Hadas y Brujos

Dragones

Kagami se apoyó en Félix, cerrando los ojos por un momento, intentando recuperar el aliento. La combinación de los tres elementos había sido más difícil de lo que había imaginado, pero al menos había logrado romper el hechizo que la mantenía atrapada. A su lado, Adrien observaba con preocupación, sin atreverse a acercarse demasiado, sabiendo que la situación era aún tensa.

Félix, con el rostro lleno de preocupación, la miró fijamente.

Félix: -¿Estás bien, Kagami?

Kagami, aun respirando con dificultad, se aferró a Félix, tratando de recuperar el control de su cuerpo. Aunque su poder era inmenso, la sobrecarga de energía la había dejado exhausta, y la lucha interna por mantener los tres elementos equilibrados le había pasado factura.

Kagami: -Sí… solo necesito un momento-

Adrien se acercó un paso más, su mirada intensamente fija en Kagami, como si aún intentara entender la magnitud de lo que acababa de presenciar.

Adrien: -Eso fue impresionante. No sé cómo lo hiciste, pero… ¿estás segura de que estás bien?-

Kagami se permitió una pequeña sonrisa, aunque sabía que su cuerpo no estaba listo para más. El esfuerzo había sido monumental, pero por lo menos había conseguido lo que necesitaba.

Kagami: -Estoy bien… solo necesito tiempo para recuperarme. Y quizá algo de espacio para procesar todo lo que está pasando-

Félix la observó con una mezcla de alivio y frustración. Sabía que, aunque Kagami había demostrado un control impresionante de sus poderes, la situación no estaba resuelta. Si Layla había sido capaz de mantenerla prisionera con un hechizo tan fuerte, las cosas no serían fáciles.

Félix: -Esto no ha hecho más que comenzar, Kagami. Pero, por ahora, necesitas descansar-

Kagami: -¿Y qué traman exactamente?-

Félix y Adrien: -¡Nada!-

Kagami: -¡Ay, pero que conmovedor! Hasta creen que voy a caer en sus juegos de niños-

Félix y Adrien intercambiaron miradas cómplices, pero Kagami los observó con desconfianza, aunque no pudo evitar esbozar una ligera sonrisa. Sabía que ambos estaban intentando aliviar la tensión del momento, aunque la situación seguía siendo incierta y peligrosa.

Adrien: -No es nada… simplemente pensamos que, después de todo esto, podrías necesitar un descanso, tal vez algo que te ayude a desconectar por un momento. Nada peligroso, lo prometemos-

Kagami entrecerró los ojos, intentando adivinar qué clase de sorpresa le tenían preparada. No estaba del todo convencida, pero decidió confiar en ellos. Después de todo, Félix siempre había demostrado ser alguien en quien podía apoyarse.

Kagami: -Está bien… Los seguiré, pero más les vale que sea bueno-

Félix y Adrien intercambiaron una sonrisa de complicidad. Adrien miró a Kagami, intentando no reírse demasiado, mientras Félix tomaba con delicadeza su mano para ayudarla a caminar con ellos. Aunque la situación entre Layla y Kagami aún colgaba como una nube de tensión, Félix sabía que Kagami necesitaba un momento de distracción para recargar energías.

Félix: -Confía en nosotros, mi reina. ¡Sera increíble!-

Kagami soltó una leve risa, mirando a Félix con una mezcla de exasperación y gratitud. Sabía que él y Adrien estaban haciendo su mejor esfuerzo para apoyarla en ese momento, y aunque la tensión con Layla seguía latente, un descanso junto a ellos sonaba tentador.