Dahyun pasó los días siguientes inmersa en una tormenta emocional. Cada minuto que pasaba la decisión se hacía más pesada, como si estuviera atrapada entre dos mundos. Por un lado, la calidez de su madre, esa estabilidad y seguridad que siempre había deseado. Por otro, el fuego de su relación con Sana, esa pasión prohibida que la hacía sentirse viva pero también rota por dentro.
La tarde en la que todo estalló fue sofocante. El calor se colaba por las ventanas del comedor, pero Dahyun apenas lo notaba. Había estado caminando de un lado a otro, debatiendo consigo misma, hasta que finalmente no pudo más. Tenía que tomar una decisión, aunque esa decisión partiera su corazón en dos.
Sana la observaba desde el marco de la puerta, callada pero atenta. Sabía que Dahyun estaba luchando consigo misma, pero no dijo nada. Esperó, como siempre lo hacía, permitiendo que Dahyun encontrara su camino. Sin embargo, ese silencio la estaba destrozando.
—Sana... tengo que hablar contigo —dijo Dahyun de repente, su voz quebrada, como si cada palabra doliera.
Sana cruzó la habitación con pasos firmes, sentándose frente a Dahyun. La tensión en el aire era palpable, como si ambos corazones estuvieran a punto de explotar.
—Dahyun, lo que sea que estés sintiendo... dilo —respondió Sana, con ese tono serio que usaba cuando sabía que algo importante estaba por suceder.
Dahyun respiró hondo, sus manos temblaban mientras las entrelazaba en su regazo. Sabía que lo que estaba a punto de decir cambiaría todo. Y no estaba segura de estar lista para eso.
—He decidido irme con mi madre... —soltó de golpe, sintiendo cómo su corazón se rompía con cada palabra.
El silencio que siguió fue ensordecedor. Sana no dijo nada al principio, solo la miró, y en esa mirada había una mezcla de sorpresa, dolor y algo que Dahyun no pudo descifrar. Finalmente, Sana habló, pero su voz sonó más fría de lo que Dahyun había esperado.
—¿Te vas? —repitió Sana, como si no pudiera creer lo que estaba escuchando—. ¿Vas a dejar todo lo que hemos construido? ¿Vas a dejarme?
—No es que quiera dejarte, Sana... Es que no puedo ignorar a mi madre. Ella ha estado conmigo desde siempre. No puedo simplemente darle la espalda —intentó explicar Dahyun, su voz temblando mientras las lágrimas comenzaban a acumularse en sus ojos.
—¿Y yo, Dahyun? —Sana se levantó de golpe, la intensidad en sus ojos reflejaba el dolor que intentaba contener—. ¿Qué soy yo para ti? ¿Solo una aventura, algo que puedes dejar atrás cuando te convenga? No puedes hacer esto y esperar que todo siga igual, tu madre se fue.
Las palabras de Sana la golpearon como un puñetazo en el estómago. Claro que no era solo una aventura. Lo que tenían era real, tan real que a veces la asustaba. Pero Dahyun también sabía que no podía seguir viviendo en ese limbo, atrapada entre el amor de su madre y el deseo por Sana.
—¡No es así, Sana! —gritó Dahyun, con la desesperación empapando su voz—. ¡Lo que siento por ti es real, pero no puedo seguir escondiéndome! ¡No puedo vivir así, ocultando lo que tenemos mientras finjo que todo está bien!
—¿Y crees que yo sí puedo? —La voz de Sana tembló por un segundo, pero se mantuvo firme—. Yo también lo siento, Dahyun. Yo también estoy atrapada. Pero no puedes irte así, no puedes romperme de esta manera.
El dolor en la voz de Sana fue lo que finalmente derrumbó a Dahyun. Las lágrimas, que había estado conteniendo, comenzaron a caer sin control. Sabía que estaba lastimando a Sana, que estaba destruyendo algo hermoso y prohibido. Pero no veía otra salida.
—Lo siento tanto, Sana... —susurró entre sollozos—. Pero no puedo darle la espalda a alguien que de verdad me ama. Amo a mi madre. Y también te amo a ti. No quiero hacerte daño, pero no sé cómo vivir así, dividida entre dos mundos.
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[PAUSADO] MI MADRASTRA // SAIDA
FanfictionUna trágica historia en donde Dahyun sin quererlo cae ante los encantos de la nueva esposa de su padre. Porque aún después de odiarla le es inevitable enamorarse de aquella dulce mujer que solamente intentaba empatizar con ella. + Contenido homosexu...