Como destellos en el cielo, las fisuras doradas punzan abiertamente, como las venas expuestas cercanas al corazón de un cuerpo moribundo. El grupo observa con asombro la vista, que no es desconocida para ellos, pero que trae mal augurio pese a su belleza. Reconocen el mensaje silencioso de las líneas que se marcan en medio del azul infinito: el mundo no se había recuperado desde la rotura de los pilares celestiales.
—Wow... —Mei murmura, sin aliento, mientras sus ojos pasean a través de las grietas. El sentimiento general del grupo podría resumirse de esa manera para todos, aunque la línea de pensamientos llega a ser mucho más oscura y profunda que ese simple sonido.
MK está sintiendo su estómago revolcándose mientras su único ojo bueno mira fijamente una de las marcas. Se suponía que habían salvado el mundo. Creyó que su plan realmente había cerrado todas las fisuras y evitado que el caos entrara, que solo durante los primeros instantes esa fuerza desconocida había logrado ingresar a través de la cúpula protectora que tenían, pero estas semanas se le ha mostrado una y otra vez que se había equivocado, que había fallado. La vista ante él le habla con fuerza, le susurra como si fuera la misma Lady Bone a sus oídos, las palabras haciéndose eco dentro suyo, entonando como un canto el hecho de que ha fracasado.
—¿Señor Monkey King, qué está pasando aquí? —Intentando sonar formal y tranquilo, Tang se hace escuchar en medio del silencio que había caído entre el grupo. Pese a sus esfuerzos, el tono sigue estando ligeramente mal, denotando su incomodidad con la escena.
El mencionado mira al humano que le habló y luego sus ojos viajan de un lado a otro sobre los rostros de todos, deteniéndose en MK. Las expresiones de ambos son similares, como si quisieran hablar, como si quisieran disculparse por todo, como si quisieran esconderse para no tener que afrontar la situación, pero no hacen ninguna de esas cosas, ambos mirando al suelo luego de un rato sin ninguna respuesta real que pudiera dar algo de consuelo.
—Hemos estado esforzándonos por encontrar una solución. —Monkey King habla luego de unos momentos más, con el tono nervioso que hace eco en su garganta como una risa estrangulada. —Pero no hemos venido por esto, no tienen que preocuparse.
—¿Realmente es algo que tengamos el lujo de ignorar? —Macaque pregunta con un tono sombrío mientras le da la espalda a los demás y se cruza de brazos, su mirada en el cielo. Solo le hace falta llevar su bufanda roja y que ésta se agite con el viento para enfatizar su dramatismo usual, pero incluso sin eso, su manera de ser hace que sea difícil olvidar quien es la persona que está manejando ese cuerpo en ese momento.
Wukong se pregunta si todos se sienten igual al ver al dúo, incapaces de ignorar lo obvios que son, viendo cada rasgo y cada señal como los enormes ríos de pruebas que demuestran sus verdaderas identidades. ¿O es solo él, que ha vivido siglos al lado de Macaque y siente que cada interacción atrae recuerdos dormidos y sentimientos indomables?
—Tiene razón. —MK habla con más firmeza, una mano sobre su pecho. —Se suponía que habíamos arreglado esto. Tenemos que encontrar una solución, no podemos dejar que... —Él agita sus manos ahora, señalando las marcas en el cielo con movimientos rápidos. —¡Qué esto siga!
El chico apenas se está tragando las ganas de afirmar que esto es su culpa y que él debería hacerse responsable de esto, yendo en su lugar por una ruta que sabe que no hará que todos se preocupen por él; hablar en plural, como si fueran un equipo y pudieran arreglarlo todo juntos. No, no debería ser "como si fueran", ellos son un equipo y deben ser capaces de arreglar esto juntos.
—¿Pero cómo? —Mei dice, su tono sin parecer tan desesperado como el de los demás, teniendo más fuerza en su voz, sus palabras sin tambalearse, pero la pregunta en sí misma demuestra que también le está afectando la situación.
Monkey King también está moviendo sus manos ahora, de arriba a abajo lentamente, como si intentase aplacar al grupo y tranquilizar las preocupaciones que están saliendo a la superficie. —Hey, no pasa nada, ¿bien? Me ocuparé de todo esto. Por ahora centrémonos por lo que hemos venido. Una cosa a la vez.
Y antes de que alguien pueda responder a eso, el avión se estrella con algo, mandando a todos a tambalearse y a agarrarse de lo que puedan. El vehículo había aterrizado sobre una de las amplias aceras pálidas que estaban flotando en el lugar, como plataformas que permitían que este reino tuviese una conexión entre cada edificio.
