19. CELOS

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Regresamos a Reno al día siguiente. Nos quedamos en la cama hasta tarde y salimos de Los Ángeles después de comer. Pero esta vez volvimos en coche, por lo que cuando regresamos a la mansión ya era más de media tarde.

—Ya está otra vez ahí—bufó Cam disgustado mientras nos dirigíamos hacia la entrada de la casa.

Le vi mientras nos metíamos en el garaje. Cole esperaba en la entrada, de nuevo apoyado en su coche. No le pregunté, ni él dijo nada, pero supe que sentía algo de celos de Cole. Aparcó, sacó nuestro equipaje del maletero y nos dirigimos hacia la puerta. Esta vez él espero en los escalones, a una distancia prudente, pero sin marcharse como la otra vez.

—Cole—esperaba no haber olvidado ninguna cita importante. Él le puso mala cara a la figura de Cam y luego me sonrió a mí mientras me acercaba—. ¿Me esperabas de nuevo para echarme otra bronca?

—No, esta vez no—cerró el puño y me dio un amigable toquecito en el hombro—. Siento decepcionarte.

— ¿Y qué haces aquí?—le pregunté mientras echaba una mirada furtiva a Cam, que se removía nerviosamente.

—Los chicos quieren ir a tomar algo—informó y miró hacia la ventanilla del coche. Entonces me di cuenta que su amigo, el tipo rubio que estaba tan bien formado como él, estaba dentro del coche—. Las chicas están dentro. Parece que a la chica Diggs le hemos caído bien.

—Tess—suspiré—. Sí, a Tess le cae bien todo el mundo.

Ninguno dijo nada durante un segundo y cuando volvimos a hablar los dos lo hicimos al mismo tiempo, con un "Bueno pues..." Luego reímos.

—Nos vemos—está vez me adelanté y yo y me giré para reunirme con Cam.

— ¿Quieres venir con nosotros?—me propuso haciendo que detuviera mi paso.

Ya estaba apunto de contestar, cuando las chicas—Jess, Lola y Tess—salían disparadas de la casa, casi arrollando a Cam en su descenso por los escalones.

—No he escuchado nada más inteligente en día—mi amiga me agarró del brazo—. Claro que viene con nosotros.

—Lola...

Cam había puesto mala cara por aquello, aunque su temple no me dejaba si estaba enfadado o solo molesto por la situación.

—Hace días que no te vemos—rogó Lola—. Te hecho de menos, vente con nosotros. Será divertido.

—Lola, no creo...

—Venga—me suplicó ella—. Por favor.

—Deberías ir—una voz resonó clara y alta por encima de todas las demás y en un segundo se formó un enorme silencio ante el chico que había hablado. Cameron—. Ve, y pásalo bien con tus amigos ¿Qué vas a hacer aquí metido en fin de semana?

—Cam...

—Yo dejaré tus cosas en tu cuarto—asintió—. Pasadlo bien.

Todos se quedaron con la boca abierta. Todos ellos, incluida su hermana, era la primera vez que le escuchan hablar de manera tan directa y cercana, como uno más y no como la sombra que creían que él era. Sin tiempo para responder, él se giró y entró en la casa, y yo me vi arrastrado al coche de alguien.

No me pude quitar la imagen de Cam durante todo el trayecto que tardamos en llegar hasta un local. El local, llamado "Sensacion" estaba en la calle Liberty Street, y la entrada a el estaba abarrotada. Los chicos y yo nos pusimos en la cola. Estuvimos intercambiando opiniones mientras la cola iba avanzando. Quince minutos después entramos dentro y la música dance me fue retumbando en los oídos poco a poco. De inmediato los chicos se fueron al centro de la pista para bailar. Yo decidí separarme y acercarme a la barra para pedir una copa. Me apoyé allí y esperé.

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