𝐉𝐄𝐑𝐀𝐑𝐐𝐔𝐈́𝐀 [𝐛𝐨𝐲'𝐬]

| C A P I T U L O [XV] |

| CAPITULO [XV] |

━ ❝ ¿Te llevo?. ❞

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━━━ Narra Choi Na-ri.

Tal como dije aquel día, cumplí mi palabra y me mantuve lo más alejada posible de Kang Ha. Y hasta ese momento creo que fue la mejor decisión por los rumores que comenzaron a correr por toda la escuela. 

Alguien nos había visto aquel día y nos sacaron unas fotografías las cuales publicaron en el muro de la escuela, a partir de ese momento comenzaron a decir muchas cosas y la mayoría, me afectaba a mi. Me enteré por boca de otros que Kang Ha "trataba" con todas aquellas personas que hablaba de aquello y aunque me preocupaba por su bienestar, no me acerqué. 

Saliendo del baño me encontré con Jung Jae-yi, tenía toda la intención de ignorarla pero no pude, ya que, se interpuso en mi camino. — ¿Qué quieres?. 

— Hablar de Kang Ha. - Contestó. - Todos esos rumores lo están perjudicando.

— Ahora, ¿lo estás defendiendo?. - Pregunté sonriendo. -

— Quizás no lo sabes, pero es alguien importante. - Continuó. - Solo no quiero que.

— ¿Quién te crees?. - La interrumpí. - 

Me acerqué a ella mientras me cruzaba de brazos. — Yo nunca haría algo para que alguien salga lastimado, soy distinta a ti. - Dije. - Si tan solo hubieras hecho algo como esto con In-Han.

— ¿Qué?. - Preguntó. -

— Tu lo sabes mejor que nadie. - Respondí. - 

La miré por última vez y me fui de allí. Nunca había cruzado palabra con ella y la verdad es que no me interesaba hacerlo, siempre sentí que no había razón para hacerlo y además, en su momento, "no estaba a su nivel". 

En el horario de salida me encontraba esperando a que Hyun llegase a por mi, pero sucedió un inconveniente en la empresa de mi abuelo y por lo mismo, tardaría en venir por mi. Le informé que no se preocupara por mi y comencé a caminar, y quizás mas adelante, tomaría un taxi. 

— Choi Na-ri. - Mire a mis lados y me encontré con Lee Woo-jin quien bajaba la ventanilla del auto a mi lado. - ¿Te llevo?.

— Iré caminando, no te preocupes. - Contesté caminando pero su auto se movía a la par. - Piérdete Lee Woo-jin. 

— Cuando alguien quiere hacer una buena acción, debes de aceptarla. - Comentó y seguido sonrió, odiaba esa sonrisa burlona. - Te puedo acercar a tu casa, mi casa o la empresa de tu abuelo, cualquiera es una buena opción aunque la segunda me interesa más. 

Después de mucha insistencia por parte de él terminé accediendo, y el destino que obviamente había elegido fue mi casa. Odiaba el hecho de que ahora supiera donde vivía pero ir a su casa, ni muerta, y si iba a la empresa de mi abuelo, seguro seria un estorbo. 

Una vez llegamos quise bajar pero la puerta tenía seguro y además, su chofer fue el único en hacerlo. — Abre la puerta. - Dije. -

— Estamos solos, así que, podemos hablar un poco. - Sonrió. - Ya sabes, conocernos. 

— No me interesa conocerte, además, lo que sé de ti es suficiente para no querer tener ningún tipo de relación contigo. - Contesté mirándolo. - ¿Suficiente?.

— Vaya forma de agradecer que te traje a tu casa. - Dijo mirando en dirección a ella. - La verdad es que muy común para el nivel de tu familia, aunque, me gusta. 

— Si quieres una recompensa por traerme, di el precio. - Comenté fastidiada. - 

— Un almuerzo. - Dijo y yo lo miré. - No es mucho, aunque me basta con que tomemos algo.

— Lo pensaré. - Contesté. - 

— Bien. - Apretó un botón quitando el seguro. - Nos vemos en clases. - Sonrió. - 

Esperé hasta perder el auto de vista para poder entrar a mi casa, en donde, el personal de seguridad salió a verme lo más rápido posible. — Señorita. 

— ¿Ocurre algo?. - Pregunté al notar cierto nerviosismo en ellos. - 

— Veo que ya llegaste. - Miré detrás de ellos y se trataba de mi tío Junho. - Y pensar que nosotros te estuvimos buscando este tiempo fuera, pero resulta que estabas más cerca de lo podíamos imaginarnos. 

— ¿A qué se debe su visita?. - Pregunté sonriendo. - Las personas con educación tiende a hacer citas o informar su llegada. 

— ¿Crees qué yo necesito hacer algunas de esas cosas?. - Sonrió acercándose a mi pero mis hombres se interpusieron. - Vaya perros fieles tienes, sobrina.

— Como dijo mi abuelo, lo mejor para la sucesora. - Sonreí y su semblante cambió a uno de fastidio. - 

— ¿Sucesora?. - Preguntó y soltó una risa, que para mi gusto, era demasiado. - Que cosas dices sobrina, decir aquellos es considerado blasfemia y la mayoría te juzgaría por estar tan segura de algo que no será así. 

— ¿Cómo sabe qué no será así?. - Pregunté. - Todos sabemos que ni es capaz de manejar una pequeña parte de la empresa y por lo mismo, no tiene tanto poder como para intervenir en la toma de decisiones, a pesar de ser el mayor de los hijos de mi abuelo. 

— No te pases de lista. - Intentó acercarse pero mis hombres no se movieron. - ¡Quita a tus monos de mi camino!. - Gritó fastidiado. - Te enseñaré a respetar a tus mayores.

— Puede que sea mayor pero pronto se convertirá en un subordinado más. - Sonreí y hice a un lado a mis hombres. - Y déjeme decirle algo, el respeto se gana. 

Al decir aquello su sangre hirvió tanto que se acercó a mi rápidamente con su mano alzada para plantarme una bofetada pero no llegó nunca por la intervención de mi abuelo. — ¡Detente en este momento!.

— Abuelo. - Corrí a abrazarlo y él correspondió inmediatamente. - 

— ¡¿Qué crees qué haces?!. - Gritó de nuevo y mi tío se congeló por completo. - Faltar el respeto en casa ajena y además, levantarle la mano a una jovencita. 

— Padre, no es lo que piensas. - Contestó totalmente nervioso. - Ella fue la que. 

— Estoy viejo, pero no ciego. - Lo interrumpió y me miró. - Hyun, lleva a Na-ri a su habitación.

El nombrado se acercó rápidamente y nos fuimos de allí siendo acompañados por Hye, quien estaba preocupada por mi estado. — Gracias por llegar a tiempo. - Dije. -

— Yo la vi manejar bien la situación, pero por favor, no se exponga. - Regañó Hyun a lo cual me reí. - Si no hubiéramos llegado a tiempo. 

— Pero lo hicieron. - Sonreí. - 

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