Poder

8 3 0
                                    

Kagami, Félix y otros estudiantes habían llegado también, Félix, Kagami y Adrie se alinearon a su lado. Nadie hablaba, pero todos sabían que el momento de la verdad había llegado. Todos compartían el mismo sentimiento de incertidumbre y miedo, pero también de determinación. La amenaza era inminente, y era necesario detenerla antes de que fuera demasiado tarde.

Adrien: -Layla, ¡Detén todo esto! ¿Qué ganas con traicionar a tu propia gente?-

La risa de Layla resonó en el aire, helando a todos los presentes. Desde el centro de la plaza, una sombra densa la envolvía, distorsionando su figura y dotándola de un aura casi demoníaca. Sus ojos brillaban con una luz oscura, y su sonrisa revelaba la arrogancia de quien se sentía invencible.

Layla: -¿Traicionar a mi gente? ¡Oh, Adrien, qué ingenuo eres! Mi gente ha estado siempre bajo el yugo de reglas arcaicas y frágiles alianzas. Todo esto, todo el caos, es solo el comienzo de un mundo nuevo, libre de limitaciones y miedos. ¡Un mundo donde yo soy la única dueña de la magia, y la magia es poder!-

Félix: -¡No permitiremos que destruyas nuestro mundo! Estamos aquí para protegerlo, no importa cuál sea el costo. Ahora, detente antes de que sea demasiado tarde-

Layla soltó otra carcajada, y su aura oscura se intensificó, formando remolinos de sombras alrededor de ella.

Layla: -¡¿De verdad creen que pueden detenerme?! Ustedes, que todavía no comprenden el poder que poseen… ¿cómo esperan igualarse conmigo? La magia es más que palabras y gestos; es dominio, es voluntad inquebrantable. Y la mía aplastará la suya, lo quieran o no. Después de todo hay dos hadas entre ustedes…-

Marinette y Kagami sintieron un escalofrío recorrer en su espalda, ambas eran hadas, aunque sus destinos y linajes eran muy distintos. La revelación de Layla fue como un cuchillo, un recordatorio de que en ese momento todo estaba en juego, y de que ella conocía secretos que podrían poner a sus amigos en peligro.

Estudiante: -¿Hadas? Eso es imposible, sería una amenaza si un hada estuviera aquí-

Los estudiantes intercambiaron miradas llenas de incertidumbre y temor. La revelación de Layla había sacudido a todos; un hada entre ellos, en medio de la academia y en el corazón de su ciudad, representaba una amenaza que nadie había anticipado. Para muchos, los rumores sobre la magia de las hadas eran cuentos, pero la amenaza oscura de Layla convertía todo en una realidad de pesadilla.

Layla: -¿No me creen? Bien-

Layla lanza un potente rayo hacia Félix, y Kagami siempre lista para protegerlo se puso en alerta.

Kagami: -¡Félix!-

Kagami empuja a Félix y ella recibe el ataque, siendo ella enviada hacia atrás cayendo al suelo en un golpe seco. Kagami se transforma en su forma hada, y los demás retroceden, (a excepción de sus amigos y Félix) Kagami rápidamente se transforma en su forma humana, sintiéndose vulnerable mientras los demás aún la miraban con asombro y temor.

Félix corrió hacia Kagami, quien se sostenía el brazo herido, pero no parecía dispuesta a rendirse. Félix estaba con el rostro marcado por la furia y la desesperación. Sabía que Kagami había arriesgado su vida por él, y eso solo aumentaba su resolución.

Félix: -¡Basta, Layla! ¡¿A esto hemos llegado?! ¿A odiar a las hadas?-

Layla miró a Félix con una expresión de desprecio y una sonrisa fría. Su oscura figura parecía retorcerse en las sombras, como si la magia oscura dentro de ella vibrara con la satisfacción de ver a sus enemigos sufrir.

Layla: -¿Odiar a las hadas? Oh, Félix, no tienes idea de lo que estás diciendo. No se trata de odio, sino de poder. El poder de las hadas ha sido controlado durante siglos, restringido por leyes y límites inútiles. Yo solo estoy… liberándolo. Y si para ello debo destruir a unas cuantas hadas en el proceso, que así sea-

Hadas y BrujosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora