El castigo

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- No entiendo cómo pudiste hacer eso, Claire. Te di todas las herramientas necesarias para que encontraras un pretendiente decente.- Lady Wentworth puso los ojos en blanco.- Fuiste demasiado exigente y todos se alejaron de tí, solo puedes culparte a tí misma querida.- La mujer resopló, claramente harta.- Y ahora, decides que tampoco quieres darle una oportunidad a Enoch. ¿Por qué?- Quiso saber desconcertada.

- Lady Wentworth, el señor Burnst es un hombre admirable, pero, no estoy hecha para él. No tenemos nada en común.

Lady Wentworth la agarró del mentón.

- ¡Niña desagradecida! Lo único que tenías que hacer era decir que sí a todo. No era muy complicado.

La mujer intensificó su agarre.

- ¡Por favor! ¡Pare! Me está haciendo daño....

Claire no deseaba ser la muñeca de Lady Wentworth, ni la de nadie. Le dolía pensar que una mujer que consideraba como su segunda madre esperase cosas de ella que ella no podía cumplir.

La mujer la soltó, pero, enterró sus uñas tan profundamente en la mejilla de la rubia que se le quedó la marca.

- Le agradezco todo lo que ha hecho por mí, Lady Wentworth, de verdad, se lo aseguro.- El rostro de la joven estaba inundando de lágrimas, aunque ella no sabía si le dolía más el corazón o la herida infligida por la que se hacía llamar "su protectora".- Pero, usted no quiere verme bien, lo único que espera de mí es que sea su marioneta y que me case con su sobrino. Si no lo hago, pierdo todo interés para usted.

Claire se alejó de ella. Lady Wentworth se quedó paralizada como si acabase de realizar lo que había sucedido al instante.

La joven bajó las escaleras con sumo cuidado sabiendo que quizás era la última vez que estaría en la casa.

Al verla bajar las escaleras, el señor Burnst se precipitó hacia las escaleras. El hombre estaba conversando con Eugenie y Louis, los tres habían oído los gritos y parecían muy preocupados.

Al ver el arañazo en la cara de Claire, Eugenie se tapó la boca con la mano.

Louis estaba tomando una taza de té, al ver el estado en el que se encontraba la rubia, despeinada, herida, con los ojos rojos, hizo caer la taza al suelo.

- Oh, mon dieu ! Eugenie, votre tante semblerait avoir perdu la tête....

El señor Burnst se aclaró la garganta varias veces, abría la boca y la cerraba, así sucesivamente, la escena hubiese sido cómica, si ninguna de los presentes fuesen conscientes de lo que acababa de suceder.

Eugenie quien no solía mostrase amable, ni mucho menos cariñosa, se abalanzó sobre Claire para abrazarla.

- ¡Enoch! ¡Te odio!- Soltó su hermana.- ¿Cómo puedes ser tan cruel?

Claire correspondió al abrazo de Eugenie con fervor.

- Yo... señorita Fairchild. Lo lamento.... Mi afecto era real, le prometo que nunca pensé que mi tía....- El pobre hombre estaba tan en shock que no parecía tener ni idea de qué decir, ni pensar.

- No lo culpo, señor Burnst. Es cierto que no correspondo a sus sentimientos y le pido perdón por no hacerlo, nunca quise decepcionar a nadie...

- ¡No! ¡No!- Gritó Eugenie.- No es justo, Claire no debería pasar por eso. Todo el mundo merece un bonito matrimonio por amor.

Claire abrió la boca sorprendida. ¿Cómo podía decir eso Eugenie si su matrimonio era más de conveniencia que de amor?

- Pero.... Eugenie.... ¿Y vuestro matrimonio?

Eugenie miró a Claire con una sonrisa.

- Es más listo de lo que parece. Lo amo.

Louis se acercó a su esposa y le rodeó la cintura.

- Je ne vous le dis peut-être pas souvent, ma chérie, mais, je vous aime, à la folie.- Louis puso su mano encima de la mejilla de su esposa y la acercó a él para poder besarla.

- Yo también. No podría estar con nadie más.- Eugenie correspondió al beso de su esposo y dejó caer su cabeza en su hombro.

Mientras que Louis y el señor Burnst preparaban el coche para irse rápidamente, Eugenie subió con Claire para ayudarla a coger sus cosas.

Los cuatro habían tomado una decisión. Claire no se quedaría más tiempo en la casa de Lady Wentworth, iría a vivir con Eugenie y Louis hasta el final de la temporada.

El señor Burnst se había sentido bastante culpable y deseaba confrontar a su tía sobre lo que había pasado solo.

Claire estaba muy agradecida con ellos. Nunca pensó que sus mejores aliados eran los que más parecían despreciarla o no hacerle mucho caso.

Al salir de la casa, la joven vio a Lady Wentworth verlos alejarse por la ventana, la mujer parecía resentida.

Cuando se encontraron solas en el carruaje, Eugenie volvió a abrazar a Claire.

- Creo que mi tía estaba celosa de que estuvieras tan enamorada del señor Bridgerton y que él te correspondiera. A ella, nunca la quisieron, ni su marido. Representas todo lo que ella quería ser en su juventud y eso la vuelve loca.

Claire no se esperaba lo que sucedió con Lady Wentworth, estaba afectada y tenía haber tomado la mala decisión. Quizás, era su culpa y debería haber aceptado la propuesta de matrimonio de Enoch para evitar todo lo que había sucedido.

También sabía que nunca podría ser feliz con él, ni con ningún otro hombre ya que ella estaba enamorada de otro....

𝒟𝒶𝓎𝓁𝒾𝑔𝒽𝓉 𝓎 ℒℴ𝓈 ℯ𝓃𝓇ℯ𝒹ℴ𝓈 𝒹ℯ𝓁 𝒸ℴ𝓇𝒶𝓏ℴ́𝓃 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora