Conexión especial

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En la academia, Marinette y Adrien se dirigían a clase, aun hablando sobre los eventos del día anterior. Adrien, un poco más relajado y con una sonrisa juguetona, caminaba junto a Marinette mientras se dirigían a la clase.

Adrien: -Nunca imaginé que terminaría como un gigante gracias a Félix. Aunque, debo admitirlo, fue bastante divertido-

Marinette, riéndose suavemente, asintió mientras recordaba el caos del día anterior.

Marinette: -Sí, fue un poco surrealista. Pero me alegra que todo haya salido bien al final. Y creo que aprendieron una lección importante sobre leer las letras pequeñas, ¿no?-

Adrien: -Definitivamente… Aunque supongo que Félix seguirá metiéndome en problemas con sus ideas locas. Pero bueno, al menos tuve la oportunidad de pasar más tiempo contigo… y también aprender más sobre ti-

Marinette se ruborizó un poco ante el comentario, sintiendo una calidez en su pecho.

Marinette: -Supongo que fue una buena forma de romper la rutina. Además, cualquier excusa para salvarte de los líos mágicos de Félix es bienvenida-

Adrien río, sintiéndose más ligero en su compañía.

Adrien: -Gracias por siempre estar ahí. Y, por cierto, ahora que sé que eres un hada... parece que nuestras vidas son más mágicas de lo que creía-

Marinette lo miró de reojo, con una sonrisa traviesa.

Marinette: -Bueno, Adrien. Solo lo sabes un día-

Adrien: -Sí contamos ayer, serían dos días de que lo sé-

Marinette le lanzó una mirada juguetona mientras ambos se detenían frente a la entrada de la clase. La conexión especial entre ellos, que había crecido desde aquel accidente mágico, parecía ahora más tangible que nunca.

Marinette: -Bueno, dos días… y contando. Pero me pregunto, ¿qué harás con esa información mágica ahora?-

Adrien la miró, sonriendo, y respondió con un tono suave pero sincero.

Adrien: -Creo que lo que más me importa es que, hada o no, siempre has estado a mi lado. Y eso es lo que realmente me hace sentir que hay algo… especial entre nosotros. Algo que va más allá de la magia-

Marinette, un poco sorprendida pero emocionada por sus palabras, sintió cómo su corazón latía más rápido.

Marinette: -La magia está en todas partes, Adrien. Solo hay que saber dónde buscar… o con quién conectar-

Adrien sonrió suavemente al escuchar la respuesta de Marinette. Había algo en sus palabras que resonaba profundamente en él, como si todo lo que habían experimentado juntos hubiese conducido a ese momento.

Adrien: -Tienes razón, Marinette. A veces, la verdadera magia no está en los hechizos, sino en las personas que tenemos a nuestro lado-

Marinette, todavía un poco sonrojada, le devolvió la sonrisa mientras entraban a la clase juntos. Aunque había muchas cosas que aún no entendían sobre el mundo mágico que los rodeaba, una cosa estaba clara: la conexión especial entre ellos era cada vez más fuerte, y quizás eso era lo más mágico de todo.

Adrien: -Y creo que ya lo he encontrado…-

Ambos intercambiaron miradas por un momento, sintiendo que había algo más que palabras en esa conexión que compartían. No necesitaban hechizos para saber que la magia más poderosa que tenían era la que habían descubierto el uno en el otro.

Sin decir nada más, entraron juntos a la clase, sabiendo que, aunque aún les quedaba mucho por aprender en el mundo de la magia, lo más importante ya lo habían descubierto: esa conexión especial que solo ellos compartían.

Durante la clase de Conjuración Avanzada, Adrien y Marinette se sentaron juntos, compartiendo miradas cómplices. El profesor hablaba sobre hechizos de protección, pero Adrien apenas prestaba atención, su mente todavía en los eventos del día anterior y en las palabras de Marinette.

El profesor hizo una pregunta a la clase, sacando a Adrien de su ensoñación. Marinette, siempre atenta, levantó la mano para responder. Mientras hablaba con confianza sobre los hechizos, Adrien la miraba, admirando no solo su conocimiento mágico, sino también su calidez y la manera en que parecía iluminar cualquier situación. Marinette no era solo un hada, era mucho más: alguien que lo entendía, que lo hacía sentir seguro, y que compartía con él una chispa especial que parecía ir más allá de lo mágico.

Cuando Marinette terminó de hablar, giró su mirada hacia Adrien y le sonrió con complicidad. Él le devolvió la sonrisa, sintiendo esa familiar calidez que lo hacía olvidar por completo los desafíos y peligros que el mundo mágico pudiera presentar.

Después de clase, mientras caminaban juntos hacia el pasillo, Marinette se detuvo un momento, mirándolo a los ojos.

Marinette: -¿Sabes? Ayer me di cuenta de algo importante-

Adrien: -¿Ah, sí? ¿Qué cosa?-

Marinette: -Que, aunque el mundo mágico pueda ser caótico y a veces peligroso, no me imagino enfrentándolo sin ti a mi lado-

Adrien sintió cómo su corazón se aceleraba al escuchar esas palabras. Quería decir algo, pero por un momento, se quedó sin palabras. Luego, sonriendo, se acercó un poco más a ella.

Adrien: -Yo tampoco, Marinette. Y, aunque soy un desastre con los hechizos y todo eso… creo que tenerte a ti a mi lado lo hace todo mucho más fácil-

Marinette le devolvió una sonrisa suave, y juntos siguieron caminando, sabiendo que, sin importar lo que el futuro les trajera, siempre tendrían esa conexión especial que los unía.

Y en ese silencio cómodo, ambos entendieron algo sin necesidad de decirlo en voz alta: la verdadera magia estaba en ellos, en la forma en que se comprendían y se apoyaban mutuamente, en esa chispa única que solo compartían el uno con el otro.

Mientras caminaban por el pasillo, la luz del atardecer se filtraba por las ventanas, bañando todo en tonos cálidos. Era un contraste perfecto con la sensación que ambos compartían en ese momento, una mezcla de calma y emoción. Marinette, con una leve sonrisa, decidió romper el silencio.

Marinette: -Oye, Adrien... ¿Sabes qué es lo mejor de todo esto?-

Adrien, curioso, levantó una ceja y la miró con una sonrisa juguetona.

Adrien: -¿Qué cosa?-

Marinette: -Que no importa cuántos hechizos fallen o cuántos desafíos mágicos enfrentemos... siempre podemos contar el uno con el otro. Y eso, para mí, es la verdadera conexión especial-

Adrien se detuvo por un momento, asimilando sus palabras. Esa chispa de complicidad entre ellos no solo se había vuelto más clara, sino que había crecido más allá de lo que podía explicarse con magia. No necesitaban un hechizo para saber que lo que compartían iba más allá de la amistad, más allá del caos mágico que los rodeaba.

Adrien: - Tienes razón, Marinette. Somos un gran equipo. Y no hay nadie más con quien preferiría estar en esta loca aventura mágica… ni en la vida en general-

Ambos compartieron una sonrisa que decía más de lo que cualquiera de ellos podría expresar con palabras. Sabían que su amistad y esa conexión que sentían solo seguiría creciendo, y con ello, la certeza de que estaban destinados a caminar juntos en ese mundo lleno de magia y desafíos.

Mientras seguían caminando, en silencio pero con una nueva comprensión entre ellos, Marinette y Adrien supieron que, aunque aún quedaban muchos misterios por descubrir, lo más importante ya lo habían encontrado: el uno al otro, y esa conexión especial que los unía de manera profunda y verdadera.

Hadas y BrujosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora