Habían pasado meses desde que asesinaron a Maeve, la persona a la que Spencer más quería. Pensó en Melinda prácticamente todo el tiempo y sobre lo que le dijo. Era lista, guapa, simpática... Le agradaba, mucho además, pero no podía sacarse a Maeve de la cabeza. Llevaba muy mal la depresión y había hablado con Hotch para que le dejara unos días de descanso y llevaba sin ver ni comunicarse con la unidad desde hacía bastante tiempo. Tocaron al timbre pero él no hizo caso. No quería preocupar más a nadie, pero no estaba preparado para verles.
- Spenc, soy J.J. sólo queremos saber si estás bien - no contestó.
- Toca dos veces si estás consciente - dijo García.
Desde fuera se notaba la tensión de las dos chicas. Sobretodo la de García, quien se alivió al escuchar dos golpes en la puerta provenientes de dentro de la casa.
Después de intentar convencerle, se fueron y Spencer se quedó sentado en la puerta, hasta que volvieron a tocar el timbre.
- Spencer - dijo Melinda. Él sonrió levemente - soy Mel. Abre, por favor.
La joven, al no recibir respuesta, quiso amenazarle amistosamente.
- Ábreme si no quieres que tire tu puerta abajo cómo hace Morgan - dijo pareciendo lo más seria posible.
La puerta se abrió levemente y Melinda entró. Al principio estaba algo asustada, pero la hospitalidad de esa casa la hizo reconfortarse.
- Si te preguntas porque estoy así... - empezó hablando Reid.
- Lo sé - le interrumpió Melinda - Maeve.
Al pronunciar aquel nombre, una extraña sensación recorrió su cuerpo. Seguía algo celosa de que Spencer la quisiera tanto a pesar de estar muerta.
- Escúchame - se sentó al lado de donde Spencer estaba - sé que es difícil pasar página después de lo que ha pasado. Pero no puedes estar así toda tu vida. Además, sabes perfectamente que no me gusta ver a la gente triste. Especialmente a tí, por que eres un gran amigo - le sonrió - así que mi misión como amiga es animarte. Y juro que seré más efectiva que los frutos secos de García. ¿Puedo? - él frunció el ceño mientras sonreía - darte un...
El agarre de los fuertes brazos de Spencer la interrumpieron. La estaba abrazando. Notó como se le mojaba el jersey que llevaba gracias a las lágrimas de Reid. Llevaba tanto necesitando un abrazo de alguien a quién también quería. Entonces cambió la imagen que se creaba de Maeve en su cabeza y la cambió por Melinda. No iba a perderla a ella también, y en el fondo estaba seguro de que Maeve querría lo mejor para él, que siguiera adelante con su vida.
Se separó y Melinda le cogió del rostro para limpiarle las lágrimas. Él aprovechó el momento y se acercó a ella, rozando sus labios con los suyos y dándole un cálido beso. Ella se lo correspondió y se aferró a él. Cuando se separaron juntaron sus frentes.
- Me alegro de que hayas venido - Spencer sonrió de lado.
- Spenc... - susurró Melinda - no sé si esto está del todo bien. Acabas de salir de algo muy doloroso y puede que estés confuso. No quiero hacerme falsas ilusiones...
Él asintió y dejó que Melinda apoyara su cabeza en su hombro. Hasta que algo que no consiguió entender muy bien le pilló por sorpresa.
- A la mierda - dijo su amiga.
Se lanzó prácticamente desesperada. Él la agarró de la cintura y también le correspondió el beso mientras tenía los ojos cerrados. Al separarse, los dos se volvieron a sonreír.
- ¿Quieres algo? - dijo Spencer cuando se iba a levantar.
- No, tu quietecito - habló Melinda - tienes que dejar que te mimen un poco. Sobretodo si estás depre.
- Ya estoy mejor - se levantó y se dirigió a la cocina, donde estaba ella.
- Spenc - le llamó - ¿dónde narices tienes el...?
Los labios de Spencer la volvieron a interrumpir. Después de lo que pasó con Maeve, no sabía si estaba haciendo lo correcto o no, pero en verdad le daba igual. Besar a Spencer era algo demasiado bueno y reconfortante como para intentar resistirse.
- Aquí - dijo sonriendo - es cierto que eres mas efectiva que los frutos secos... Y eso que contienen...
- Serotonina, lo sé - le interrumpió - recuerda que no eres el único genio aquí.
- ¿Ah, no? - levantó una ceja.
- Tu querida amiga tiene un coeficiente intelectual de 183, lee 20.000 palabras por minuto y la memoria nunca le falla - le giñó un ojo.
- Bueno, yo no veo a ninguna amiga por aquí - sonrió de lado y se acercó a ella.
- ¿Ah... N... No...? - tartamudeó. Estaba nerviosa.
- Veo a una chica preciosa y lista, que tendrá que responder a una de mis preguntas - se paró en seco y pareció reaccionar - o no... Mejor no...
- Reid, ahora lo dices. Por bocazas - Melinda le sacó la lengua.
- Quería saber si te apetecería... Ir a cenar conmigo... Formalmente pero cómo algo más que simples amigos...
- Iré encantada - sonrió Melinda.
Un móvil sonó del bolsillo de la agente y simplemente lo miró. Era un mensaje de Hotchner: "Tenemos un caso. Te quiero en la oficina lo antes que puedas".
- Spencer, ¿sigues de humor cómo para salir a cazar a un asesino? - le preguntó haciendo una mueca.
- Sabes que contigo siempre estoy de buen humor - dijo él - aún no sé como lo haces.
Melinda sonrió y salieron hacia la oficina una vez Spencer estuvo listo. Todo el mundo se alegró de verle de nuevo y el sonrió a todo el mundo como si Maeve nunca hubiese existido. Ahora tenía a Melinda. Justo antes de subir al avión, después de la breve explicación del caso, como eran los últimos, Spencer la cogió del brazo y la acercó a ella para besarla de nuevo.
- Te quiero - susurró Spencer - hace tiempo que me di cuenta. Pero Maeve me cegaba.
- No te preocupes - sonrió Melinda - te entiendo. Y, Spence. Yo también te quiero.
Él la volvió a besar y subieron al avión, esperando a que nadie les hubiera visto. Le contarían al equipo lo sucedido, pero lo harían cuando estuvieran preparados para una pequeña pero no importante charla de su jefe.
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Buaaano, sé que tampoco es que tenga mucho sentido éste capítulo, pero mi cabeza no carbura, son la una y veinte de la mañana :c
Pero hasta aquí llegó la pequeña maratón, espero que os haya gustado, así mezclamos Matthew Gray con Spencer Reid. Misma persona, diferentes personalidades. Hmm... Eso es raro...
Bueeeno, nos leemos muy geniuses :3
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Sorpresas en Virgina (Matthew Gray Gubler fanfiction) [Wattys 2017]
Fanfiction"Mi sueño siempre fue entrar en el FBI para trabajar en la Unidad de Análisis de Conducta. Para eso debía nacionalizarme en Estados Unidos después de vivir una serie de años allí. Conseguí hacer mi sueño realidad gracias a Mentes Criminales y a Spen...