capitulo 24

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Farasha


Me desperté temprano, aunque apenas había pegado ojo. Mi mente estaba en un remolino de pensamientos y emociones después de lo que había pasado con Jacob. Sus palabras aún resonaban en mi cabeza: "Te ofrezco mi existencia, mi vida, mis brazos para estar juntos". Es tan dramático, pensé sonriendo, pero no podía negar la emoción que sentí cuando me abrazó y me dijo que quería verme enamorada y ser el culpable. Me pareció tan sincero, tan auténtico. No pude contenerme y, sin pensarlo dos veces, me cubrí la cara con la almohada y solté un grito de felicidad. "¡AAAAAAAAAAAAH!".

Justo en ese momento, Jasper entró en mi habitación y me vio sonriendo de oreja a oreja. "¿Qué pasa, Farasha? ¿Qué te hace tan feliz?", preguntó con curiosidad.

No quería hablar de eso con él, así que intenté cambiar de tema. Pero Jasper no se dio por vencido. "¿Y la carta? ¿De quién era?", preguntó, mirándome con intriga.

Me sentí incómoda y no supe qué decir. Jasper me miró fijamente y de repente su expresión cambió. "No era Jacob, ¿cierto?", preguntó, su voz llena de sorpresa.

Me quedé en shock. ¿Cómo lo había adivinado? Mi expresión debe haber sido muy elocuente porque Jasper asintió con la cabeza. "¡FARASHA! ¿Qué haces con él? Es mayor que tú. ¡Encima era mi amigo! ¿Desde cuándo te coquetea?".

Me sentí a la defensiva y decidí hablar claro. "Tranquilo, Jasper. Él no fue el que me coqueteó, fui yo. A mí me gusta".

"No, no acepto que estés con él", dijo Jasper, su voz llena de ira y determinación. "Cuando lo vea, lo mataré a ese idiota".

"¡JASPER!!!", dije furiosa, intentando calmarlo. "Él no hizo nada malo, ¿por qué actúas así?".

Jasper se cruzó de brazos, su rostro endurecido. "Porque no quiero que te lastime, Farasha. Él es mayor que tú, y encima era mi amigo. No puedo permitir que te meta en problemas".

Me sentí frustrada por su falta de comprensión. "Jasper, no entiendes", intenté explicar, pero él no me dejó hablar.

"Es mi última palabra. Además, la empresa familiar está en problemas y tú estás pensando en enamorarte", dijo, y cerró de golpe la puerta detrás de él.

Me quedé sola en la habitación, sintiendo que mi felicidad se esfumaba otra vez. Parecía que no podía ser feliz sin que alguien se interpusiera en mi camino. Si no era la distancia entre Jacob y yo, era mi familia que no entendía.

Después de que Jasper cerró la puerta, se escuchó la voz de mi madre gritando.

"Ay no", dije con los ojos cerrados.

"¿Qué pasa aquí?", preguntó mi madre, entrando en la habitación. "¿Qué pasa en esta casa? ¿Qué son esos gritos?".

Jasper se volvió hacia mi habitación, abriendo la puerta.

"Farasha tiene un novio", dijo, su voz llena de indignación. "Y no nos lo dijo a ninguno de nosotros".

Mi madre entró en la habitación y me miró sorprendida. "¿Es verdad?", preguntó. "¿Tienes novio?".

Me sentí acorralada. No podía negarlo más. "No", respondí, intentando sonar tranquila.

Mi madre se enfureció. "¿Cómo puedes hacer esto sin decirme nada?", gritó. "¿Qué clase de relación es esta?".

Jasper se unió a la discusión. "Es una relación peligrosa", dijo. "Jacob es mayor que tú y no es bueno para ti".

Me sentí frustrada. No podían entender mi relación con Jacob. "No es asunto de ustedes", dije, intentando sonar firme. "Es mi vida y mi decisión. Además, ya les dije que no tengo novio".

Pero mi familia no se rindió. La discusión continuó, con Jasper y mi madre gritando y yo defendiéndome. Era una batalla que no parecía tener fin.

La discusión había llegado a un punto crítico que nos encontrábamos en la cocina gritándonos.

...

Mi madre seguía gritando y yo me sentía cada vez más enfurecida y estresada. No podía soportar más los gritos.

De repente, me levanté de la silla y corrí hacia mi habitación. Cerré la puerta detrás de mí y me lancé sobre la cama, llorando desconsoladamente.

La oscuridad de la habitación parecía envolverme, y yo me sentía como si estuviera en un pozo sin fondo. No podía creer que mi familia se molestara porque me gustara alguien.