Monkey King se apresura a uno de los bordes del avión para poder irse, repentinamente con más energía y una gran sonrisa. —¡Vamos, ya llegamos aquí, levanten los ánimos! —y con eso apoya una de sus manos sobre el borde, levantando todo su cuerpo de una y tirándose por encima de este, cayendo al otro lado, sobre la vereda.
Pigsy y Macaque parecen frustrados, mirando en la dirección por la que el celestial se fue, mientras que los otros tres parecen más cabizbajos e inseguros. Sin más opciones, los cinco toman sus cosas, bajan del avión y siguen al inmortal a través de los caminos.
El lugar es tranquilo e iluminado, a corta distancia se ven los edificios viejos con aspecto a castillos y templos, esculpidos en rocas pálidas. Los jardines los rodean, árboles regordetes con enormes hojas, pasto verde por los alrededores. Las nubes están alrededor de ellos y debajo de ellos, denotando aún más el hecho de que este no es un lugar normal.
Tang está sonriendo, temblando de la emoción, anotando cosas en una libreta y mirando a su alrededor, aparentemente habiendo olvidado las preocupaciones relacionadas a las grietas del cielo en son de admirar y documentar todo. Pigsy, que parece estar intentando contener una sonrisa, debe agarrarle de la bufanda para detenerle de caminar directamente hasta el final de la plataforma y caer directamente hasta el abismo bajo ellos. Él erudito le sonríe brillante ante esto, aparentemente avergonzado.
Solo son unos minutos después que MK escucha el traqueteo de pasos pesados y armaduras crujiendo. Él se detiene en seco, buscando con su mirada la fuente del sonido. —Se están acercando. —Informa, con el tono uniforme y casi ausente, como si fuese una radio sincronizándose con la frecuencia.
Mei se pone en postura de pelea inmediatamente, con su expresión emocionada. Pigsy y Tang se preguntan cómo es que MK ha sido capaz de notar que alguien se acercaba, sin ser consientes de la nueva audición del chico.
—Ya saben que estamos aquí. —Macaque murmura con una media sonrisa de dientes, con esa expresión sádica que muestra cuando espera una pelea.
Wukong se fija en él inmediatamente al notar el tono, pensando que ese rostro no debería verse así, pero no encuentra nada en sí mismo además de asombro por poder ver esa expresión de nuevo inscrita en tan singular parte.
—Está bien —el de cabellos anaranjados dice y hace sonar el aire a través de sus dientes antes de ver al resto del grupo. —Recuerden; se supone que estamos en buenos términos con el Reino Celestial ahora, así que no hay que iniciar una pela.
Mei le mira luciendo decepcionada, su labio inferior sobresaliendo mientras adopta una pose más relajada.
Un grupo de guardias se acercan rápidamente a ellos, formando una pared con sus cuerpos una vez se detienen, las armas apuntándoles. Monkey King da pasos lentos al frente para no hacerles pensar que el acto es uno hecho con la intención de atacarles y, una vez está en medio de ambos grupos, lleva un puño a su boca, tosiendo en este para aclararse la voz antes de hablar con su tono relajado y su sonrisa característica.
—¡Hey! ¿Qué tal? Hemos venido a ver a Ne Zha. Es agradable de parte de ustedes que vengan a escoltarnos. —Mueve una de sus manos, sus ojos entrecerrados en dirección a los guardias, la confianza intentando enmascarar el obvio tono provocador, pues, aparentemente, él mismo también quiere pelear.
(⋯)
La puerta se abre de golpe y un demonio mono de cabellos anaranjados cae directamente hacia adelante, golpeando el suelo. Ne Zha, que estaba almorzando en solitario y usando el momento como un leve descanso, mira fijamente a una de las personas que más dolores de cabeza ha logrado causarle en toda su inmortal vida.
—¡Hey, ten más cuidado! —Wukong se levanta, apuntando al guardia que le lanzó a través de la habitación sin ninguna razón aparente.
Macaque se ríe entre dientes, ojos entrecerrados y nariz arrugada. El mono celestial mayor le frunce el ceño ahora a él. ¿Acaso no podría siquiera fingir preocuparse por su novio? Con un sonoro "huff" le da la espalda al grupo para poder ver al príncipe. —¡Hey, NeZhie, tiempo sin vernos!
Ne Zha entrecierra sus ojos con exasperación, pues para él se siente como si apenas hubiera pasado el tiempo desde que este tipo le llamó de manera astral. —¿Qué es lo que quieres ahora?
