𝐉𝐄𝐑𝐀𝐑𝐐𝐔𝐈́𝐀 [𝐛𝐨𝐲'𝐬]

| CAPITULO [XXIX] |

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━ ❝ Abrazo. ❞

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━━━ Narra Choi Na-ri.

Al finalizar mi primer día de clases, me llamaron para tener una "reunión" con todos mis profesores y la nueva directora, la señora Oh Na-ra. Hablé con Hyun para que participara en esa reunión como adulto responsable en representación de mi abuelo y aunque odiaba la idea de malgastar tiempo, allí me encontraba.

— Estas advertencias de mal gusto no deberían de ser para mi. - Comenté mientras me echaba para en aquel sillón. - Si revisó mi expediente, no tengo ningún llamado de atención por extorsión.

— El antiguo expediente para mi es irrelevante en esta situación. - Contestó la directora Oh. - Alumna Choi, ambas sabemos muy bien que antes no era nadie en esta escuela, era una becada más del montón, a no ser que también haya pagado el puesto y aquel examen fuera falsificado.

— Cuidado por como se dirige a. - Hyun intentó defenderme pero aquella señora lo interrumpió. -

— Usted no es nadie en esta discusión, más que un chofer para la alumna aquí presente. - Exclamó restándole interés a la presencia de Hyun y admito que me molestó demasiado. -

Me levanté del sofá en el que me encontraba mientras me ponía aquella mochila sobre mi hombro. — Uno, no le falte el respeto a él, porque es mi tutor designado por mi propio abuelo y quizás estuviera enterada si no fuera tan poco descuida con su trabajo. - Dije. - Dos, aquel examen si lo rendí yo misma y si no me quiere creer, estoy dispuesta a volver hacerlo.

— Y tres. - Continué mientras le iba dando la espalda caminando hasta la puerta. - Ahora soy la heredera del grupo familiar, pero nunca fui de las que usan su autoridad para lograr las cosas a su favor, nunca. - Me detuve y la mire de reojo. - No me busque y déjeme terminar la escuela tranquila, y de esa forma, todo estará bien. 

— ¿Esto es una amenaza?. - Preguntó mientras se ponía de pie. -

— Tómelo como quiera. - Respondí. - Pero para la próxima reunión, llame a mi abuelo con antelación.

Después de decir aquello salimos de aquel lugar y a ambos, nos quedó un muy mal sabor de boca. — ¿Por quién la toman?. - Preguntó Hyun molesto e indignado. - Los criminales son otros.

— Solo déjalo, no vale la pena. - Comenté suspirando mientras continuaba mi camino hacia el vehículo estacionado. -

— ¿Le diremos algo a su abuelo?. - Preguntó a lo que yo en respuesta negué. - Él debería saberlo.

— Si se entera que me trataron como criminal, no dejara en paz a la escuela y será molesto. - Suspire. - Solo si vuelven a llamarme, se lo haremos saber. 

No es que quisiera esconderle cosas a mi abuelo ni muchos menos, pero yo sé como es él cuando se tratan de estas cosas y lo mejor era intentar llevar la fiesta en paz. 

— Aquí estabas. - Escuché a mis espaldas y era él, Kang Ha. - Sabía que ibas a estar aquí.

Las primeras horas ya habían pasado y por lo mismo decidí alejarme un poco del resto. Pero ahora mismo me encontraba junto con Kang Ha. — ¿Me buscabas?. - Pregunté aún mirando por la ventana. -

— Ayer quede algo conmocionado cuando te vi. - Comentó y a la par se escuchaba el sonido de sus pasos acercándose a mi. - Y no pude recibirte como tanto lo había planeado.

— ¿Me ibas a recibir con globos o alguna cosa por el estilo?. - Pregunté mirando sobre mi hombro y allí se encontraba él, mirándome. - No me gustan esas cosas.

— Cierto, eres distinta. - Murmuró mientras agachaba un poco la cabeza y dejaba escapar una risa. - Pero, si tenía pensado recibirte de la mejor manera, después de todo.

— Pudiste haberlo hecho en la fiesta, digo, sabías que la daría y es más. - Al levantar la vista, conecte miradas con él. - Me viste, pero no te acercaste.

— ¿Estás molesta?. - Preguntó sin quitar su vista de mi. -

— Decepcionada. - Respondí para luego volver a mirar al frente. - 

Después de decir aquello, ambos nos quedamos en silencio mientras se escuchaba el ruido de la lluvia que provenía de afuera. — Perdón. - Dijo rompiendo el silencio. -

— No pidas perdón porque no hiciste nada malo. - Comenté. - 

— Por más que lo digas, siento que es así. - Respondió soltando un largo suspiro. - Te espere mucho tiempo pero ahora que estas aquí, no se como debo de actuar. 

No dije nada en respuesta, simplemente me quede mirando hacia la ventana mientras escuchaba las palabras que salían de su boca. — Estuve preocupado por ti todo este tiempo. - Continuó. -

Me afirmé de espaldas contra la pared a mi costado y alce la vista hasta llegar a su rostro, se notaba que tenía en ceño fruncido y además, sus ojos ya no estaban brillando como antes. — Debió haber sido difícil, ¿no?. - Dije ganándome su atención. - Ya sabes, tener que perjudicar a la persona que te gusta, Jung Jae-yi.

— Fue difícil, no lo niego. - Respondió. - Y admito que tenias razón cuando decías aquellas cosas, tu solo, querías lo mejor para mi. 

— Es algo tarde, me alegro que te hayas dado cuenta. - Dije. -

— ¿Y es tarde para desearte un feliz cumpleaños?. - Preguntó mientras me extendía una pequeña caja de color rojo. - Quería dártelo personalmente pero me avergonzaba.

— No robaste nada, así que no había nada de que avergonzaste. - Conteste agarrando el pequeño detalle y al revisar su interior, me encontré con una pulsera. - ¿Otra pulsera?.

— Las hago yo, bueno, In-Han me las enseñó para cuando quisiera regalar algo del corazón. - Comentó sonriendo mientras me agarraba de la muñeca para luego ponérmela. - No es la cosa más valiosa, pero la persona que la portara, si.

— Es muy linda, gracias. - Dije mientras la admiraba con una pequeña sonrisa. - 

— Feliz cumpleaños, Na-ri. 

Al alzar la mirada me llevé una sorpresa al verlo tan cerca de mi, y antes de que pudiera decir algo, ya se encontraba abrazándome. Paso sus brazos por detrás de mi, uno rodeando mis hombros y otro a la altura de mi espalda, y todo eso mientras colocaba mi rostro a la altura de su pecho.

— ¿Qué haces?. - Pregunté. -

— Te abrazó, ¿no es obvio?. - Contestó con ironía mientras se escuchaba un suspiro salir por parte de él. - Gracias por volver sana, gracias por cuidar bien de ti este tiempo, simplemente, gracias.

Intenté decir algo pero las palabras no salía de mi boca y él simplemente comenzó a acariciar mi cabello. — Gracias por regresar a mi, te extrañé demasiado. - Dijo al último. -

Quería refutar aquello que había dicho, pero simplemente no pude. No correspondí su abrazo y él no obtuvo respuesta de mi parte, así que simplemente ambos nos quedamos en silencio con el ruido de la lluvia de fondo. — Mi corazón, ¿por qué se siente así?. - Pensé. -

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