𝒟𝒶𝓎𝓁𝒾𝑔𝒽𝓉 𝓎 ℒℴ𝓈 ℯ𝓃𝓇ℯ𝒹ℴ𝓈 𝒹ℯ𝓁 𝒸ℴ𝓇𝒶𝓏ℴ́𝓃

Gregory Bridgerton

Felicity

- Es imposible, madre.

- Sí que es posible. Tiene un hijo, el más joven. Lady Bridgerton mencionó el otro día que está estudiando en alguna escuela de mucho prestigio. ¿Cambridge? ¿Oxford? No lo sé. Le preguntaré a Penélope acerca del joven Bridgerton.

- Eton, Gregory está estudiando en Eton. Me lo dijo Hyacinth. Madre no es buena idea preguntarle a Penélope, es su cuñado, le parecerá muy extraño y además, no quiero que piensen que estoy interesada en él.

- Es un buen partido.

- No tiene ningún título nobiliario.

- Es hijo de un vizconde y hermano de un vizconde, encima tiene mucho dinero, seguro que tiene más de quinientas libras al año. ¡Diablos, es un Bridgerton, Felicity! Tenemos que hacer que se fije en tí antes de que las otras madres, esas arpías, elaboren un plan para casarlo con sus hijas.

Se paró a pensar un momento.

- Invitaré a las Bridgerton a tomar el té, mañana. Tenemos que actuar rápidamente.

- ¡No, madre, no!

Me llevé las manos a la cabeza. Madre estaba tan metida en sus pensamientos que no me escuchaba, sabía que no iba a lograr quitarle esa idea de la cabeza, por desgracia. Ni yo ni nadie lo conseguiría.

Le mandó una invitación a la vizcondesa viuda Bridgerton, para invitarla a tomar el té con sus hijas. Madre planeaba encontrar una manera de conseguir su apoyo.

Al día siguiente, por la mañana, me llevó a la modista. Elegí tres vestidos, uno verde con volantes, uno azul sencillo y otro rojo que venía con una crinolina nueva. La modista tardaría al menos una semana en terminar de confeccionar mis vestidos. Al parecer, últimamente las madres hacían muchos pedidos para sus hijas casaderas. Eso enfureció a mi madre, estaba convencida de que todas las madres habían pensado lo mismo que ella, porque era el último Bridgerton soltero. No estaba segura de que eso fuera cierto, pero lo que sí sabía con certeza, era que cuando regresará a Londres, todas las madres iban a atacar a Gregory e iban a acosarlo.

A las 5 en punto llegó Lady Bridgerton con su hija, Hyacinth. Mi madre y yo estábamos en el salón cuando llegaron y fuimos a recibirlas. Hyacinth y yo éramos amigas desde pequeñas, correteabámos por todas partes, chismeabamos siempre que podíamos, cuando no estaba en casa, estaba en la suya y viceversa, íbamos a bailes juntas y haríamos nuestro debut en sociedad a la vez. Era mi mejor amiga y confidente.

- Lady Bridgerton, me alegra que haya acceptado mi invitación. Cómo su hija estaba enferma el otro día cuando fui a visitarla, pensé que quizá no vendría.

- Gracias, Portia. Eloise está mucho mejor, gracias a dios. No se preocupe, pensaba venir igualmente, necesito distraerme.

- Sí, ¿verdad? La temporada social acabó hace más de cinco meses y Lady Whistledown ya no escribe. Nunca pensé que mi Penélope fuera esa mujer.

- Penélope es una joven muy lista, tiene suerte de tenerla como hija.

Mientras que tomábamos el té, seguiamos hablando animadamente. Mi madre y Lady Bridgerton intercambiaban ideas y cotilleos, Hyacinth y yo nos reíamos de los mejores cotilleos. Todo iba muy bien, hasta que mi madre mencionó el tema del matrimonio.

- En un par de semanas, nuestras hijas harán su debut en sociedad. ¡Cuánto han crecido!

- Aún me acuerdo de cuando eran pequeñas, son tan parecidas a Eloise y Penélope. Los patrones se repiten.

- Espero que al igual que Eloise y Penélope encuentren buenos partidos.

- Por supuesto, pero si se casan por amor aún mejor.

- Naturalmente. Usted a parte de Hyacinth tiene otro hijo que no está casado, ¿verdad?

- ¿Gregory? Oh, sí, cierto, actualmente está en Eton. Creo que volverá pronto, piensa irse de viaje como su hermano, Colin, pero antes quiere pasar por casa. Llevo meses sin verle la cara a mi hijo.

- ¿Cuántos años tiene ya? Si no recuerdo mal, no era tan mayor como los demás, tenía aproximadamente la edad de Hyacinth y Felicity.

- Sí, es dos años mayor. Cumplirá 20 años en octubre.

- Buscará esposa pronto, entonces.

- Ya quisiera, me encantaría que se casará ya, sin embargo, él quiere irse de viaje y hacer otras cosas... Mis demás hijos tardaron bastante en casarse. Anthony se casó antes de cumplir los 30 años y Benedict y Colin después de los 30. Gregory seguramente seguirá el ejemplo de sus hermanos.

- Bueno, es una lástima. Puede que si conoce a la señorita adecuada cambie de opinión....

Miré de reojo a mi madre sorprendida ante su descaro. Lady Bridgerton no pareció darse cuenta. La tarde siguió su curso tranquilamente. De vez en cuando, mi madre lanzaba indirectas y me moría de vergüenza. Lady Bridgerton no se percató en ningún momento, pero Hyacinth arqueó las cejas más de una vez, me miraba con curiosidad, me preguntaba con la mirada a qué se refería mi madre. Incapaz de contestarle le hice una seña para hacerle entender que le explicaría más tarde.