Hadas y Brujos

Mundo

Marinette respiró profundo, aun sintiendo el eco de las palabras de Kagami resonar dentro de ella. La fuerza de su amiga la había inspirado, y por un momento, se permitió pensar que tal vez, solo tal vez, podría ser más que la chica torpe y nerviosa que había demostrado ser frente a Chloe. Tal vez podía enfrentarse a más que los simples problemas del día a día. Tal vez podía enfrentarse a la verdad sobre sí misma.

Kagami: -No dejes que Chloe te haga dudar de ti misma. Tiene problemas con su propio orgullo y lo paga con los demás. Lo importante es que sabes quién eres-

Marinette asintió lentamente, absorbiendo las palabras de Kagami como si fueran un bálsamo para su agitada mente. Sabía quién era, o al menos quién solía ser antes de llegar a este mundo. Pero ahora, en medio de brujos, estudiantes y la amenaza constante de que su secreto fuera revelado, esa seguridad se sentía más frágil que nunca.

Marinette: -Gracias, Kagami. No es fácil, pero intentaré recordarlo… A veces es difícil... todo esto. Pero trataré de no dejar que me afecte-

Kagami: -Este mundo es muy distinto que el reino de las hadas-

Marinette: -Lo sé, es tan mágico y aterrador a la vez-

Kagami le da un suave y amistoso golpe en su hombro.

Kagami: -Descuida, te acostumbraras a este lugar-

Marinette: -Espero que tengas razón... Aunque me cuesta mucho adaptarme en este mundo. Este lugar... las reglas son diferentes, y aquí no puedo usar mi magia de la misma manera que en el reino de las hadas. Todo es tan... confuso-

Kagami: -Es normal sentirse perdida al principio. Pero en cada lugar hay una forma de encontrar tu camino. No te vas a enfrentar a todo esto sola-

Marinette: -Gracias, Kagami. Tal vez este mundo no sea tan malo después de todo. Pero no puedo evitar ponerme un poco nostálgica al recordar nuestro reino-

Kagami apoya su antebrazo en el hombro de Marinette, en un gesto de cercanía y apoyo. La fuerza de su amistad parecía ser lo único que le ofrecía a Marinette algo de consuelo en medio de la confusión.

Kagami: -Totalmente comprensible. Pero ese sentimiento de nostalgia puede ser también una motivación para seguir adelante, ¿no crees?-

Marinette: -Es difícil... Las reglas son tan estrictas aquí. En el reino de las hadas, las cosas eran... más naturales, menos complicadas. Aquí, no puedo usar mi magia como solía hacerlo, y siempre tengo que estar alerta. El peligro de que descubran mi verdadero ser está latente en cada esquina-

Kagami: -Por eso me tienes a mí, te enseñare todo lo que he aprendido en este mundo. Créeme cuando te digo que no estás sola-

Marinette: -Aun no entiendo cómo lo haces. En este mundo, todo parece tan... ajeno, tan distinto de lo que conocía. Pero... es cierto, con tu ayuda podría aprender a navegarlo mejor-

Kagami sonrió, esa sonrisa tranquila que siempre mostraba cuando estaba en medio de una conversación seria. Sabía que no podía quitarle el miedo a Marinette de un solo golpe, pero podía estar a su lado en cada paso del camino, ayudándola a adaptarse, a encontrar su lugar.

Kagami: -No es fácil, lo sé. Pero con el tiempo, verás que este mundo tiene su propio tipo de magia. No es la misma que en el reino de las hadas, pero es poderosa de su propia manera. Y tú, Marinette, tienes algo que no se puede medir con magia. Tienes el corazón fuerte, y eso es lo más importante en este lugar-

Marinette, aunque aún sentía el peso de su situación, se permitió sonreír, un gesto tímido pero genuino. Sabía que Kagami hablaba en serio, y aunque no estaba completamente convencida de que pudiera adaptarse, el hecho de que alguien estuviera ahí para apoyarla le daba una nueva esperanza.