...

Después de estar un buen rato llorando en mi habitación, decidí agarrar mi celular y escribirle a mi papá. Quería saber dónde estaba y si podía ir con él. Le conté todo lo que había pasado con mi familia y cómo me sentía.

"¿Dónde estás, papá?", le pregunté.

"Volví a Arundel, Farasha", respondió.

"¿Puedo ir contigo? No me gusta estar acá", le pregunté, esperando que me dijera que sí.

"Sí, claro que sí", respondió. "Pero espera a mañana, no vengas de noche. Es peligroso".

"De acuerdo, te quiero, pa". Respondí.

...

Después de hablar con mi papá, decidí escribirle a Jacob para contarle lo que había pasado.

"Jacob, tuve una discusión con mi hermano y mi mamá", le escribí. "Jasper no le gusta que hablemos y me cansé de estar ahí entre peleas. Voy a irme de la ciudad y volver a Leicester con mi papá".

No tardó en responder.

-"¿De verdad quieres volver?", me preguntó, y pude sentir la emoción en sus palabras.

-"Síp, quiero volver".

-"Voy por ti", me escribe, y mi corazón late más rápido.

-"Jaja, tonto, aún no he preparado mi maleta, además es de noche", respondo, tratando de mantener la calma. "Además, no me tomará trabajo ir a sacar un boleto, así no tendrás que gastar combustible. Puedo ir sola, no te preocupes, solo te avisaba".

-"¿Y.... para qué hora tendrías el boleto?", me pregunta.

-"No lo sé, supongo que para las 10Am".

-"Okey, mira, prepara tu maleta. ¿De acuerdo?".
"Yo salgo al amanecer para allá, voy a buscarte".

Me dice, y siento una sensación de emoción y nerviosismo.

-"Pero...", trato de responder el mensaje, pero él me interrumpe.

-"Nos vemos, Farasha. Cuídate, te quiero mucho", me escribe.

Me quedo mirando el mensaje, sonriendo y sintiendo que mi corazón late más rápido. ¿Vendrá realmente por mí?. Abrazando la almohada me quedo mirando los peluches que me regaló. El oso con la cinta verde que yacía en mi cama. Y los pétalos de las rosas que sequé en una servilleta. También el envase del yogurt que me compró. Todo estaba en una mesita.
Mientras miraba sus detalles pensaba en cómo decirle a mi madre que pensaba volver, ¿Hoy?.

...

Finalmente se hizo de día, me armé de valor y le dije a mi mamá que aún estaba tensa, que había decidido volver a la ciudad. Le expliqué que regresaría con papá y que estaríamos bien. Ella me dio su aprobación, aunque podía sentir su preocupación, aparentemente ya se le pasó el enfado, así es ella, un sube y baja de emociones.

...

Eran las 7 de la mañana y antes de que Jasper se despertara decidí ir a esperar a Jacob en la cafetería en donde hablamos por última vez. Me gustaba recordar ese momento, cuando nuestros ojos se encontraron y todo cambió.

Además, tenía que mantener en secreto mi encuentro con Jacob, ya que mi madre aún no se enteraba de que estaba con él y espero que Jasper no le cuente. Le había dicho que me volvía en tren, así que no sospecharía nada.

Llegué a la cafetería y me senté en la misma mesa en donde habíamos hablado. Me sentí nerviosa y emocionada al mismo tiempo, pensando en ver a Jacob de nuevo.

Pedí un café y me quedé mirando la puerta, esperando a que Jacob llegara. No tardó mucho, y pronto lo vi entrar en la cafetería, sonriendo al verme.

Se acercó a mí y me saludó con un abrazo. "Hey, Farasha", me dijo.

"Hey, Jacob", le respondí, sonriendo.

Nos sentamos juntos y Jacob me preguntó si estaba lista para irnos. Asentí con la cabeza y nos preparamos para partir.

...

Subimos al auto y Jacob tomó mi maleta, poniéndola en el asiento de atrás. Luego, me abrió la puerta del asiento de adelante y me sonrió.
Cerró la puerta detrás de mí y subió al auto.

"¿Necesitas algo o quieres ir a algún lugar antes de emprender el viaje?", me preguntó.

En ese momento, me miró y sentí una sensación única e inexplicable. Sus ojos parecían contener una profundidad que iba más allá de lo superficial. Era como si estuviera viendo una obra de arte, una creación perfecta y sublime que me dejaba sin aliento.

La mirada de Jacob era diferente, era como si pudiera ver más allá de mi superficie, más allá de mis defectos y debilidades. Me sentía expuesta, pero de una manera que me hacía sentir segura.

