Mi Meraki

capitulo 12

Jacob

Al día siguiente de la graduación le envié un mensaje a Farasha, con la esperanza de que todo lo que había pasado con su hermano no fuera un obstáculo para volver a verla. Las palabras se me atragantaron en el teclado, como si mi corazón estuviera en un nudo. "¿Farasha, podemos vernos? Dime el día que puedas", escribí con un temblor en las manos.

Su respuesta llegó casi al instante, como un rayo de sol en medio de la tormenta que se había desatado en mi interior. "Mañana. ¿Puedes?", decía el mensaje, y sentí una oleada de alivio recorriéndome el cuerpo.

"Perfecto," respondí con el corazón en la garganta. "Mañana a las 4 de la tarde en la cafetería de la otra vez".

Ella respondió con un sticker de un gato: un gato con ojos brillantes y una sonrisa traviesa. Era como si ella supiera que yo estaba luchando, como si pudiera sentir la angustia que me carcomía.

Al otro día:

Farasha Russel:

Ayer, la ansiedad me consumió después de recibir el mensaje de Jacob. Quería saber qué tenía que decirme, qué secreto escondía detrás de sus ojos. Mi corazón latía con anticipación, un ritmo frenético que se reflejaba en el ritmo de mis pasos mientras me apresuraba a arreglarme.

Llegué a la cafetería unos minutos antes, elegí una mesa y me acomodé, intentando calmar mi nerviosismo. La taza de café humeante en mis manos no lograba disipar la sensación de inquietud que se apoderaba de mí.

Justo cuando comenzaba a relajarme, una sombra se proyectó sobre mi mesa, interrumpiendo mis pensamientos. Levanté la vista y vi a Wendell acercándose, su sonrisa confiada y un tanto arrogante. Tomó una silla y se sentó frente a mí, sin esperar invitación.

-"Disculpa, estoy esperando a alguien", le dije, intentando ser amable.

Wendell se rió, un sonido un poco demasiado alto y seguro de sí mismo. "Oh, está bien, no tardaré. Farasha, la verdad es que me pareces muy linda, y quería que lo supieras". Su mirada me hizo sentir incómoda, como si estuviera tratando de penetrar mi mente. "¿También quería saber por qué no has respondido a mis mensajes".

-Wendell... me siento halagada, pero últimamente no he tenido mucho tiempo.

Él sonrió de nuevo, una sonrisa que me parecía un poco forzada, como si estuviera tratando de convencerme, de persuadirme. "¿Estás libre mañana?"

Dudé por un momento antes de responder mientras, con la mirada fija en la entrada de la cafetería, veía como Jacob entraba. Su presencia llenó el lugar con una energía que me hacía sentir una mezcla de emociones. Mi corazón dio un vuelco, y una oleada de calor recorrió mi cuerpo.

La puerta de la cafetería se cerró con un golpe suave, y el sonido me hizo sentir como si el mundo se hubiera detenido. Mis ojos se encontraron con los de Jacob, y sentí que el tiempo se había detenido.

Era como si una fuerza invisible me atrajera hacia él, como si una corriente eléctrica recorriera el espacio entre nosotros.

En ese instante, no podía pensar en nada más que en él, en su mirada intensa, en la forma en que sus ojos se posaban sobre mí, como si me vieran a través de mi alma.

Su presencia me llenó de una mezcla de miedo y de incertidumbre

Wendell, sin darse cuenta de la tensión que se había apoderado del ambiente, seguía hablando, pero sus palabras se perdieron en el ruido de mis pensamientos.