Mi Meraki

capitulo 5

Farasha

Casi tres años habían pasado desde aquella noche memorable que cumplí 15, ahora a 3 meses de cumplir 18 años. Pienso en lo mucho que cambió mi vida desde entonces. El mundo se movía a un ritmo vertiginoso, y yo con él, pero una parte de mí aún seguía anclada en ese pasado, en aquellos días en que sentía que el tiempo se detenía cuando él estaba cerca.

Hoy, 10 de agosto de 2022, llegué a casa luego de un día ajetreado. Dejé mi mochila en el sofá y me dirigí a la cocina para preparar un café. Mientras la cafetera hacía su trabajo, revisé mi teléfono. No tenía mensajes nuevos, solo notificaciones de Instagram, las cuales ignoré de inmediato. ¿Qué podía ser tan importante?

Esa noche, mientras me preparaba para dormir, revisé nuevamente mi teléfono. Había un nuevo correo de la preparatoria, y un par de mensajes de Madison. Luego, mi mirada se posó en la notificación de Instagram que antes había ignorado.

Un nuevo seguidor, Jacob Kai Fischer? Mi corazón dio un vuelco. El sonido de la notificación resonó en mis oídos como una melodía familiar, una canción que me transportaba a un pasado que creí perdido. ¿Quién era este chico? ¿Cómo no me di cuenta antes de sus iniciales?

Con un temblor en las manos, abrí su perfil. La imagen de su perfil era una fotografía en donde un hombre de ojos azules, con pecas y un rostro delicado, miraba hacia el horizonte. Tenía el cabello rubio claro, un poco despeinado, y una expresión seria que me hizo sentir un nudo en el estómago. Llevaba aretes largos en las orejas, que brillaban con la luz de la pantalla. Era como si me estuviera mirando a mí, como si me conociera, como si me reconociera. Mi Meraki? J.K.F?? Y lo peor de todo, ¿YO LE SEGUÍ PRIMERO?!!! En qué momento? ¿Por qué no recuerdo haberlo hecho? Mi mente se inundó de recuerdos confusos, de momentos que creí olvidados."

Las imágenes de su perfil me dejaron sin aliento. Su sonrisa era la misma que recordaba de aquellos días. Esa mirada profunda y penetrante me hizo sentir un nudo en el estómago. No podía dejar de preguntarme: ¿Cómo me había encontrado? ¿Qué sabía él sobre mí? ¿Había estado observándome todo este tiempo?

Me sentí emocionada, pero decidí mantener la calma. No quería parecer desesperada. Después de todo, ya habrá pensado que soy una desesperada al momento que vio que le seguí.

- ¡Soy Idiota! ¡Idiota! - murmuré, con un rubor en las mejillas.

Su perfil era misterioso, como siempre, muy de su estilo. Pocos seguidores, una publicación. Pensé en mis sentimientos hacia él. Al fin y al cabo, yo lo tenía como algo platónico. En mi cabeza pienso que alguien como él jamás se fijaría en alguien como yo, pero está bien, para quererlo no necesito tenerlo. Lo quiero libre, conmigo o sin mí. Había leído que el amor platónico es el más verdadero y bello sentimiento, porque amas sin pedir nada a cambio. Amamos aún sabiendo que el otro nunca nos amará. Simplemente amamos y ya.

20 DE NOVIEMBRE DEL 2022

Once días habían pasado desde que cumplí 18 años. Me sentía emocionada y libre. El mundo se extendía ante mí como un lienzo en blanco, listo para ser pintado. Ese día, decidí subir una foto a Instagram. Me gustó cómo me veía, con mi nuevo corte de cabello que me hacía sentir más segura.

"Al rato, cuando vuelvo a ver la historia, me fijé en los "me gusta" y... ¡ay no!. Él le puso un "me gusta". Mi corazón latía tan rápido que parecía que se iba a detener. Un escalofrío recorrió mi cuerpo, como una corriente eléctrica que me conectaba a él a través de la pantalla. Sentí una punzada de nervios, una mezcla de alegría y miedo que me dejó sin aliento. ¿Cómo era posible que él, Jacob, el chico que me había cuidado cuando era niña, el chico que me había sacado de tantos apuros, estuviera ahí, viendo mi historia, dándole un "me gusta"?

Mi mente se inundó de recuerdos: su sonrisa, su mirada, me imaginaba la sensación de su mano en la mía... Era como si el tiempo se hubiera detenido y me encontrara de nuevo en ese momento mágico, en ese instante en que todo cambió.

No podía creerlo. ¿Había estado pensando en mí? ¿Había estado observándome? ¿Qué significaba este "me gusta"? ¿Era solo una casualidad? ¿O era una señal?

Un nudo se formó en mi garganta, y mis manos comenzaron a sudar. No podía dejar de mirar su perfil, como si estuviera hipnotizada. ¿Qué debía hacer? ¿Debería responderle? ¿Debería ignorarlo?

La incertidumbre me carcomía por dentro, pero una pequeña voz en mi interior me susurraba que debía aprovechar esta oportunidad. Tal vez, solo tal vez, era el momento de volver a conectar con él, de volver a sentir esa chispa que se había apagado hace tanto tiempo.

Respiré hondo, tratando de calmar mi corazón.

"Me calmé y le envié una captura a mi mejor amiga, que ya sabía mi historia con él. Ella me aconsejó que subiera otra historia con la cajita de preguntas y respuestas para que él me respondiera. "Es la oportunidad perfecta", me dijo. "Veremos si él se atreve a responder" dijo Madison.

Siguiendo su consejo, lo hice. Y sí funcionó. Dios!, hasta podría jurar que me enamore. Un torbellino de emociones me invadió: nervios, ilusión, esperanza...

Había puesto "pongan algo interesante" y él fue el primero en responder. Su respuesta me dejó sin aliento: "No sé qué es interesante para ti, decime así sabré que responder".

Me sentí mareada. ¿Qué significaba eso? ¿Era una forma de decir que estaba interesado en mí? Pero esta vez era diferente. Era una emoción esperanzadora, pero no quiero emocionarme en vano. Al final, una falsa esperanza es esperanza y un amor en vano es amor.

Y así comenzamos a hablar. Toda la noche estuvimos conversando. Al principio fue raro, era como si ya nos conociéramos pero éramos dos extraños. Sus palabras me recordaban a las conversaciones que tuvimos cuando yo era una niña, aquellas tardes en que él me llevaba a casa después de la escuela, aquellas veces en que me contaba historias de piratas y sirenas, aquellas veces en que me hacía reír con sus bromas. No saqué el tema de nuestro pasado en la conversación. Me contó sobre su pasión por la pintura y su amor por el mar y los delfines rosados. Hablamos del universo y sus misterios.

Fue una conversación que me dejó sin aliento. Me sentí conectada con él de una manera que nunca había sentido antes. Y en ese momento, supe que quería saber más sobre él.

La conversación se extendió hasta el otro día. Yo estaba tan emocionada que no pude dormir. Fui al colegio sin dormir en mi último año de secundaria. Fue el día más feliz de mi vida. No podía parar de sonreír, pensando en nuestra conversación. Obvio que tenía que disimular, imposible que yo esté enamorada de alguien como él."