—Bueno, venía para hablar sobre la conversación que tuvimos durante mi proyección astral. —Wukong dice, su cola torciéndose en espirales, mientras mira a los tipos con armaduras que están tras suyo. —Sin tus guardias de por medio, por supuesto.
Ne Zha mueve su cabeza de arriba a abajo en dirección a los guardias, como señal de que se podían ir. Aunque uno de ellos no entiende el mensaje y levanta una mano mientras pregunta: —¿Los ejecutamos?
Mei jadea sorprendida, mirando con una expresión ofendida a quien dijo eso. El resto también le ve fijamente, algo tensos.
—No, solo váyanse. Puedo lidiar con esto. —Ne Zha responde, sin sorprenderse por la ocurrencia y sacude una mano en el aire como si espantase moscas. Los hombres a su mando hacen caso ahora, saliendo de la habitación y cerrando las grandes puertas dobles detrás suyo. —Que sea breve, tengo cosas que hacer. —Vuelve a hablar, viendo al grupo ahora.
—¡Bueno, como ya te contacto desde antes, supongo que sabes cuál es el problema! —Mei salta, caminando hacia adelante a la enorme mesa de comedor, luciendo una sonrisa engreída. —Así que, ¡necesitamos algo para hacer cambiar de cuerpos aquí al niño de oro y al señor gruñón! —ella los señala, moviendo sus manos como si hiciera un marco con ellas o mostrase un producto de teletienda.
Wukong se tuvo que aguantar las ganas de correr a callar a Mei cuando la oyó comenzar a hablar. Sabe que este secreto ya no puede ser guardado por más tiempo lejos de Ne Zha, porque necesitan su ayuda, así que simplemente va a dejar que esto pase, que se diga la verdad, pese a que hace unos días había preferido no divulgar esta información. Solo espera que nadie comience a hablar de la desventaja en la que se encuentra el dúo de intercambiados, porque tampoco quiere entregarse en bandeja de plata ante cualquier posible enemigo.
—¿Perdón? —El príncipe de loto parece perplejo, sin haber entendido ni un ápice de la información dada.
MK mira con confusión a su mentor, que se tapa su rostro luciendo cansado, pero aparte de eso no hace nada para evitar la revelación o negarla, así que su cola se comienza a agitar de un lado a otro con emoción, feliz de que el príncipe sepa la verdad. ¡Qué ganas tenía de saludarle! —¡Hey Ne Zha, es bueno verte! —Él mueve su mano de un lado a otro, acercándose también, quedando a un lado de Mei.
El mencionado parece aún más confundido ahora, sin recordar haber visto a 'Macaque' sonreír o mover su cola tan rápido. Él junta sus dos manos, palma contra palma, llevándolas frente a su boca y luego bajándolas hasta la mesa, dejando el aire salir a través de su nariz antes de hablar con un tono uniforme que se hace ligeramente más rápido al final. —Voy a necesitar que me digan que está pasando.
—Cambio de cuerpos. —El verdadero Macaque, que se ha mantenido quieto en su lugar, resume con un tono aburrido.
—Preferiría más datos. —Ne Zha sigue sin convencerse, demasiado aturdido por la repentina información sinsentido que se le está administrando. Hey, ¿acaso no pidió que fueran breves? Él se lo buscó.
—Mi hijo —Pigsy señala con sus dos manos al cuerpo de Macaque mientras habla con un tono fuerte. —Y Macaque —señala el cuerpo de Mk, que está a un lado suyo cruzándose de brazos. —Intercambiaron de cuerpos y estamos buscando una manera de devolverles a la normalidad.
—Así es —MK dice con una gran sonrisa, agitando su cabeza de arriba abajo mientras pone sus manos sobre su cadera, luciendo totalmente relajado a pesar del peso de la revelación.
Tang da vuelta su blog de notas ahora, levantándolo un poco y mostrando unos dibujos y escritos con algo de orgullo, señalando las cosas con su lápiz mientras habla y se acerca al príncipe de loto. —Fue una piedra brillante la que les causó intercambiar cuerpos: han estado causando problemas el último mes en la ciudad desde que se rompieron los pilares del caos. Creemos que están relacionadas con eso y que podríamos tener más suerte en encontrar un procedimiento para revertir sus efectos aquí.
Sus dibujos no eran tan buenos como los de MK, pero funcionaban lo suficientemente bien como para ser puestos en un tablero de conspiración, al igual que sus apuntes.
—Oh, cierto, no les dijimos. —Los ojos de Mk se abren más ahora, luciendo por un segundo como si tuviera ojeras por la pura ansiedad, su postura segura viéndose más débil. —Son fragmentos de caos, Monkey King ya nos contó de eso a mí y a Macaque... olvidé decirles.
