Would you die for me?

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Pov Carolina

Desperté con el sonido insistente de mi teléfono vibrando en la mesa de noche. Parpadeé, sintiendo el cansancio aún en mis ojos, y me di cuenta de que tenía decenas de llamadas perdidas. Dany, Pau, los padres de Ale y el staff... todos habían intentado contactarme. Entre los mensajes y las notificaciones, la preocupación latía en cada palabra. Sentí una punzada de culpa; en medio de la intensidad de la noche, habíamos perdido la noción del tiempo y dejado todo atrás, sumergiéndonos en nuestro propio mundo.

Con un suspiro, deslicé el dedo por la pantalla y marqué el número de Pau. Después de apenas un timbrazo, contestó con voz preocupada.

-¿Caro? ¿Dónde estás? -preguntó, entre el alivio y el nerviosismo.

-Pau, lo siento. Perdimos la noción del tiempo. Estamos bien, solo... necesitábamos hablar. -Intenté sonar tranquila, aunque sabía que la situación se vería como una desaparición en plena gira. Habíamos escapado sin decir nada a nadie, y claro, después del estrés de las últimas semanas, entendía la preocupación de todos.

En ese momento, sentí movimiento detrás de mí. Ale se despertaba lentamente, y al darse cuenta de mi mirada, me sonrió. Su cabello estaba desordenado y su expresión tranquila; había algo en su mirada que me hacía sentir que todo estaba en su lugar.

-Buenos días, amor -dijo con suavidad, estirando la mano para rozar la mía. Esa palabra, "amor", salió de sus labios como un bálsamo que calmaba cualquier duda. Fue tan natural, tan familiar... como si volviéramos al comienzo, como si todo el dolor y la distancia no hubieran existido.

Mi corazón dio un vuelco, y sin poder evitarlo, sonreí. Era una de esas sonrisas que surgen desde el fondo del pecho, una mezcla de alegría y alivio. Por un momento, el mundo exterior quedó en pausa y no existía nada más que nosotras dos.

Con una pequeña sonrisa hacia Ale, volví a concentrarme en la llamada con Pau. Todavía escuchaba su respiración acelerada al otro lado de la línea.

-Perdón, Pau. De verdad. Sé que debimos avisar -susurré, tratando de sonar tranquila.

Pau suspiró, aún sonaba tensa.

-Me tenías preocupada, Caro. Todos lo estábamos. Y Ale... ¿ella está bien?

Asentí, aunque Pau no podía verme.

-Sí, está bien. Estábamos juntas todo el tiempo. Solo necesitábamos... hablar las cosas -le expliqué, con un tono de disculpa.

Pau hizo una pausa. Era como si procesara mis palabras con cuidado.

-Entiendo... -dijo finalmente, su voz algo más suave-  Solo quería asegurarme de que estuvieran bien. Ha sido todo un caos últimamente, y... bueno, solo nos avisen la próxima vez, ¿sí? todos estaban preocupados.

Miré a Ale y sentí su mano sostener la mía, como si quisiera transmitir toda la tranquilidad posible. Era increíble cómo en esa mañana todo parecía haber encontrado su balance, aunque fuera por un momento.

-Lo sé, Pau. Gracias por entender. Y gracias por todo el apoyo -le respondí, sincera, sintiendo un agradecimiento profundo hacia ella.

Pau suspiró, un poco más aliviada.

-Caro, siempre voy a estar aquí para ustedes. Solo cuídense, ¿de acuerdo?

Colgué con un suspiro de alivio y miré a Ale, quien seguía mirándome con ternura.

Ale me miró fijamente, con la calidez regresando a sus ojos.

-¿Por qué hay tanto ruido desde temprano? -murmuró mientras se estiraba perezosamente.

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⏰ Última actualización: 17 hours ago ⏰

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Promise - Alejandra VillarrealDonde viven las historias. Descúbrelo ahora