Durante la madrugada, una serie de asesinatos golpea la ciudad, aterrorizando a todos. Malia Baker, decidida a ayudar a su padre en la búsqueda del criminal, se enfrenta no solo al miedo a la muerte, sino también al desafío de lidiar con su professo...
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Sentada en el sofá de mi ventana, observo a los niños y adolescentes caminar de un lado a otro con sus disfraces y bolsas de dulces. Están emocionados, yendo de puerta en puerta pidiendo su truco o trato.
Miro la pantalla de mi teléfono, que se enciende, mostrándome la hora y la notificación de Joshua, diciendo que está en camino.
Suspiro, apagando el celular, levantándome. Voy al espejo, y echo un último vistazo a mi disfraz, temeroso de encontrar a Kylie.
Pensar en ella hace que mi estómago se envuelva. Saber que conviví todos estos años con una asesina que no piensa en el prójimo, que se acercó a mí para golpear a mi padre por la espalda, es algo que me corroe por dentro.
Me gustaría poder odiarla, pero es algo imposible, y solo quería entender por qué.
Todavía tengo muchas curiosidades sobre Kylie Cantrall, y las descubriré la semana que viene. Buscaré respuestas a estas locuras.
Oigo la bocina de Joshua y cojo el pequeño bolso y mi móvil. Salgo corriendo de la habitación, tratando de no caer por las botas de tacón.
Tan pronto como llego frente al coche, Joshua me abre la puerta, sonriendo emocionado, sabiendo que vamos a empezar a mejorar la fiesta de la ciudad.
Realmente quería estar emocionada en ese nivel, pero después de todo lo que escuché y descubrí, no sé si puedo estar emocionada, más aún corriendo el riesgo de encontrarla.
- ¿Estás listo para rockear? - pregunta sonriendo y abro una sonrisa.
- pero por supuesto, siempre estoy - entro en el coche, a tu lado.
Ruby no está esta vez, está en casa de Joshua, terminando de hacer los últimos preparativos. Estoy ansiosa, lo confieso. Pero sé que mi ansiedad, quiero o no, es por ella.
Deseo verla, pero tampoco quiero volver a verla nunca más, no hasta que se aclare esta confusión.
- nada de pensar en eso hoy - dice Joshua, concentrado en la calle. - tal vez entiendas su lado, y terminarán como antes - dice, girando la curva de su calle. - vamos a divertirnos, cualquier cosa te quedas con ella de nuevo para animarte - se ríe, entrando con el coche en el garaje.
Solto una risa, negando con la cabeza, saliendo del coche a continuación. La gran casa de Joshua está decorada por completo, seguro que no le falta una telaraña.
La música está alta, y por las grandes ventanas puedo ver las luces parpadeando y la gente unida. Solté un suspiro, siguiendo a Joshua por la puerta principal, siendo recibida por miradas simpáticas, maliciosas y repugnantes.
Contengo mi deseo de poner los ojos en blanco y sigo siguiendo a Joshua, mirando a los lados, tenso por tal vez encontrar sus mechones rojos en la multitud.
Cuando llegamos a su bar, vi a Ruby, ya con su vaso en las manos, hablando de las bebidas con el camarero. La rubia está disfrazada de miss simpatía, con el vestido y la banda domados por sangre falsa, en su cabello, tiene una tiara de princesa, y su maquillaje está borroso, para darle una llamada.