Mei entrecierra sus ojos en dirección a su mejor amigo, dándole codazos. —¡No nos dejes fuera de las cosas, hombre mono! —A ella no le gustaba ser dejada de lado. Cada vez sentía que pasaba menos tiempo con MK por todo esto de que ahora era el sucesor de una leyenda y no quería que esa distancia se siguiera alargando.
—¡Ouch! ¡Lo siento, trataré de no olvidarlo para la próxima!
Mientras los dos jóvenes adultos medio discuten medio juguetean, Tang se desinfla visiblemente, guardando sus observaciones y teorías, algo avergonzado, abrazando su blog de notas, porque él pensaba que acaba de dar una gran revelación y en realidad solo dijo algo que ya otros sabían.
—¡Bueno, ahora sabes lo que está pasando! —Monkey King aplaude, atrayendo otra vez la atención hacia sí mismo. —Ahora, ¿se te ocurre algún artefacto que pueda ayudarnos?
Ne Zha está tapándose la cara con una mano, ya adivinando el dolor de cabeza que esto le va a provocar a la larga. —¿Realmente necesitan mi ayuda para esto? Por favor, Wukong, tú y yo sabemos de qué manera pueden arreglarlo y no me necesitas para eso. Estoy seguro de que los demás también han podido llegar a la misma conclusión.
—¿De qué está hablando? —Mei pregunta, totalmente ignorante de a qué se pueda estar haciendo referencia.
Macaque comienza a moverse ahora, colocándose a un lado de Wukong, como si quisiera darle su apoyo en esta situación, aunque se mantiene sin decir nada, pese a que él sí sabe de que están hablando los dos inmortales.
—Ne Zha, eso es... —El pelianaranjado se detiene, observando a Mei por unos instantes antes de volver a fijarse en el príncipe. —Sabes que es demasiado peligroso, por eso necesitamos otra manera.
—Sabes porque hicimos ese ritual esa vez. Tratar con un alma no es fácil. —Ne Zha dice, observando a todos en la sala con una sola mirada, sin moverse, para luego volver a fijarse en el mono mayor. —Además, podrían hacerlo por sí mismos; son el mismo grupo de la última vez después de todo.
—No exactamente el mismo grupo. —Wukong murmura, inseguro, pensando en cómo las reencarnaciones de sus amigos se diferenciaban tan marcadamente de cómo fueron en sus vidas pasadas. —Pero ese no es el punto. Ahora son dos personas, no solo una. Y no solo es quitarles la magia, sino también reubicar las almas.
—Sigo sin ver en qué se diferencia de la vez anterior. Además, ¿por qué crees que ahora habría otro método si no lo hubo antes?
—¿Eh, se puede saber de qué están hablando? —MK pregunta tímidamente, jugueteando con sus manos mientras su mirada pasa de uno de los celestiales al otro. Aunque no es ninguno de ellos el que responde, sino una tercera persona.
—El ritual del Samadhi Fire. Lo usamos para dividir el alma de Red Son, para quitarle parte de la magia que no podía controlar. Podríamos volver a usar el ritual para hacer lo mismo con nuestras almas y reubicar nuestros recuerdos en donde deben estar. —Macaque explica con su tono uniforme, como si este tema no le preocupase en lo más mínimo.
Tang mira al guerrero algo estupefacto antes de que los engranajes de su cerebro comiencen a correr y sonríe comprendiendo el funcionamiento de lo dicho, comenzando a escribir sobre esto en sus notas.
—Pero es demasiado peligroso. —Wukong dice entre dientes, sonando como un regaño bajo que va en dirección a Macaque. —Ahora son dos usuarios de magia poderosos...
—Lo sé —Macaque sisea, intentando aplacar la molestia de su pareja.
Mei se ve completamente aturdida. —No podemos hacer eso. ¿No recuerdan todo lo que salió mal la última vez? ¿Qué pasa si algo así vuelve a pasar?
Ella está en todo su derecho de estar aterrorizada ante esta nueva información. Aún tiene pesadillas con aquella noche en la que el fuego se arremolinó al rededor de ella, tan fuerte, desconocido y tan doloroso.
—Ustedes dos sabían de esto y no nos lo dijeron. —Pigsy dice, su voz aumentando el volumen y la molestia exponencialmente por cada palabra.
