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JULIETAY despues de tanto sufrir, de tantos maltratos vividos, de tanto extrañar a mis amigos que consideraba familia, había llegado el día:
Mar estaba ahí, parada enfrente mío con un policía a su lado que estaba revisando el lugar, sin poder decir ni una palabra. La veía sorprendida y extremadamente preocupada, notaba como se le cristalizaban los ojos por no poder creer la situación en la que me encontraba.Estaba desnuda, apenas tapada con algo que me dio un policia, tenía el cuerpo moretoneado, el pelo hecho un desastre, y raquítica. Siempre había sido bastante flaca, pero nunca había llegado a ese punto.
No sabía qué decir o qué hacer, yo estaba en el mismo estado de shock. No nos veíamos hacía muchísimo tiempo y el reencuentro fue en un contexto deplorable. Mar había visto el lugar donde me tuvieron encerrada todo ese tiempo, vio las condiciones en las que me tenían y las consecuencias que todos esos factores tuvieron en mí.
Despues de unos minutos, se me acercó y me envolvió en un abrazo que, a pesar de doler por los moretones que cubrían todo mi cuerpo, a la vez ayudó a curarme aunque sea un poco.
Apenas me abrazó, empezó a llorar de una manera que me estaba desgarrando por dentro, provocando que yo también derramara lagrimas. Pensaba en todo lo que había sufrido ella buscándome, en el miedo que seguro sintió, y se me rompía el corazón. Me ponía en su lugar, y no podía evitar admirar a la mujer tan fuerte y buena que tenía al lado. Yo no hubiera aguantado tanto dolor si la hubiera perdido a ella, nunca me hubiera rendido, pero si me habría sentido abatida. Sin embargo, ella aguantó muchísimo tiempo y no se rindió nunca, siguió buscándome hasta encontrarme. Y eso mismo pasó.
- Te extrañé tanto... - expresó Mar, con una voz prácticamente rota, tomada por un nudo en la garganta, mientras seguía abrazándome.
- Yo también, pensé que no te iba a ver nunca más... - le respondí, sincerándome.
Todas y cada una de esas palabras que salieron de mi boca declaraban una verdad absoluta, en ese lugar todo era tan turbio, tan oscuro, tan desolador y desesperanzador, que ya había perdido la fe de alguna vez reencontrarme con Mar que, más que una amiga, era mi hermana. Todos los días fantaseaba con volver a verla y darle un abrazo, y una vez que todo eso pasó, se sintió irreal, como si estuviera en un sueño y en verdad me estuvieran por despertar a los gritos y a golpes para que volviera a hacer lo único para lo cual les servía a ellos.
Todavía me costaba comprender que Alejandro fuera aliado de Fernando, ¿cómo podía ser posible que una persona que tan feliz me había hecho y tan segura me había hecho sentir, me lastimara de esa forma?. A cada rato me lamentaba por cada decisión que tomé con el, cada beso y caricia que le di, cada vez que le permití saber más de mi vida.
- Ju, yo nunca dejé de buscarte, nunca. - dijo Mar, apartándome apenas un poco, lo suficiente para mirarme a los ojos. Su mirada mezclaba dolor, alivio y determinación.
Sus palabras rompieron las últimas barreras que quedaban en mí, y me tiré a sus brazos.
Todo el dolor, el miedo, y la angustia que había acumulado salió en ese momento, mientras ella me abrazada. No me juzgaba, no me pedía que fuera fuerte. Solo estaba ahí conmigo, como siempre lo hizo.
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GANAS DE VERTE | guido sardelli - airbag
FanficEsta es la historia de Guido Armido Sardelli (35 años), y Julieta Parisi (24 años). Julieta es una prostituta. Tuvo que acudir a dicho "trabajo" por urgencias económicas, lo que la llevó a una cueva de sufrimiento, presión y ansiedad constante. En...