Hell

75 9 1
                                    

Pov Carolina

Desperté y sentí una mano acariciando mi espalda desnuda. Me levanté y vi a María José sonriéndome coquetamente.

-¿Como amaneciste?-acarició mi hombro.

-Mucho mejor- le sonreí de vuelta y la bese. No mentía del todo, pero la pequeña presión en mi pecho se seguía sintiendo.

A pesar de anoche haberme podido olvidar de todo un rato, no quitaba el hecho de que ahora eso rondaría mi mente durante un buen tiempo.

Agarre mi celular y mire varios mensajes de Paulina.

Paulino
"Como te sientes?"
"Te dormiste?"
"Era para saber si querías venir mañana, obviamente Ale no va a estar"
"Dany también quiere hablar contigo"
"Espero tu respuesta"

Los conteste uno por uno y le dije a María José que tendría que salir, ella, con pereza ya que no se había levantado del todo, solo asintió.

Pasaron las horas. Me bañe y arregle, agarre un taxi hasta la casa de los villarreal y le escribí a Paulina que estaba llegando.

Toqué la puerta de la casa de Alejandra, y apenas pasaron unos segundos, Paulina ya estaba abriéndola con una gran sonrisa en el rostro.

-¡Caroooo! -dijo, dándome un abrazo sin dudarlo, apretándome con fuerza, como si quisiera decirme cuánto gusto le daba verme sin necesidad de palabras-¡Qué bueno que llegaste! Anda, pasa. Estábamos hablando de ti.

Solté una risa, correspondiéndole el abrazo con cariño. Paulina siempre lograba hacerme sentir como en casa.

-Hola, Pau. Yo también tenía muchas ganas de verlas -respondí, sintiendo una especie de alivio al cruzar la puerta.

Mientras Paulina y yo nos dirigíamos al salón, vi a Dany en el pasillo, observándome con una expresión seria. Sentí cómo el ambiente cambiaba, esa mezcla de calma y tensión anticipada de cuando sabes que va a haber una conversación importante. Paulina lo notó también y, con una sonrisa de apoyo, nos dejó solas.

-Creo que las dejo un ratito -dijo Pau, lanzándonos una mirada comprensiva antes de dirigirse a la cocina- Voy a preparar café por si les antoja.

Dany me miró y luego señaló el sofá. Me senté frente a ella, sin saber exactamente qué esperar pero sintiendo una mezcla de calma y nerviosismo. Tras unos segundos de silencio, Dany respiró hondo y comenzó a hablar.

-Mira, Caro... -comenzó, con la mirada fija en sus manos—. Quería pedirte disculpas. He sido una idiota contigo.

La sorpresa me golpeó primero, y luego una ola de alivio se instaló en mi pecho. Sabía que esta conversación probablemente ocurriría algún día, pero escucharlo de ella me hacía sentir que, de algún modo, la situación realmente estaba cerrándose.

-Paulina me contó todo-...-Sé que cuando empezaste a salir con Ale, fui rápida en juzgarte. Pensé... que tú eras la razón por la que ella estaba mal. Que de alguna forma la estabas lastimando -confesó Dany, mirándome con una expresión de arrepentimiento que nunca antes había visto en ella- Y me equivoqué, Caro. Te juzgué sin entender lo que realmente estaba pasando.

Asentí, sintiendo el peso de sus palabras, pero también sin ningún rastro de resentimiento en mí. Dany había sido dura, a veces, pero comprendía por qué lo había hecho.

-Lo entiendo, Dany. Ale es tu hermana, y sé lo importante que es para ti y Pau protegerla. Solo... me dolió pensar que podrías creer que yo le haría daño de esa forma -dije, con sinceridad.

La mirada de Dany se suavizó, y vi en sus ojos la comprensión y el arrepentimiento de alguien que finalmente estaba viendo las cosas con claridad.

-Ver a Ale sufrir me dolía demasiado. Desde siempre he sentido que tengo que cuidar de ella y de Pau... pero me apresuré. No me tomé el tiempo para escucharte o para intentar entender qué estaba pasando -explicó, bajando la mirada- Me doy cuenta de que me dejé llevar por la idea de protegerla, y eso me llevó a lastimar a alguien que ella ama...

Promise - Alejandra VillarrealDonde viven las historias. Descúbrelo ahora