Dahyun se alejó del parque con el corazón pesado, cada paso resonando con la confusión de sus emociones. Las palabras de Sana la perseguían: “Tómate tu tiempo. Estaré aquí si decides que quieres seguir viéndome”. Su mente se llenó de imágenes de lo que podría haber sido y de lo que en realidad era. Mientras caminaba, se preguntaba si había tomado la decisión correcta al priorizar sus sentimientos.
Al llegar a casa, la señora Kim la recibió con una sonrisa cálida, pero Dahyun apenas podía responder. Su madre, al notar la expresión en su rostro, se acercó con preocupación.
—¿Todo bien, cariño? —preguntó, tocando suavemente el brazo de su hija.
—Sí, solo un día largo —mintió Dahyun, sintiendo que no podía compartir lo que realmente había sucedido.
Mientras la señora Kim preparaba la comida, Dahyun subió a su habitación, donde se dejó caer en la cama, sintiendo que el mundo se desmoronaba a su alrededor. La idea de lo que podría haber tenido con Sana la atormentaba, pero la inseguridad de una relación sin compromiso la hacía dudar.
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Mientras tanto, en la casa de Sana, la atmósfera era tensa. Su esposo, había llegado más temprano de lo habitual, y ella lo sintió entrar con un aire de preocupación. Aunque solía ser un hombre comprensivo, había un lado posesivo en él que a veces se hacía notar.
—¿Dónde has estado? —preguntó el hombre con un tono que parecía más acusatorio que curioso.
—Fui a ver a Dahyun —respondió Sana, intentando mantener la calma. Sabía que él no veía con buenos ojos la relación que había desarrollado con su hija, pues le enojaba saber que Dahyun le había dado la espalda a él, que era su padre, pero podía seguir hablando con Sana.
—¿Y por qué no me lo dijiste? Sabes que me molesta que mantengas contacto con esa traidora —dijo cruzando los brazos, su mirada dura.
—Porque no quería que te preocuparas. —se defendió Sana, aunque en su interior sabía que había más en su corazón.
El señor Kim la miró fijamente, como si pudiera leer sus pensamientos.
—No me engañes. ¿Tú igual planeas irte? Ella no es tu hija, Sana, no entiendo por qué te obsesionas con ella.
Sana sintió que la ira comenzaba a burbujear dentro de ella.
—No estoy obsesionada. Solo tengo una conexión con Dahyun, algo que tú no entenderías.
—¿Y si esa conexión te lastima? —replicó levantando una ceja. —Ella es igual a su madre, va a darte la espalda cuando menos lo imagines, ni siquiera te considera familia, ¡porque de ser así no se habría ido!
—¡Cállate! —gritó Sana, sintiendo que las lágrimas comenzaban a acumularse en sus ojos. —Dahyun es fuerte, y aunque tiene sus inseguridades, tiene derecho a sentir. Las lastimaste a ella y a su madre, es por eso que se fueron... No estoy haciendo nada malo al querer entenderla, solo quiero cuidarla.
El señor Kim se acercó, su tono volviéndose más firme.
—Solo te pido que seas cuidadosa. No quiero verte sufrir, y menos por una niña que no sabe lo que hace.
Sana sintió que las palabras de su esposo le atravesaban el corazón. Sabía que él se preocupaba por ella, pero la forma en que hablaba de Dahyun la hacía sentir que estaba siendo juzgada. ¿Por qué no podía ver que lo que había entre ellas era especial?
Al caer la noche, las emociones de Sana eran un torbellino. Decidió enviar un mensaje a Dahyun, intentando aclarar sus pensamientos.
“¿Podemos hablar más tarde? Necesito decirte algo importante”.
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[PAUSADO] MI MADRASTRA // SAIDA
FanfictionUna trágica historia en donde Dahyun sin quererlo cae ante los encantos de la nueva esposa de su padre. Porque aún después de odiarla le es inevitable enamorarse de aquella dulce mujer que solamente intentaba empatizar con ella. + Contenido homosexu...