dentro. ¿Qué había pasado ahí?
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Bien, aquí nuevo capítulo :3
¿Qué habrá pasado en casa de Matt? Lo sabréis luego jijiNos leemos my geniouses ;)
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Sorpresas en Virgina (Matthew Gray Gubler fanfiction) [Wattys 2017]
Fanfiction"Mi sueño siempre fue entrar en el FBI para trabajar en la Unidad de Análisis de Conducta. Para eso debía nacionalizarme en Estados Unidos después de vivir una serie de años allí. Conseguí hacer mi sueño realidad gracias a Mentes Criminales y a Spen...