Félix estaba en su habitación estudiando para su próxima presentación, mientras Metamorfo, con su forma cambiante, pasaba de un pequeño gato a un perro, haciendo ruido con su juguete y tratando de llamar la atención de su dueño.
Félix sonrió mientras veía a Metamorfo perseguir la pelota por la habitación, el pequeño caos que generaba contrastando con el ambiente ordenado de su estudio. La luz del sol entraba por la ventana, iluminando los libros esparcidos y los extraños artefactos que adornaban la habitación.
Félix se acomodó en su silla, pasando las páginas de su cuaderno mientras intentaba concentrarse en la presentación. Sin embargo, el constante revoloteo de Metamorfo le hacía imposible mantener el enfoque. El pequeño ser mágico se transformaba cada pocos segundos, saltando entre las formas de un gato juguetón y un perro ladrador, tratando de que su dueño jugara con él.
Félix: -Eres una distracción constante, ¿sabes? Si sigues así, nunca terminaré de estudiar para mi presentación-
Metamorfo, ignorando las palabras de Félix, decidió que era un buen momento para transformarse en un dragón diminuto, con alas de colores brillantes que hacían que el pequeño pareciera aún más adorable. Volando de un lado a otro de la habitación, Metamorfo soltó un suave rugido, que, más que intimidar, solo generó risas en Félix.
Félix: -Bien, bien. Una pequeña pausa no le hará daño a nadie, ¿verdad? Vamos a jugar un rato-
Se levantó y comenzó a lanzar la pelota por la habitación, mientras Metamorfo la perseguía con entusiasmo. El juego los llevó a un rincón lleno de libros y objetos mágicos, donde Metamorfo, en su forma de gato, saltó ágilmente, atrapando la pelota con un elegante giro. La alegría del pequeño ser hizo que Félix olvidara momentáneamente el estrés de su presentación.
Félix: -Eres un campeón, Metamorfo-
Justo en ese momento entra Kagami a la habitación de su novio, sorprendida al ver a Félix jugando con el pequeño ser mágico.
Kagami: -¡Valla, cariño! ¿Entonces estás estudiando o jugando?-
Félix, con una sonrisa traviesa, levantó la mirada hacia ella, intentando no parecer demasiado culpable.
Félix: -Un poco de ambas cosas. Metamorfo no me deja concentrarme, así que decidí tomar un descanso. Es más fácil estudiar con un poco de diversión, ¿no crees?-
Kagami cruzó los brazos, observando la escena con una mezcla de diversión y escepticismo.
Kagami: -No me digas que te distraes con el, en lugar de prepararte para la presentación. Sabes que es importante, ¿verdad?-
Félix se encogió de hombros, dejando caer la pelota para que Metamorfo la atrapara de nuevo.
Félix: -Sí, lo sé. Pero la verdad es que necesito un pequeño respiro. Además, como si tú no lo hicieras con Aurelia-
Aurelia, al escuchar su nombre, saca su cabeza por el hombro de Kagami, mientras ronroneaba, como si quisiera unirse al juego. La pequeña criatura, con su pelaje suave y brilloso, miraba a Metamorfo con curiosidad.
Félix: -¿Ves? No puedes ni dejarla sola en tu habitación-
Kagami soltó una risa, mientras dejaba que Aurelia caminara por la habitación.
Kagami: -Sí vengo a ver a mi novio, no puedo dejarla sola, ¿o si?-
Félix sonrió, observando cómo Aurelia se acercaba a Metamorfo, moviendo su colita con curiosidad.
Félix: -Está bien, tienes un buen punto, mi reina-
Kagami: -Me alegra que lo reconozcas, aunque deberías concentrarte en tus estudios. Tienes que impresionar a todos con esa presentación-

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Hadas y Brujos
RomanceDesde su infancia, Marinette siempre supo que no encajaba en el reino de las hadas, un mundo de luz y maravillas donde nació. Aunque vivió allí, algo la impulsó a dejarlo atrás y ocultar su verdadera identidad. Las hadas y los brujos no siempre han...