Durante la madrugada, una serie de asesinatos golpea la ciudad, aterrorizando a todos. Malia Baker, decidida a ayudar a su padre en la búsqueda del criminal, se enfrenta no solo al miedo a la muerte, sino también al desafío de lidiar con su professo...
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Abro los ojos asustada, escuchando los golpes frenéticos y pesados en la puerta. Me siento en la cama, mirando a Kylie, que se mueve, molesta por el ruido.
— ¡Malia Baker! ¿Por qué la puerta está cerrada? ¿Hay alguien ahí dentro? - el mano gira frenéticamente, la voz de Robert cargada de estrés me hace levantarme.
- Mierda... - susurro, yendo a Kylie. - ¡Kylie! Levántate ahora - ella se balancea, que se gira hacia arriba con las manos sobre la cara. Ella resopla, sentándose a continuación. - mi padre, él está detrás de esa puerta - hablo en un tono súper bajo y ella mira a la puerta con un aburrimiento inexplicable.
- ¿Este viejo no iba a llegar solo el sábado? - pregunta en un tono bajo y suspiro.
- ¡Kylie, no es el momento! - resoplo, saliendo de la habitación, yendo al baño.
Me miro en el espejo, con el pelo desalineado y el cuello totalmente manchado. Joder.
Paso la mano por el pelo, arregando un poco los hilos. Cojo el albornoc que cuelga al lado de la cabina y lo pongo, volteándome hacia el cajón debajo del fregadero de mármol, abriéndolo y tomando el corrector, pasando por mi cuello rápidamente.
Suspiro, cuando finalmente veo que escondió las marcas moradas y rojas en mi cuello. Salgo de la habitación, ya no escucho los latidos desesperados. Miro a Kylie, que está apoyada en la pared junto a la puerta, con los brazos cruzados y una sonrisa juguetona en los labios.
- Pensé que ya me había ido - me acerco a la ventana de la habitación, viendo que es temprano en la mañana. - tienes que correr si no quieres llegar tarde - me vuelvo hacia ella, temiendo que Robert vuelva a llamar a la puerta.
- Voy. - se acerca, con pasos tranquilos. - pero antes, quiero que me acompañes a un evento mañana - sus ojos están pesados y oscuros.
Levanto la ceja, confundida. Un evento sería una locura, ¿no? ¿Y mi padre? Él estaría allí.
- está Robert... - digo, mordiéndose el labio inferior.
- solo respóndeme sí o no, Malia. El resto lo cuido - trago seco, cruzando los brazos antes de mirar en sus oscuros iris.
Estoy indecisa, ir a este evento traería problemas con los medios, especialmente con Robert. Ahora si no voy, tal vez Kylie llame a otra persona, y eso saldrá en los medios, y entonces surge una nueva pareja.
- Está bien, voy - su sonrisa de lado nace, haciéndome feliz. - ¿a qué hora? - pregunto, sabiendo que mañana es el gran juego.
- a las ocho - ella informa, pasando a mi lado, sentándose en la ventana. - Te veo ahora, gatita - ella guiña y sonríe, antes de saltar la ventana.
Suspiro, pasando la mano por el pelo, sintiendo toda esa extraña sensación que sé que sale a la mente. Kylie se está metiendo totalmente conmigo, y esto se está volviendo cada vez más fuerte y siento un gran miedo de que todo sea una farsa y que en cualquier momento me lastime.