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GUIDODurante el término del show, con "Por Una Cabeza" de fondo, nos despedimos de nuestro público, el cual íbamos a volver a ver al día siguiente. Al entrar al camarín, Juli me sorprendió con un abrazo tan amoroso, que parecía haber borrado cualquier rastro de enojo que tenía para conmigo. Ese contacto con ella había sanado y calmado algo en mí, sentí que todo volvió a estar perfecto. Obviamente correspondí al abrazo. No quería soltarla nunca más, quería que se quedara para siempre en mis brazos.
Luego de un rato, ella se apartó un poco para mirarme a los ojos. Vi un brillo en sus ojos que pocas veces había visto. Se notaba que había llorado y que aún tenía lágrimas por derramar.
Agarrándome por los costados de mi cara, habló con una voz cargadísima de sentimiento.
—Te amo muchísimo—dijo, con una sonrisa ligera—. Es hermosa la canción.Y en ese momento, me sentí realizado. Tenía mucho miedo por como pudiera llegar a tomarse la letra de la canción, no quería que se sintiera expuesta. Pero, por lo visto, había causado el efecto diametralmente opuesto al que yo temía. Le había encantado, la había hecho emocionar hasta las lágrimas, y eso, era más que suficiente para hacerme sentir bien.
En vez de optar por las palabras, decidí responderle dándole un beso lleno de todo el amor que me había guardado por no querer quedar como un pesado mientras estábamos peleados.
Igualmente, me ponía un toque triste el hecho de que Juli no pudiera venir al último show de la tríada. Iba a irse esa misma madrugada a la casa de Fran, el hermano de Mar, para pasar unos días juntos. Al volver, lo iba a hacer acompañada de ellos y Charly, un amigo más. Por esa razón, preferí quedarme con ella todo el tiempo que fuera posible hasta su partida. Así, falté a los saludos con los fans y a una parte del after, pero valió la pena. Quería disfrutarla lo más que pudiera.
A la mañana, había agarrado sus cosas muy rápidamente y se aseguró de tener sus llaves encima, como si no quisiera quedarse ni una noche más en mi casa. Seguro que, por el sueño, se había olvidado de que se iba a lo de Fran, lo que quería decir que no iba a pasar otra noche en casa.
No quería arruinar el momento hablando sobre nuestra pelea, prefería dejarlo para otro momento. Ahora, quería aprovechar que los dos estábamos rebalsados de felicidad y tranquilidad. Estábamos dándonos una cantidad de amor inexplicable, como si nuestra discusión nunca hubiera existido.
—¿Me vas a extrañar?—preguntó con un tono juguetón, aunque en sus ojos había un dejo de tristeza.
—No sé, eh... capaz que me olvido de vos mañana mismo—bromeé, encogiéndome de hombros.
—Sos un pelotudo—soltó una risita, dándome un golpecito en el brazo.
Me reí con ella, pero en el fondo, la idea de que se fuera me jodía más de lo que quería admitir.
Se quedó en silencio unos segundos, mirándome fijo. Después, tiró de mi remera para acercarme y me besó de una manera que me dejó sin aire. No era un beso cualquiera, tenía algo distinto, como si quisiera que me quedara impregnado en la piel hasta que nos volviéramos a ver.
Un rato después, la pasó a buscar un Uber para llevarla a su casa. No sé por que no me pidió a mí que la llevara. No me gustaba la idea de que se fuera sola en Uber, pero el chofer ya estaba esperándola afuera. Me despedí de ella casi como si no la fuera a ver nunca más en toda mi vida. Era un exagerado pero tierno. La llené de besos.
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GANAS DE VERTE | guido sardelli - airbag
FanfictionEsta es la historia de Guido Armido Sardelli (35 años), y Julieta Parisi (24 años). Julieta es una prostituta. Tuvo que acudir a dicho "trabajo" por urgencias económicas, lo que la llevó a una cueva de sufrimiento, presión y ansiedad constante. En...