¡Soy una estúpida!
Eso es lo que se repite en mi mente cuando pienso en el intercambio de palabras que tuve con Leonardo hace unas horas.
—¿Oriana? —levanto la cabeza y me pongo de pie— ¿Qué haces aquí? ¿Sucedió algo con mi hijo?
—No, a Leonardo no le pasó nada, señora—me apresuro en contestarle antes que se ponga más nerviosa—. Solo vine a verla, pero nadie abrió y me senté a esperar.
Corina saca las llaves del apartamento con rápidez.
—Pasa, pasa... —hago caso y cierra la puerta tras de mí — ¿Segura que todo está bien?
—Sï, señora. ¿Usted cómo se encuentra?
—Bueno, cariño, dentro de lo que cabe digamos que bien. Por fin conseguí empleo, comienzo mañana.
—Es una excelente noticia. ¿Qué tipo de trabajo es?
—Ensamblaré piezas automotrices.
Mi sonrisa se deforma hasta desaparecer. Nunca lo hubiera adivinado considerando su frágil complexión.
—Después de tanto tiempo, es como una luz a final de túnel. No sabes lo difícil que es intentar ser independiente cuando toda tu vida has estado bajo el yugo de los demás —suspira cansada—. Incluso antes de casarme, nunca me dejaron hacer lo que quería, como estudiar, por ejemplo.
—¿Ni estudiar?
—Por más que rogué para ir a la universidad mis hermanos no lo permitieron, y mucho menos mi ya fallecido suegro, quien se hizo cargo de nosotros luego de haber perdido a nuestros padres muy jóvenes.
—¡Se hubiese ido de esa casa!
—Eran otros tiempos... aparte de que antes era mucho más estúpida de lo que soy ahora. Crecí teniéndole miedo a los que me rodeaban, y cuando me casé todo empeoró. Lo único bueno que me ha pasado es mi hijo, y sufrí muchísimo para tenerlo.
Menuda suerte le tocó a esta mujer. Si se entera del camino por el que va su precioso Leonardo no sé cómo reaccionaría, pero tan mala no soy como para advertírselo justo ahora.
—Si lo pierdo no sé que haré. Él es mi aire, mi razón de vivir, y juro que dejé esa casa con el propósito de darle un futuro en paz—solloza.
—No lo va a perder; de eso he venido a hablarle. Ayer dije que la ayudaría y eso haré. Tengo un plan.
Un plan que me hace enrojecer de vergüenza y querer ahorcarme al recordarlo. ¡Es que ni siquiera lo pensé! Simplemente mi boca improvisó.
—¿Un plan?
—¡Sí! —exclamo con entusiasmo—. Una encerrona para que a Leonardo no le quede más que escucharla.
—¿Pero cómo lo vamos a hacer? Si no quiere saber de mí...
—Mire, ya hablé con él. Supuestamente iremos juntos a un lugar después de clase, pero en realidad usted se aparecerá ahí. Entonces, su hijo no tendrá más opción que dejarla hablar.
Solo ruego que salga bien; de otro modo será fatal.
—Es algo en lo que he pensado; interceptarlo de repente, pero temo su reacción. Además, sé que Enrico lo puede tener vigilado.
—¡Pero esto será diferente! Él prometió que será un lugar privado y nadie va a saber.
—¿Qué lugar?
Siento mi rostro calentarse.
—No lo sé —esquivo su mirada—. Supongo que se refería a un...
Corina me interrumpe nerviosa.
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Like a Boy
Teen FictionDentro de un círculo social elitista, los padres de Oriana y Leonardo planean su futuro matrimonio. Oriana no es una chica común, ya que, tras sufrir abuso sexual por parte de un amigo de la familia, ha dejado de vestir y actuar como se supone que...