Conociendo a Samantha

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Después del impactante despliegue de rosas, la vida de Abril comenzó a llenarse de expectativas. Aunque sus padres aún mostraban dudas sobre Samantha, la presencia de ella se volvía cada vez más constante en la vida de Abril, lo que despertaba en ambos lados sentimientos y curiosidades nuevas.

Una tarde, Samantha invitó a Abril a un restaurante elegante fuera de la ciudad, lejos de la mirada controladora de sus padres. Abril tuvo que idear mil excusas para poder salir, pero al final, el esfuerzo valió la pena. Cuando llegó, encontró a Samantha esperándola con su típica camisa negra, pantalón blanco, y el sombrero que ya parecía parte de su identidad. Aquel lugar tenía una vista increíble hacia las montañas, y Samantha se había asegurado de que la mesa estuviera adornada con más rosas, una pequeña continuación del gesto de las camionetas.

Mientras pedían la cena, Abril no pudo evitar fijarse en cada detalle de Samantha, preguntándose qué se escondía detrás de su vida de lujos y su imponente personalidad. La curiosidad fue más fuerte, y después de unos momentos de charla, Abril decidió hacerle una pregunta que llevaba rondando en su mente desde hacía días.

—Samantha... ¿por qué haces todo esto? ¿Por qué me eliges a mí para compartir tanto de ti?

Samantha la miró en silencio unos segundos, como si estuviera debatiendo entre la honestidad y el misterio. Finalmente, se inclinó hacia ella y, en voz baja, comenzó a hablar:

—Abril, mi vida no ha sido fácil. Mucha gente solo se queda con lo que ve en la superficie: los lujos, el dinero, las fiestas... pero tú, tú ves algo más. Siento que contigo puedo ser yo misma, sin tantas máscaras. Y eso es raro para mí.

Abril sintió un calor en su pecho ante la sinceridad de Samantha. Jamás habría imaginado que alguien como ella, tan segura y dominante, pudiera sentir esa necesidad de ser comprendida.

—No tienes que decir más —respondió Abril con una sonrisa—. Yo también siento lo mismo.

Mientras el sol comenzaba a ponerse, bañando todo en un tono dorado, las dos sintieron que en esa breve confesión había nacido algo nuevo, algo que las unía más allá de las diferencias y las expectativas de los demás.

"DEL PORTE" G!PDonde viven las historias. Descúbrelo ahora