Kiss

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Pov Carolina

Ya era un nuevo día, habían pasado 2 días desde lo sucedido en el camerino, Ale parecía ignorarme cada vez más frente a sus hermanas. Pero cuando estábamos solas era distinta.

Las chicas estaban en la warning cueva, terminando de conectar sus equipos para ensayar el show que darán en el pepsi center en varias semanas.

Mientras tanto yo estaba en la habitación de Pau, viendo una película, en algún momento bajaré a verlas ensayar pero ahora no.

Veía la película con tranquilidad cuando tocaron la puerta.

-Está abierta- Dije en un tono alto pero nadie se asomó. Se me hizo extraño pero no le di importancia.

Se volvieron a escuchar los golpes, y me vi en la obligación de detener la película y levantarme a abrir.

Abrí la puerta esperando encontrarme con Pau, ya que era su habitación, pero solo pude encontrarme con aquella cabellera marrón que había robado toda mi atención.

-Hola- Dijo con una sonrisa mientras con sus manos atrapaba mi rostro.

-Hola ¿que haces acá?- le devolví el saludo y por reflejo, envolví su cintura con mis manos.

Ella cerró la puerta con seguro detrás de ella.

-Tomando venganza.

Dijo para seguido intentar besarme, fui más rápida y el beso cayó en la mejilla. Pero no lo desaprovecho porque empezó a bajar lentamente. Sacándome suspiros y llevándome al límite.

-Ale espera- trate de quitarla, pero fue en vano. Su mano derecha bajó a mi pecho derecho, el cual por encima de la ropa fue estimulado. Me estaba volviendo loca. Necesitaba más.

En un hábil movimiento la cargue, sus piernas envolvieron mi cintura y me senté en la cama con ella encima. Ella se acomodó a horcajadas de mi. Empezó a besar la comisura de mis labios. Pero a toda costa evite que me besara directamente. Amábamos este juego.  

Ale comenzó a hacer movimientos en vaivén con su cadera encima de mi, si antes me estaba volviendo loca, ahora moriría. Fue imposible no hacer ruido.

-Ale..- Gemí y agarre con fuerza su trasero, guiando sus movimientos. Alejandra también gimió y aceleró sus movimientos. Iba a quitar mi camisa pero no sé lo permití. Si estábamos en un juego, este tenía que ser justo.

-Ale, ¿Estas aquí? ya vamos a empezar- Se escucho afuera de la habitación, por lo que Ale se levantó, dejó un beso en la comisura de mis labios y se fue. Dejándome con todas las emociones a flor de piel, y una sensibilidad increíble.

[...]

Pasaron unos minutos cuando decidí bajar, con cada paso que daba, el ruido se intensificaba. Escuché que estaban tocando una canción que nunca había escuchado.

Entre y todas me miraron, pero siguieron en lo suyo. Me senté y espere a que terminara la canción. Una vez terminaron, no tarde en decir.

-Esa canción nunca la había oído.

-Lo sabemos, es nueva. Se llama "Hell you call a dream", la tocaremos por primera vez en el Pepsi.

-Suena bastante bien.- Dije y al mirar a Ale, le sonreí pero ella no me sonrió de vuelta.

El ensayo transcurrió con normalidad, esperaba que fuera como lo esperaba, ya saben, miradas coquetas y guiños ocasiónales. Pero no. Alejandra siquiera me miraba y me estaba empezando a preocupar. Luego de lo que parecieran ser 1 hora y media, terminaron.

Promise - Alejandra VillarrealDonde viven las historias. Descúbrelo ahora