—Nunca lo consideramos una opción realmente. —Macaque habla por sí mismo y por Wukong, adivinando que el celestial a su lado tampoco habría querido llevar a cabo este ritual debido a lo peligroso que era y que por eso nunca siquiera surgió la conversación, porque era tonto mencionar el plan de respaldo cuando estaban tan enfocados en buscar otra alternativa que fuera más segura. Han estado con visión de túnel en busca de otra respuesta.
Tang deja de escribir ahora, notando la creciente tensión en la habitación. Él carraspea para atraer la atención sobre sí mismo y, una vez los 6 pares de ojos están sobre él, se encoge un poco sobre sí mismo antes de poder volver a pararse recto y lucir más serio. —Sé que la situación se ve mal, pero esto es un gran avance. ¡Al menos ahora sabemos que hay una manera de revertirlo!
La expresión de Mk se aclara con esto, cerrando sus manos como puños y levantando la cabeza. —¡Es verdad! Ahora sabemos que podemos volver a la normalidad.
Ne Zha mira fijamente al chico, la curiosidad cocinándose dentro suyo mientras ve lo extrañas que son esas actitudes sobre el cuerpo de alguien que generalmente es tan quieto y reservado.
Mei sacude la cabeza efusivamente. —¡No, no vamos a hacer eso de nuevo! ¡Es peligroso! Tiene que haber otra manera.
—No voy a dejar que Mk se someta a algo tan peligroso. —Pigsy está inmediatamente de acuerdo con la dragona.
—¿Saben que no puedo dejar de lado mis obligaciones para ocuparme de ustedes dos, verdad? —Ne Zha se queja, decepcionado de estar perdiendo parte del escaso tiempo libre que ahora le queda en esto.
Todo el grupo le frunce el ceño, a excepción de Mk y Tang. El erudito, en lugar de ofenderse por las palabras, levanta una mano y comienza a dar saltitos emocionados, como si fuese un estudiante de colegio esperando que le den la palabra. Cuando Ne Zha le mira, él habla. —¡Yo puedo ayudar! ¡Solo dame acceso a la biblioteca o a los archivos que tengas y yo-!
—¡No! —Ne Zha inmediatamente reacciona, el monosílabo saliendo con mucha más fuerza de la que pretendía usar, y luego intenta excusar su reacción exagerada. —Quiero decir... Son cosas privadas. No puedo dejar que las revises.
—Pero... sería mucho más rápido con mi ayuda. —Tang lo intenta, sin éxito.
—No. —Ne Zha repite.
Wukong camina a paso firme hasta quedar frente a Ne Zha, su ceño fruncido por un instante antes de que le sonría. —¿Sabes? Realmente nos debes no solo un favor, sino dos por haber salvado el mundo dos veces mientras tú estabas en nuestra contra. —Él regatea, su voz sonando ligeramente a una amenaza pese a que intenta que no lo parezca. Está algo frustrado, después de todo.
—¿Oh, sí? Pensé que era tu pago por haber amenazado a todo el Reino Celestial en el pasado.
—Tal vez podría volver a atacarlo, ya sabes, para encontrar un artefacto que nos sirva. —Wukong pone una de sus manos sobre la mesa, doblando su espalda para que su cara esté más cerca de la del contrario, sus cejas cayendo peligrosamente mientras su sonrisa tensa aún se mantiene, sus colmillos reluciendo.
—¿Es acaso una amenaza?
—Es un aviso.
Ne Zha no cree que Wukong lo haga, teniendo en cuenta lo debilitado que su grupo debe estar por la situación actual, pero... es mejor tenerle feliz antes que tenerle en tu contra.
—Intentaré buscar algo que pueda servirles en mi tiempo libre. Ahora váyanse de aquí antes de que le pida a mis guardias que les metan en el calabozo.
—¡Bien! Sabía que podíamos contar contigo, viejo amigo —el pelianaranjado dice, volviendo a ponerse recto en su lugar; su sonrisa perdiendo el factor amenazador.
—Solo recuerda que luego de esto no te debo nada. —Murmura Ne Zha, intentando controlar su molestia.
—¡Ah, espera! —Mei exclama, atrayendo la atención de los dos inmortales. —¿Dónde nos quedaremos? ¡Pensé que Ne Zha nos daría unos cuartos!
El príncipe de loto solo nota ahora que todos vienen con equipaje y suspira ante el hecho de que, por supuesto, ellos debían lograr ser la mayor molestia posible en cada situación.
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Overshadowed
Hayran KurguTras un incidente, MK y Macaque terminan intercambiando sus respectivos cuerpos y magias. El equipo está buscando como solucionar esto, casi no avanzando hacia una manera de lograrlo. El tiempo pasa y MK comienza a notar como a su alrededor pequeñas...