"Tú fuiste desterrado y yo excluida de la sociedad, aunque no lo creas...somos iguales, tu y yo sufrimos en silencio porque a nadie le importa nuestro dolor, porque estamos malditos."
Comienzo: 27/10/24
Finalizó: 23/11/24
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El barco de Zuko avanzaba lentamente hacia un puerto de la Nación del Fuego, un lugar que Zuko conocía bien, pero que había evitado desde que comenzó su búsqueda del Avatar. Las aguas del puerto estaban tranquilas, y el cielo despejado prometía un día perfecto para realizar reparaciones y reabastecer suministros. Mientras el barco se acercaba al muelle, la emoción crecía entre la tripulación, que anhelaba un descanso y la oportunidad de explorar la vida en el puerto.
Zuko estaba en la cubierta, revisando los mapas y asegurándose de que tuvieran todo lo necesario para la próxima etapa de su viaje. Haruka se unió a él, observando a su alrededor mientras el barco atracaba. La mezcla de olores y sonidos del puerto era familiar, evocando recuerdos de su hogar.
─Es bueno estar de vuelta aquí ─dijo Zuko, aunque su tono era más reflexivo que alegre.
Haruka asintió, mirando las pequeñas casas de madera alineadas junto al puerto, con el humo de las chimeneas ascendiendo al cielo. ─¿Qué planeas hacer mientras estamos aquí? ─preguntó, interesada en saber si Zuko tenía algún plan en mente.
─Necesitamos reparar algunas cosas en el barco y comprar suministros ─respondió Zuko─. Quiero asegurarme de que todo esté en orden antes de seguir adelante.
Iroh apareció detrás de ellos, llevando consigo un paquete de té que había conseguido en el barco. ─No olviden que también podemos disfrutar de un buen té mientras estamos aquí ─dijo con una sonrisa─. Hay una casa de té cerca que tiene el mejor té de jazmín de la región.
Zuko sonrió levemente. La idea de disfrutar de un momento de paz lo animaba, aunque su mente seguía centrada en su misión. ─Está bien, pero primero debemos asegurarnos de que el barco esté en condiciones.
Una vez que el barco estuvo amarrado, la tripulación comenzó a desembarcar, llevándose cajas y herramientas para realizar las reparaciones necesarias. Haruka miró a su alrededor, sintiendo una mezcla de ansiedad y emoción. Era su primera vez en un puerto de la Nación del Fuego, y aunque la cultura era familiar para ella, también era un recordatorio de lo que había dejado atrás.
Zuko se acercó a ella. ─¿Quieres acompañarme a ver lo que necesitamos? Puedo necesitar tu ayuda para encontrar algunos suministros.
Haruka asintió, y juntos se dirigieron al mercado. Las calles estaban llenas de actividad; comerciantes vendían desde especias y telas hasta joyas y artesanías. Haruka se sintió fascinada por la variedad de productos y el bullicio de las conversaciones en el aire. Sin embargo, también notó algunas miradas curiosas dirigidas hacia ella, sus características únicas atrayendo atención.
─Tranquila ─dijo Zuko, notando su incomodidad─. Ignóralos. Estás aquí con nosotros.
Mientras buscaban suministros, Zuko hizo una lista de lo que necesitaban: madera para reparaciones, comida, y algo de té. Haruka se concentró en ayudar a encontrar lo que querían, usando su conocimiento sobre la naturaleza para identificar las mejores hierbas y alimentos.