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Pov Alejandra

Habían pasado ya 3 semanas desde lo ocurrido. No me sentía bien pero sabía que lo mejor era estar lejos de ella. Lo bueno es que ahora conocí a alguien, un chico.

Se llama Anthony, es bastante atractivo, atento, gracioso y me siento bien cuando estoy con el. Tal vez sería un buen intenta para por fin dejar las cosas atrás.

Me encontraba en mi habitación, terminando de maquillarme ya que saldría con Anthony. Llevábamos saliendo unos días nada más.

Termine de arreglarme y mire mi celular, estaba a punto de escribirle cuando sonó el timbre de la casa. Baje por las escaleras y al bajar, vi a Paulina hablando con el chico en la puerta.

-Adios Pau, llegaré por la noche-Dije y antes de cerrar la puerta alcance a escucharla.

-Cuídate!

Cerré la puerta y lo saludé.

-Hola- Le sonreí. El me sonrió de vuelta.-¿A donde iremos?

-Iremos a uno de mis lugares favoritos, me encantaría que me acompañaras.- Tomo mi mano y me llevo hasta su coche, abrió la puerta y me ayudo a subir. Luego rodeó el carro, esta vez subiéndose el.

Puso música y mientras recorríamos la ciudad, me hablaba de su vida y yo de la mía. Miraba por la ventana mientras lo escuchaba hablar.

¿Que será de Carolina?

Borre la pregunta automáticamente de mi mente. El carro de Anthony se detuvo en un lugar que conocía muy bien.

La feria, donde Carolina prometió que iría a verme al pepsi center, y tal cual cumplió.

Trate de no pensar mucho en eso. Ahora yo estaba conociendo a alguien nuevo y no vale la pena quedarse atrás por recuerdos. Anthony abrió mi puerta y me ayudo a bajar.

Por cada paso que daba, más recuerdos llegaban a mi. Recuerdos que no volverán a pasar. Sin darme cuenta mire mi mano y Anthony habia entrelazado nuestros dedos.

Un nudo empezó a formarse en mi estómago. No estaba lista. Todavía la veía cada vez que cerraba mis ojos.

-Oye...- Lo detuve, necesitaba hacer algo. Pero cuando volteó, solo pude ver sus ojos mirándome con ilusión.

Pero no eran los de ella.

No eran sus ojos, que a pesar de haberme visto como un juego más que algo real, aún me convencía a mi misma de que al menos por una vez me miro como yo a ella.

-Dime- Seguía sosteniendo nuestras manos, pero ninguna palabra logró salir de mi boca.-¿Que pasa? estas extraña.

Solo moví la cabeza negando, y seguí mi paso a lo que él me siguió.

-Ya se donde iremos- Dijo y su mirada se dirigía a lo alto de la rueda de la fortuna.

"No, por favor" Dije para mis adentros. Esto no iba a salir bien de ninguna manera.

-Oh, no lo creo. Me dan miedo las alturas- Mentí- Mejor otra cosa.- Trate de jalarlo a otro lado. Pero el seguía plasmado en la fila.

-Viajas decenas de veces en avión durante años ¿y hasta ahorita dices que tienes miedo? por favor.- Rio, apretó mi mano- No tienes por qué asustarte. Estaré ahí para ti.

Trate de convencerlo pero fue en vano. Era nuestro turno de subir. Los recuerdos invadieron mi mente y mi pecho quemaba. Mis lagrimas empezaban a acumularse.

-Ey, ¿estas bien?- abrazo mis hombros y me miro a los ojos, evité su mirada.

-Si, solo...tengo miedo.- Mentí, de nuevo.

Promise - Alejandra VillarrealDonde viven las historias. Descúbrelo ahora