| C A P I T U L O [XI] |

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| CAPITULO [XI] |

━ ❝ No eres como ellos. ❞

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━━━ Narra Choi Na-ri.

Estaba muy acostumbrada a ser el centro de atención, pero en esta ocasión me ponía muy nerviosa, porque sabia que mínimo error que hiciera podría llegar a perjudicar a mi abuelo y es lo que menos quería. 

— Si hubiera sabido que tendría a su nieta en mi escuela. - Habló la madre de Kim Ri-an, dueña del Grupo Jooshin,  mirando a la directora con cierta desaprobación en su mirada. - Yo misma me hubiera encargado de ella. - Me sonrió. -

Ellos continuaron hablando mientras que nosotros, sus herederos, nos mirábamos en silencio y tenía que admitir que ser el centro de atención, ahora no me gustaba para nada. — Ya que estamos aquí, podríamos hablar un poco usted y yo, Señor Choi. - Habló el padre de Jung Jae-yi, quien era el dueño del Grupo Jaeyool. - 

— Ya veo. - Sonrió mi abuelo y me miró. - Pero este no es un buen lugar para eso, estamos aquí por nuestros menores y yo de verdad quiero pasar un momento lindo con mi nieta. 

Le devolví la sonrisa a mi abuelo y luego miré al Señor Jung, quién dejó escapar una pequeña expresión de desagrado por un momento y la cual, luego, la cambio por una sonrisa. — Bueno, Na-ri. - Mi abuelo me extendió su brazo y yo lo agarré con gusto. - Los dejaremos. 

Mi abuelo era mayor de edad que todos los presentes y además, el Grupo Choi era igual o inclusive mayor que el grupo de los "reyes" de la escuela. Es por eso que todos que pasaban al lado de nosotros realizaban una reverencia de noventa grado en modo de respeto.

— ¿Por qué no vas con tus amigos?. - Preguntó mi abuelo tomando de su copa. - No soy la mejor compañía para una jovencita tan linda.

Me limité a sonreír y imité su acción. — Abuelo, no tengo amigos y además, no me pareces mala compañía. - Lo miré. - Y además, todos los que me saludaron, antes ni me dirigían la palabra. 

Es rostro de mi abuelo se tensó y llamó la atención de Hyun, quién no tardó en acercarse. — Anota nombre y apellido de cada uno de lo presentes, ya sabes que debes hacer. - Dijo totalmente serio. -

Antes de que Hyun se fuera lo agarré de la manga de su traje y me acerqué a mi abuelo. — No hagas nada, yo puedo encargarme de eso sola. - Dije y solté un suspiro, sabia de lo que seria capaz y no quería que abusara de su poder. - Por favor.

 — Es tu decisión, la respeto. - Contestó y miró al seguridad que aún esperaba una orden. - Hyun, no hagas nada y encárgate de proteger a Na-ri.

— Si, señor. - Hizo una reverencia y se alejó un poco de nosotros. - 

Estando allí adentro me sentí un poco sofocada y después de obtener el permiso de mi abuelo, me retiré yendo a las afueras del lugar. Estaba algo fresco y a medida que daba un paso el viento movía mi cabello y acariciaba mi rostro, definitivamente, eso era lo que más me gustaba.

En mi pequeño paseo me encontré una banca desocupada y no dudé en acercarme a ella, miré de reojo y a lo lejos noté la silueta de aquella persona, que todo este tiempo, me estuvo siguiendo. 

— ¿Algo que decir?. - Pregunté mientras cruzaba las piernas y palmeaba el lugar vacío a mi lado. -

Se acercó y se sentó un poco lejos de mí. — Eres una de ellos. - Dijo Kang Ha, usando un tono de voz un tanto frio y todo eso, mientras agachaba su mirada. -

— Te equivocas. - Lo miré. - Si bien mi posición esta a su nivel, pero, no soy como ellos.

Él dirigió su mirada hacia mi, me giré un poco hacia él y tomé su mano. — No quiero que las cosas cambien, y si quieres saber bien el porque de esta mentira, te lo diré. 

— No soy alguien a la que le debas dar alguna explicación, pero, me gustaría escucharlo. - La mirada en su rostro cambió y aquella tensión que sentí, se esfumó, lo cual me hizo relajar. -

Mientras le contaba, traté de comentar algunas cosas y eso eran los intentos de homicidio que tuve por parte de mi familia, además de otros detalles que no los sentía muy importantes. No hizo ninguna pregunta y en ningún momento me interrumpió, él escuchó atentamente a cada palabra que salía de mi boca. 

— Sé que pensaras que es como una película narrada, pero es la verdad. - Suspiré. - 

— Los que tienen mucho, son unos completos locos. - Comentó y luego me sonrío. - Pero me alegra saber que tú no eres como ellos.

La verdad es que cuando lo vi dentro, sentí miedo. No sabría explicar ese sentimiento, pero lo que si sabia es que no quería que él se sintiera traicionado o algo por el estilo, lo que menos quería es que nuestra relación cambiara. 

Ambos volvimos a la fiesta, él por su lado y yo por el mío. Con la mirada busque a mi abuelo o a Hyun, pero no pude dar con ninguno y admito que odiaba la idea de tener que estar sola en esa fiesta, además de soportar la mirada de todos sobre mi. 

— Hola Na-ri, ven acompáñanos. - Esa fue Yoon He-ra, quién me agarró del brazo y me atrajo hacia la mesa en donde estaba el resto del grupo. - 

— Vaya que te lo tenías guardado, nos sorprendiste mucho. - Comentó sonriendo Kil Ye-ji, una de las amigas de He-ra. -

— Es verdad, y más aún vestida así. - Agregó Ryoo Ba-da, otra más del grupo. - La marca que llevas puesta es muy cara y exclusiva, si tuvieras un contacto.

Me limité a agachar la cabeza mientras soltaba una pequeña risa, sabía que en este mundo todos eran hipócritas y eran tus "amigos" por conveniencia, pero nunca me imaginé lo rápido que cambiarían su actitud hacia mi. — Vaya que son graciosas. - Las miré a cada una. -

Seguido dirigí mi mirada hacia los chicos que nos acompañaban, y me detuve en especial al que evitaba mirarme a la cara. — ¿Ocurre algo, Choi Yoon-seok?. - Sonreí. -

No hubo respuesta de su parte y después miré fijamente a Lee Woo-jin y a Kim Ri-an. Nadie dijo ni una sola palabra y eso si que no me lo esperaba, creí que ahora era momento de escuchar todas sus excusas pero ni siquiera de eso fueron capaces.  

— Señorita Choi. - Miré hacia mis espaldas y se trataba de Hyun. - Su abuelo la está esperando en el auto, lamento interrumpir.

— Que falta de educación, interrumpiendo una conversación de sus jefes. - Comentó Yoon He-ra demostrando su descontento y luego me miró. - Deberías enseñarle cual es su lugar.

— La que debería saber cual es su lugar, eres tú. - Susurré en su oído. - Porque ya no estás en la misma posición que el resto, y si yo losé, los demás no tardarán en enterarse. 

Su expresión cambió por completo y poco a poco fue liberando mi brazo, les dedique una sonrisa a cada uno y luego de terminar el contenido de mi copa me alejé de allí. — Larguémonos de aquí, Hyun.

Él vino caminando por detrás de mi y salimos de aquel lugar, no sabía si había sido una gran noche o no, pero había dado un gran paso y a partir de este momento, tendría que estar más alerta que nunca. 

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𝐉𝐄𝐑𝐀𝐑𝐐𝐔𝐈́𝐀 [𝐛𝐨𝐲'𝐬]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora