| C A P I T U L O [XXV] |

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| CAPITULO [XXV] |

━ ❝ De regreso. ❞

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━━━ Narra Choi Na-ri.

Aún a la distancia llegué a enterarme de cada detalle de lo que ocurrió en aquella escuela, algunas cosas me enteré mediante los canales de noticias y además, de ciertas revistas virtuales que se encargaban de contar la vida de los adinerados. Pero también supe algunas de las cosas gracias a los hombres de mi abuelo que aún continuaban trabajando en la escuela.

Estaba satisfecha, al fin Kang Ha había logrado lo que quiso, conseguir justicia y descubrir el verdadero asesino de In-Han. Admito que no me esperaba que la profesora tuviera que ver y al enterarme solo me ardía la sangre por la acción que tuvo, todo eso para que no se supiera la verdad de su relación con el imbécil de Lee Woo-jin. 

Vi los videos de cuando se la llevaban presa, antes de que escapara y allí fue cuando sentí un alivio, al fin pagaría por lo que había hecho. 

También supe sobre la lavada de mano que realizó la madre de Kim Ri-an. Ella decidió abandonar y culpar de todo a la directora Park, de tal manera que abandono su cargo y ahora estaba pagando las consecuencias de encubrir todo lo malo que hacían los estudiantes, incluyendo a su hijo. 

Sé que nunca me llevé bien con ella, pero muy dentro sabía que si ella hubiera hecho las cosas bien y no se hubiera dejado llevar por los demás, nada de eso habría pasado. Si me sentí un tanto decepcionada, y más porque los verdaderos culpables no pagaron las consecuencias, pero todo lo que sucedió ya era un gran avance. 

Sentí como me sacudían de los hombros haciendo que me despertara, al abrir mis ojos noté que era mi abuelo quien estaba muy sonriente. — Vamos, despierta. - Dijo mientras se levantaba de su asiento. - Ya aterrizamos.

Miré hacia la ventana a mi costado y era verdad, ya estábamos afirmados en tierra y si, llegamos a Seúl. Después de estar fuera del país aproximadamente un mes y medio, habíamos tomado la decisión de volver porque el gran momento llegó, mi fiesta de mayoría de edad. 

Después de estirar lo suficiente y refregar mis ojos imité la acción de mi abuelo y bajé del jet. Allí ya se encontraba Hyun y el resto del personal de seguridad esperándonos para ahora si, volver a casa. — Tengo sueño. - Confesé. -

— Ya podrás dormir una vez lleguemos a casa. - Respondió mi abuelo subiendo al vehículo. - 

Después de las pequeñas vacaciones que habíamos tenido, pudimos convivir mucho y por lo mismo fue que nos volvimos más cercanos. Me contó cada cosa que vivió a lo largo de su vida, cosas que no sabía de mi padre y también cosas que solía hacer de niña. También me habló del amor de su vida, mi abuela, dijo que se arrepentía de haber estado con distintas mujeres y también de haberla lastimado, pero las cosas ya habían sucedido.

Él reflexionó y se llegó a cuestionar el porqué mi abuela lo había perdonado después de todos los errores que había cometido. Era verdad que mi abuelo no estaba contento por el simple hecho de que ella no podía concebir, pero que el tener hijos con otras mujeres no era la solución a aquello. Pero como dije, mi abuela lo perdono hasta el último y solo por ella de verdad lo amaba. 

Si hubiera sido yo, a la primera me habría alejado pero quizás porque no estaba en esa situación decía aquello. Nunca estuve tan enamorada al punto de perdonar que me humillaran, lastimaran y usaran, pero para estar segura de si perdonar o no, tendrías que estar en aquella posición. 

— ¿Volverá a clases mañana mismo?. - Preguntó Hyun ingresando a mi habitación junto con mis maletas. - Si es así, Hye le preparó todo lo necesario. 

Lo primero que hice fue sentarme en la orilla de mi casa y solté un gran suspiro, ahora si tenía que volver a la rutina. — Mi cumpleaños es pasado mañana, por lo tanto, volveré después. - Contesté. - Una vez este la invitación virtual, que la publiquen en el muro de la escuela. 

Hablé con mi abuelo y la verdad no quería pasar mi mayoría de edad en un lugar aburrido, con gente aburrida y haciendo algo aburrido. Por eso es que logré convencerlo de que pasada la medianoche, tuviera mi fiesta de cumpleaños con los estudiantes de mi escuela y él gustoso aceptó.

— Mañana iremos a revisar las última cosas, por ahora solo quiero descansar. - Agregué y él caminó hacia la puerta. - No me despierten, a no ser que sea muy necesario.

— Entendido, señorita. - Dijo haciendo una reverencia. - Con su permiso.

Una vez cerró la puerta me desplomé por completo a lo largo de mi cama, era muy relajante poder estar acostada así después de un largo y incomodo viaje, pero no lo decía porque eran horribles los asientos, más bien por la falta de costumbre en viajar. La cuestión es que si estaba cansada y no tarde en quedar dormida. 

Al día siguiente continuamos con los últimos preparativos y fui a buscar lo que usaría. Tenía que tener en cuenta que primero tenía la fastidiosa cena, a la cual, irían todos mis familiares y también, socios muy importantes para la empresa. Y ya luego, pasada la medianoche, iría a la tan fantástica fiesta que había organizado.  

— Perdón, abuelo. - Dije caminando hacía mi abuelo quien ya me esperaba afuera del auto para ya irnos. - ¿Tarde demasiado?.

No hubo respuesta de su parte y al mirarlo a la cara, noté la sonrisa plasmada en su rostro. Se acercó a mi y me tomo de las manos, sin borrar su sonrisa. — Te ves muy hermosa, como tu madre. - Dijo. - Y no te preocupes por el tiempo, las personas de honor, siempre llegan tarde.

Después de reírme por lo que había dicho, lo abracé muy fuerte y seguido subimos a aquel auto para irnos hacia el lugar de la fiesta. De camino, mi celular comenzó a sonar y se trataban de unos mensajes, pero debido a que me encontraba con mi abuelo, lo terminé ignorando.

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𝐉𝐄𝐑𝐀𝐑𝐐𝐔𝐈́𝐀 [𝐛𝐨𝐲'𝐬]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora