Promise - Alejandra Villarreal

Companions

Pov Carolina

-Si vas a ir, iremos juntas.- Dijo Majo por última vez en un tono firme.

-¿Segura?

-Si, sabes que no te conviene llevarme la contraria así que, dejémoslo aquí.- Se levantó de la cama y se dirigió al baño.

Mañana era el viaje, por más que trate de convencer estos días a Majo de que se quedara, no lo logre.

Me encontraba terminando de empacar las cosas, cuando llego María José y se situó atrás mío. Sentí sus brazos rodearme. Me volteé y pasó sus manos por mi cuello. Me beso de una forma apasionada y me sentó en el borde de la cama, ella quedando encima de mi.

-Que guapa eres- Me sonrió. Si no supiera el tipo de persona que es, le creería. Me abrace a ella para evitar decir algo que no sentía. Ella acarició mi cabello, y al separarme de ella volvió a besarme.

-Debo terminar de empacar- Rio un poco, cualquiera que la viera pensaría que es la mujer más dulce. Su sonrisa es hermosa, irradia felicidad, pero arruino mi vida.

Se bajó de mi regazo y salió de la habitación. Seguí haciendo mis maletas y sonó mi celular. Lo busque por entre el desorden y al encontrarlo pude ver el nombre en la pantalla.

Paulina.

Me quede helada por un segundo pensando en el mundo de posibilidades y las miles de cosas que podían surgir en esa llamada. Hacía ya hace más de un mes que no cruzaba palabra con ninguna de las chicas.

Tome el celular entre mis manos y me asegure de que majo no estuviera cerca. Salí al patio exterior y conteste.

-...Pau...- Dije con miedo de lo que podría suceder.

-Carolina..-su voz se escuchó seca, como si tratara de hablar lo menos amable posible- ¿Es cierto que vas a venir mañana?

-Si.. Al parecer seré miembro del staff.

-Mmm- no se escuchaba alegre ni gustosa.-Puedo pedirte algo?-...- No intentes arreglar las cosas con Alejandra. Por favor.- su voz golpeaba y se escuchaba totalmente seria- Ella realmente está herida, creo que sería suficiente con verte todos los días de ahora en adelante. Déjala en paz siempre que puedas. ¿Okey? evitemos problemas.-asentí emitiendo un sonido. Y colgó. Ni siquiera se despidió.

Sus palabras resonaban en mi mente. La culpa seguía invadiéndome. Aunque sabía que no era mía.

[...]

Había llegado el día. Me levanté temprano ya que el vuelo saldría antes del medio día. Desperté a Majo y ambas nos dispusimos a terminar de arreglarnos.
Pedimos el taxi hacia al aeropuerto y una vez allá, hicimos todo el proceso de papeleo para pasar a la sala de espera.

Luego de unas largas horas, era nuestro turno de abordar. Los nervios me invadían al no saber que me deparaba. No saber si tendré que irme a vivir del todo a Mexico o en algún momento tendría que volver a L.A

El vuelo transcurrió con normalidad, en algún punto me quede dormida y al despertar, ya estábamos en méxico. Todos los recuerdos pasaban por mi mente.

Luego de el proceso de migración y recoger nuestro equipaje, los nervios se apoderaron de mi. Íbamos a quedarnos en el apartamento donde solía vivir antes de irme a vivir a L.A

Emprendimos nuestro camino hacia allá. Decidí llamar a rudy para confirmar todo. Agarre mi celular, me marqué y sonaron los tonos.

-Holaa, Caro-Saludó animado- ¿Como llegaste? ¿Que tal el vuelo?