Sus ojos eran como dos pozos profundos de agua clara, que reflejaban la luz y la oscuridad al mismo tiempo. Me sentía atraída hacia ellos, como si estuviera siendo absorbida por su profundidad.

Negué con la cabeza. "Nop, estoy lista para irnos", le respondí.

Jacob me sonrió y dijo: "De acuerdo, señorita".

Arrancó el motor y comenzamos nuestro viaje.

Mientras conducía dijo "Si quieres cambiar de música o abrir la ventanilla hazlo, haz lo que tú quieras".

"De acuerdo", respondí, sonriendo.

Jacob me miró de nuevo y sonrió.

"¿Hay algo que te preocupa o estresa, Farasha?", me preguntó.

Me encogí de hombros. "Sí, me siento estresada. Me estresa que Jasper se comporte así, mi mamá con sus ataques de ira y además ya ha pasado un año desde que terminé la secundaria y aún no he entrado en la universidad", le expliqué.

"Me comparo con mis ex compañeros y veo cómo todos ya están estudiando una carrera... Me siento como si estuviera atrás, estancada", continué.

"También cuando llegue quiero conseguir trabajo para ganar dinero. No quiero depender de mis padres para todo. Quiero ser independiente, pero no sé por dónde empezar".

Jacob me escuchó atentamente, sin interrumpirme. Su expresión era de comprensión.

"No te preocupes, Farasha. Entiendo que es complicado. Estaré contigo en todo momento", me dijo.

"Encontraremos una universidad y un trabajo que te guste. ¿Si? Y no te compares con los demás, tú eres única" "tienes que construir tu propio camino, nadie más que tú va a vivir tu vida." "También ponte a pensar si todas las vidas fueran iguales o fáciles sería aburrido, ¿O no?. "Y con Jasper deja que yo hablé con el. El solo te cuida."

Asentí con la cabeza sonriendo levemente. Tiene razón, aunque sigue siendo difícil.

Me sentí un poco mejor después de hablar con él. Saber que lo tenía a mi lado me daba tranquilidad.

"Gracias, Jacob. Hablar contigo me hace sentir mejor", le dije.

Jacob sonrió  "estamos juntos en esto".

...

Finalmente llegamos, y Jacob se detuvo frente a mi casa. Me abrió la puerta y bajó mi maleta del auto.

"Llegamos, señorita", me dijo sonriendo.

Me dio un abrazo cálido y me dijo: "Descansa hoy, mañana te vendré a buscar, ¿de acuerdo?".

"De acuerdo", respondí, sonriendo también.

"Gracias, Jacob, por todo"-"Tú también descansa. Dije.

Sonriendo subió al auto y esperó a que yo entrara a mi casa. Me despedí de él con una sonrisa y entré.

Escuché el motor del auto alejándose mientras cerraba la puerta detrás de mí.

Al entrar, vi que todo seguía igual. Nada había cambiado. La misma decoración, los mismos muebles, todo igual.

Pero noté que mi padre no estaba en casa. La casa estaba vacía y silenciosa.

Fui a mi habitación y dejé mi maleta en el suelo. Me acosté en mi cama y comencé a pensar en que Jacob me vendría a buscar mañana.

Me emocionaba solo de pensar en verlo de nuevo, aunque lo acababa de ver recién.

Pensé en la mirada de Jacob, en su sonrisa, en su forma de hablar. Todo en él me hacía sentir especial.

Me quedé así, perdida en mis pensamientos, hasta que decido ir a la cocina a prepararme un café y sacar mi ropa de mi valija.

...

Jacob

Conduje de regreso a mi casa, pensando en Farasha.

Me gustaba la forma en que sonreía, la forma en que su mirada se iluminaba cuando hablábamos. Dios, me estoy quedando loco.

Saqué mi teléfono y marque el número de Alex.

"Hey Alex, necesito tu ayuda", le dije.

"¿Te das cuenta de la hora, verdad?" Son las 10Am aún no es horario de trabajo, respondió.

"Te pago si quieres", le ofrecí.

Alex se rió. "¿Qué necesitas?"

"Necesito que me ayudes con algo para mañana", le dije.

"¿Qué es?", preguntó.

"Prefiero no decirlo por teléfono", le respondí. "Pero necesito tu ayuda".

"Okey, ¿qué hora mañana?", preguntó.

"Te paso por ti en unos 10 minutos", le dije. "Ponte guapo".

Colgué el teléfono y seguí conduciendo, pensando en los detalles de mi plan. No soy bueno en esto de las sorpresas.

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