⁶⁵

130 15 28
                                    

Nicole.

Cerré los ojos.

Mis labios rozaron los suyos y puedo decir que experimente dolor y satisfacción a la vez; sentía como si su boca me clavara mis cuchillos y como si me venderá esas heridas a la vez.

El sabor amargo de su boca mezclado con la sangre de la mía.

Derrepente senti necesidad de abrir mis ojos.

Note a lo lejos a Manuel, Mateo, Martina y Abril junto a el cadáver de mi padre.

No me podía mover, solo podía girar la cabeza. Alze la cabeza observando el cielo, rojo como la sangre, unos números apenas se veían veían este.

'25/08/2004'

Mi cumpleaños número 4.

Sentía voces, murmuró que no lograba descifrar que decían exactamente. Sólo uno capto mi atención del todo.

Lo mismo que había dicho Mateo antes.

'Anima quae in inferno cruciatur, incomprehensibiliter masochismus murmurat. Causae cur moniales rosaria in manibus tenent pro virgine quae tantum nominat " mihi daemones semper in tuo servitio"

Solo, que esta vez logre entender lo que decía. Y eso que yo no se Latín.

'Un alma que torturada en el infierno, murmuran incomprendiblemente masoquismo. Razones cuales monjas aprietan en sus manos para la virgen que solo menciona "Tengo demonios siempre a tu servicio"

No entiendo.

De la nada mi vista se puso borrosa, mi vista se dirigió hacia donde estaban ellos, metiendo el cadáver de mi padre en una bolsa.

Gire mi cabeza hacia mi lado izquierdo y note que era un local con espejo.

Se me hizo raro, ya que aunque veía borroso algo lograba ver. A mi misma.

Tenía un vestido largo negro, parecia como de casamiento. Estaba un poco roto.

Pude mover mi brazo, después mi pierna, y por última tuve movilidad propia. Mi vista se enfoco y sentí ganas de vómitar nuevamente.

Sabía que no iba a vómitar, sino escupir sangre negra; pero, para mi sorpresa escupí sangre blanca.

Alze mi vista hacia el espejo y me dio espanto. Yo con el mismo vestido, pelo negro, sangre blanca en mis manos y unas enormes alas blancas con polvo, sucias.

Sentí pánico, devuelta me volví a ahogar.

Derrepente senti que me empujaron hacia atrás, mis ojos se cerraron instantáneamente y cuando los abrí estaba en mi cuarto; la realidad.

Mateo se tapo la cara con las dos manos.

— no puede ser que todo me salga mal, la puta madre.- dijo.

Mire el piso y empeze a vómitar aquella sangre negra que me venía torturando antes. Esa sangre de a poco se volvió roja y como último finalmente fue vomito.

Me pase la mano por la boca, limpiándome.

— Vas a limpiar vos todo esto- susurre sin fuerzas.

— ¿que viste?- interrogó

— no se..

— ¿como no sabes?- frunció el ceño.

Trague saliva.

— ¿que pasa si me vi como un ángel?

— ¿te viste como un ángel?- pregunto medio alterado.

— No, solo preguntaba.

— ah, ¿entonces que viste?- dijo en un tono medio extraño.

— te vi a vos, y a mi.

El sonrio.

— ¿en que situación exactamente?

— un casamiento. Yo tenía un vestido de novia, pero era negro.

En si ni estoy mintiendo tanto, si me vi con un vestido de novia negro.

— ¿no era rojo?- frunci el ceño.

— ahh, sisi me equivoque- el hizo una mueca no muy convencido

Sonrio- ¿nada más?- negué con la cabeza.

— no..

— veni- palmeo sus piernas dándome acceso a sentarme en ellas.

Le hice caso.

Una vez ya sentada me agarro de la nuca y me beso.

__________________☠︎︎✞︎☠︎︎__________________

𝗖𝗼𝗺𝗼 𝗗𝗶𝗺𝗲𝗹𝗼: 𝘕𝘪𝘤𝘬𝘪 𝘺 𝘛𝘳𝘶𝘦𝘯𝘰Donde viven las historias. Descúbrelo ahora