Mientras el agua caliente caía sobre su piel, Dahyun se permitió cerrar los ojos y revivir cada momento que había compartido con Sana. La calidez de sus abrazos, el roce de sus labios y las risas que resonaban entre ellas parecían etéreos en su mente, como si aún flotaran en el aire. Sin embargo, la realidad se filtraba a través de esos recuerdos, y el temor de que su madre pudiera descubrir algo la mantenía alerta.
Al salir de la ducha, Dahyun se envolvió en una toalla y miró su reflejo en el espejo. La cara sonrojada y la sonrisa involuntaria que se dibujaba en sus labios eran testigos de lo que había vivido. Pero, por otro lado, el pánico la invadía. Sabía que su madre la conocía bien, y cualquier cambio en su comportamiento podría levantar sospechas.
Secándose rápidamente el cabello y vistiéndose con ropa cómoda, Dahyun trató de calmar sus pensamientos. Se sentó en su cama, tratando de procesar la noche. Su corazón latía con fuerza mientras reflexionaba sobre lo que había sucedido. ¿Qué significaba realmente para ella? ¿Era solo un momento, o estaba empezando algo más?
De repente, su teléfono vibró perdido en la cama, interrumpiendo sus pensamientos. Era un mensaje de Sana.
"¿Estás en casa?"
Dahyun sintió que su corazón se aceleraba. ¿Debería responder? se preguntó, temiendo que su madre pudiera entrar en cualquier momento. Sin embargo, la necesidad de hablar con Sana era más fuerte que su miedo.
"Sí, acabo de llegar. Estoy bien."
Esperó unos momentos antes de que el teléfono vibrara de nuevo.
"Me alegra saberlo. Quiero hablar contigo sobre lo que pasó..."
Dahyun sintió una oleada de emoción y nerviosismo al leer eso. Sabía que debían hablar sobre su conexión y cómo proceder a partir de ahí. Pero, antes de poder responder, escuchó pasos acercándose a su habitación.
—Dahyun, cariño, ¿puedes salir un momento? —la voz de su madre interrumpió su concentración.
El pánico la invadió. Se apresuró a ocultar su teléfono y respiró hondo antes de abrir la puerta.
—¿Qué pasa, mamá? —preguntó, tratando de sonar lo más casual posible.
Su madre la miró con una mezcla de curiosidad y preocupación.
—Quería saber cómo te fue. Te vi muy emocionada cuando llegaste. —Su madre sonrió, pero había un dejo de incertidumbre en su mirada.
Dahyun se sintió atrapada, la sonrisa de su madre la hacía querer ser honesta, pero la verdad era más complicada de lo que podía explicar en ese momento.
—Me fue bien. Solo... pasé tiempo con amigos. —Dahyun eligió sus palabras con cuidado.
—¿Solo amigos? —su madre la miró con escepticismo.
Dahyun asintió, intentando parecer convencida.
—Sí, mamá. Solo eso.
La expresión de su madre cambió ligeramente, pero no presionó más.
—Está bien, cariño. Solo recuerda que puedes confiar en mí, ¿sí? No quiero que sientas que ya no puedes hablar conmigo. —Su tono era más suave ahora, y Dahyun sintió un leve alivio.
—Lo prometo, mamá —respondió Dahyun, con sinceridad. Sabía que debía ser más abierta con su madre, pero por ahora, era demasiado pronto para hablar de Sana.
Cuando su madre se alejó, Dahyun cerró la puerta nuevamente y se dejó caer en la cama, sintiendo que la presión de su pecho se aliviaba un poco. Con la mente llena de pensamientos sobre su conversación con Sana y lo que significaría para ellas, decidió que debía encontrar la manera de que todo encajara.
Tomó su teléfono y respondió a Sana.
"Yo también quiero hablar. ¿Podemos vernos mañana?"
El mensaje salió volando, y su corazón latió ansiosamente mientras esperaba la respuesta.
"Sí, por favor. A las 3, en nuestro lugar habitual."
Dahyun sonrió. Tendrían su oportunidad de hablar y definir lo que sentían la una por la otra. La emoción y la anticipación la envolvieron de nuevo, y el nerviosismo se transformó en una energía vibrante.
Con una nueva determinación, se preparó para dormir, sintiendo que lo que había comenzado esa noche en el sofá era solo el comienzo de un viaje lleno de posibilidades. La realidad podía ser abrumadora, pero también estaba llena de promesas y nuevos comienzos. Sabía que no sería fácil, pero con Sana a su lado, estaba dispuesta a enfrentar lo que viniera.
Dahyun, aún con la adrenalina corriendo por sus venas, se sentó en su cama y trató de calmarse. Sin embargo, su mente seguía revoloteando entre los recuerdos de Sana y la charla que tenían programada para el día siguiente.
Aunque las palabras de su madre la habían sacado de su ensueño, pues ahora la inquietud de lo que podía pensar su madre la mantenía en un estado de alerta.
Por otro lado, en la habitación de la señora Kim, la mente de la mujer también estaba en ebullición. Desde el momento en que Dahyun había llegado a casa, había notado su nerviosismo y emoción; no era habitual en ella, pues desde que se separáron, no la había vuelto a ver tan feliz.
"¿Qué habrá pasado en el parque?" pensó la mujer, sintiendo una mezcla de preocupación y curiosidad. "¿Estará saliendo con un chico?" La idea de que su hija estuviera experimentando el primer amor la llenaba de nostalgia. Recordó su propia adolescencia, la emoción de conocer a alguien especial, los secretos compartidos y los momentos emocionantes. Pero también sentía una punzada de inquietud al pensar en los riesgos que eso conllevaba.
Dahyun está creciendo rápido, reflexionó, mirando la puerta cerrada de la habitación de su hija. Tal vez no esté lista para hablar conmigo sobre esto. Se sintió un poco decepcionada por la evasiva de su hija, pero sabía que esa era la naturaleza de la juventud. "Todos pasamos por eso. Solo espero que esté cuidándose y eligiendo bien a las personas con las que se relaciona."
Su mente viajaba entre imágenes de su hija pequeña y la joven en la que se estaba convirtiendo. "No quiero que se sienta sola en esto", pensó. "Pero, ¿cómo puedo acercarme sin que se sienta presionada?"
Mientras su madre se dirigía a la cocina a preparar la cena, una sensación de melancolía la invadió. "Quizás deba darle un poco de espacio. Pero, ¿y si necesita ayuda?" Esa pregunta la inquietaba, como un eco en su mente. Deseaba que Dahyun supiera que siempre estaría ahí para ella, sin importar lo que pasara.
Esa noche, mientras cocinaba, su corazón estaba dividido entre la nostalgia por los momentos pasados y la esperanza de que su hija encontrara su propio camino. "Si se ha visto con un chico, espero que sea alguien bueno", pensó. "Quiero conocerlo... o al menos saber que está bien."
Con un suspiro, se concentró en la cena, tratando de ahuyentar sus preocupaciones. Pero su mente seguía regresando a la imagen de Dahyun, llena de secretos y nuevos sentimientos. La juventud puede ser confusa. Solo espero que sepa que siempre puede contar conmigo.
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[PAUSADO] MI MADRASTRA // SAIDA
FanfictionUna trágica historia en donde Dahyun sin quererlo cae ante los encantos de la nueva esposa de su padre. Porque aún después de odiarla le es inevitable enamorarse de aquella dulce mujer que solamente intentaba empatizar con ella. + Contenido homosexu...