Hadas y Brujos

Códigos mágicos

Marinette y Adrien se encontraron de nuevo en el Patio de Hechizos, esta vez por casualidad. Ambos estaban allí para practicar un ejercicio de conjuración avanzada, pero en cuanto se vieron, una sonrisa iluminó sus rostros.

Marinette: -¿Así que también estás aquí para practicar? Pensé que te habrías tomado un descanso después de lo que pasamos la última vez-

Adrien se río, rascándose la nuca como hacía cuando se ponía nervioso.

Adrien: -Supongo que después de casi terminar como un gigante, pensé que necesitaba mejorar mis habilidades para que no te toque salvarme siempre-

Marinette sonrió, con esa mirada cálida que hacía que Adrien se sintiera comprendido y valorado. Los dos comenzaron a repasar hechizos simples, riendo juntos cada vez que algo salía mal o una chispa de magia errante revoloteaba cerca.

La atmósfera en el Patio de Hechizos era ligera y alegre, con un aire de complicidad entre ellos que hacía que cada error se sintiera más como un momento divertido que un desastre. Marinette levantó su varita y trató de conjurar un pequeño destello de luz, pero en su lugar, un par de mariposas de colores brillantes salieron volando en todas direcciones.

Marinette: -¡Ups! Parece que me estoy especializando en mariposas en lugar de luces-

Adrien río, tratando de atrapar a una de las mariposas que revoloteaba cerca de su cara.

Adrien: -¡Es un talento especial! Tal vez deberías considerar convertirte en la creadora de un espectáculo de magia de mariposas. Podrías tener un acto estelar-

Marinette le lanzó una mirada divertida, disfrutando de su camaradería.

Marinette: -Tal vez, pero solo si me ayudas a manejar los trucos de las flores-

Adrien: -Trato hecho. La próxima vez, nos aseguraremos de que no se conviertan en gigantes o en un desastre de mariposas. ¡Nada de caos mágico!-

Marinette sonrió, disfrutando de la chispa que compartían. Marinette y Adrien continuaron practicando, cada vez más inmersos en su divertido intercambio. De repente, la conversación tomó un giro interesante.

Marinette: -¿Sabes? Siempre me he preguntado cómo sería manejar realmente un hechizo poderoso. Nunca he intentado uno que requiera códigos mágicos específicos. ¿Tú lo has hecho?-

Adrien la miró con curiosidad, sintiendo que la pregunta abría una puerta hacia un nuevo aspecto de la magia que nunca había considerado.

Adrien: -Códigos mágicos, ¿eh? No, la verdad es que nunca he trabajado con uno. He oído que son complicados, pero también muy poderosos. ¿Por qué lo preguntas?-

Marinette se encogió de hombros, su expresión llena de emoción y curiosidad.

Marinette: -Bueno, he estado pensando en cómo algunos conjuros requieren una combinación de palabras y gestos precisos. Los códigos mágicos son como las fórmulas que controlan esos hechizos. Me parece fascinante, como si fuera un lenguaje secreto de la magia. Tal vez podríamos intentar aprender sobre ellos juntos-

Adrien sonrió, intrigado por la idea. La posibilidad de explorar algo nuevo con Marinette era emocionante, y sentía que cada aventura que compartían los acercaba más.

Adrien: -Me parece una idea increíble. Sería como desentrañar un misterio juntos. Quizá hasta logremos crear nuestro propio código mágico algún día-

Marinette se sonrojó un poco ante la idea de tener algo tan único y compartido con Adrien. No obstante, la emoción por aprender algo nuevo superó cualquier rastro de timidez.

Marinette: -¡Entonces, es un trato! Empezaremos investigando qué tipos de códigos mágicos existen y cómo se utilizan. Quizá podamos descubrir algo que nos permita mejorar nuestras habilidades y evitar... bueno, incidentes como el de la última vez-

Adrien asintió, y juntos se dirigieron hacia la biblioteca de la Preparatoria Mágica Estrella. El lugar estaba lleno de polvorientos estantes, libros con portadas de cuero desgastadas, y velas que parecían flotar en el aire, iluminando el ambiente con una luz tenue y misteriosa. Caminaban entre los pasillos de libros antiguos, emocionados por la posibilidad de aprender sobre los códigos mágicos y los secretos que podrían revelar.

Marinette: -Escuché que algunos de estos libros antiguos contienen códigos que solo se revelan bajo ciertas condiciones. Algunos requieren la luz de la luna llena, mientras que otros necesitan ser abiertos en silencio absoluto...-

Adrien: -Wow, eso suena increíble. Imagínate si logramos descifrar uno de esos. Podríamos aprender hechizos que nadie ha usado en siglos-

Después de un rato buscando, encontraron un libro llamado Secretos de la Magia Perdida. La portada estaba adornada con símbolos desconocidos y una cadena que lo aseguraba. Adrien intentó abrirlo, pero la cadena emitió un leve resplandor, resistiéndose a su toque.

Marinette: -Parece que este libro también necesita un código mágico para desbloquearse...-

Adrien: -¡Eso es perfecto! ¡Justo lo que estábamos buscando!-

Mientras observaban la cadena, una chispa de comprensión brilló en los ojos de Marinette. Recordó un hechizo de desbloqueo simple, pero sabía que este libro requería algo más complicado. Cerró los ojos y murmuró un antiguo encantamiento que había leído en uno de sus textos de teoría mágica, intentando ajustar cada palabra y gesto con precisión.

Adrien la miraba, completamente absorto en su concentración, cuando de repente, el libro emitió un suave resplandor y la cadena cayó al suelo.

Adrien: -¡Lo lograste, Marinette!-

Marinette sonrió triunfante, pero al abrir el libro, ambos sintieron una leve corriente de energía mágica que los rodeaba. En las primeras páginas, había ilustraciones de intrincados símbolos y fórmulas que parecían arremolinarse en el papel, como si estuvieran vivos.

Adrien: -Aquí están… los códigos mágicos. Mira estos símbolos... parece que cada uno representa un hechizo distinto-

Marinette se inclinó sobre las páginas, sus ojos brillando de emoción al ver los códigos mágicos. Los símbolos danzaban en el papel, emitiendo un suave resplandor que parecía sincronizarse con sus corazones.

Marinette: -¡Es asombroso! Cada uno de estos códigos parece estar conectado con un tipo de magia diferente. ¡Podríamos pasar días aquí estudiando!-

Adrien, igualmente emocionado, comenzó a señalar algunos símbolos que parecían más familiares.

Adrien: -Este símbolo se parece al que se usa en el hechizo de invisibilidad. Tal vez podamos descifrarlo y ver cómo se formula el encantamiento-

La atmósfera entre ellos se volvió intensa, cargada de curiosidad y una extraña mezcla de respeto y emoción por el poder que contenía el libro. Mientras Marinette seguía examinando los símbolos, se dio cuenta de que cada página parecía estar conectada a la siguiente de manera enigmática. Los códigos no eran simples palabras o movimientos; cada uno parecía tener una combinación única de signos que formaban un patrón que cambiaba con el tiempo.